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martedì 12 agosto 2014
lunedì 11 agosto 2014
Tropicana verso i suoi 75, di Ciro Bianchi Ross
Pubblicato su Juventud rebelde del 10/8/14
Ciro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu
9 de Agosto del 2014 19:11:45 CDT
Por increíble que parezca, el cuartel de bomberos de Magoon, en la
calle Zulueta, carecía de agua y los carros-bomba debían tomarla de un
hidrante situado en las inmediaciones del cine Payret.
El 20 de mayo de 1925 cogía candela el edificio que albergaba el
Círculo del Partido Liberal. Los bomberos no pudieron sofocar las
llamas y el inmueble quedó reducido a ruinas, pese a que el Círculo se
ubicaba frente por frente al cuartel. Fue un mal augurio. Ese día el
Partido Liberal volvía al poder en la persona del general Gerardo
Machado, que a las 12 meridiano accedía a la presidencia de la
República, y aquel incendio anticipó lo que al país se le venía
encima.
El escribidor trae ese hecho a colación porque ahí está el antecedente
más remoto del cabaré Tropicana. En efecto, el ítalo-brasileño Víctor
de Correa, que regenteara centros nocturnos en Panamá, quiso montar un
cabaré al aire libre en La Habana y para hacerlo escogió las ruinas de
la antigua instalación de los liberales. El nuevo establecimiento se
llamó Eden Concert e hizo época, en la década de los 30, con sus
grandes espectáculos. Algunos de sus artistas no demoraron en
convertirse en figuras internacionales. Tal fue el caso de Rita Conde,
una vedette de 17 años de edad, a quien Correa lanzó a la fama y
allanó el camino de Hollywood.
Correa demostró en el Eden Concert su pericia en el montaje de
espectáculos al presentar, en el mismo corazón de La Habana,
producciones realmente fabulosas para aquellos tiempos. Amaba con
exaltación devota a sus artistas y los seleccionaba con positivo
acierto. En su pista promovió celebridades..., escribía Carlos M. Palma
en su imprescindible revista Show.
Lo acompañaban en la empresa su esposa, Teresita de España, cupletera
y primera bailarina; el director de orquesta Alfredo Brito y el
coreógrafo Sergio Orta. Los tres lo secundarían en la aventura de
Tropicana, pero ni Brito ni Orta permanecerían muchos años en el nuevo
cabaré. Brito, que era un músico cotizado, viaja a Europa, forma la
orquesta Siboney y asume con el tiempo la dirección musical de Tele
Mundo-Canal 2. Orta también se va a Europa. Trabaja en España y en
Italia. Regresa en 1956 para trabajar como coreógrafo en el cabaré
Montmartre. Luego vuelve a irse a Europa, posiblemente cuando cierran
ese centro nocturno como consecuencia del atentado en que pierde la
vida el teniente coronel Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de
Inteligencia Militar (SIM) de la dictadura de Batista. Regresa después
del triunfo de la Revolución, avanzados ya los años 60. Viene
excesivamente gordo. Pesa unas 500 libras. En el Hospital Diez de
Octubre (Dependientes) lo someten a una cura de adelgazamiento que
resulta exitosa, pero un cáncer termina pasándole la cuenta.
Diferente y sensacional
En Marianao, a la altura de la calle 72, había una finca de recreo
propiedad de Regino Du Rapaire Truffin. La bautizó Villa Mina en honor
de su esposa, Nieves Altuzarra Pérez Chaumont. Eran personas de la
alta sociedad. Truffin, nacido en Cuba de padre francés, fue cónsul de
Rusia en La Habana y presidente de la Cuban Sugar Corporation y del
Havana Yacht Club. Las hijas del matrimonio estaban casadas, una con
Clemente Vázquez Bello, presidente del Senado de la República en
tiempos de Machado y que sería víctima de un atentado en 1932, y la
otra con el millonario Tirso Mesa. Truffin murió alrededor de 1925, y
años después Mina contrajo matrimonio otra vez con un senador
norteamericano, pero volvió a enviudar enseguida: el hombre falleció
durante la misma noche de bodas. Es entonces que decide arrendar la
finca de algo más de dos hectáreas.
Víctor de Correa quería salirse de La Habana y buscaba un lugar
retirado para lanzarse de lleno a una aventura <<diferente, novedosa y
sensacional>>. Visitó la finca y le gustó la gran mansión rodeada de un
bosque tropical de maravilla; el sitio ideal para convertirlo en un
oasis del placer y del juego. No lo pensó dos veces y entró en arreglo
con la propietaria, que le alquiló el predio por cien pesos mensuales
y con el ruego de que respetara la vegetación. A esa altura, se dice,
De Correa era solo la cabeza visible del negocio: actuaba como
testaferro de dos norteamericanos que no daban la cara y que eran en
verdad los que decidían.
Dicen algunos que el cabaré, inaugurado en la noche de San Silvestre
de 1939, se llamó en sus inicios Boite de Nuit. Una antigua empleada
aseguraba haber visto en el Registro de la Patente Fiscal la
inscripción del cabaré como Tropicals Night Club, pero ese documento
no se ha localizado. El nombre de Tropicana --se afirma-- es idea de
Alfredo Brito que, a pedido de Correa, escribió una melodía con ese
título para que sirviera de opening. Pero eso tampoco es seguro, pues
alguien muy cercano al músico afirmó que Tropicana es el nombre de una
producción que se montó en el Eden Concert
--con música de Brito, por supuesto-- y que fue Orta, el coreógrafo,
quien lo sugirió como nombre para el cabaré de Marianao.
Aparece Martín Fox
Martín Fox era un apuntador de terminales en su natal Ciego de Ávila.
Le fue bien en el negocio de la bolita y ascendió de listero a
banquero. Obtenía entonces el grueso de los beneficios, pero corría
los mayores riesgos. Capeó todos los temporales y no demoró en
convertirse en el mayor bolitero de la región. Su <<banco>>, en la calle
Independencia, la principal arteria comercial de la ciudad, era
frecuentado por gente de todos los sectores sociales que apostaban a
la bola o compraban billetes de la Lotería Nacional. Llegó a ser tan
popular que pudo haber aspirado a la alcaldía avileña, pero prefirió
instalarse en La Habana. Aquí empezó a ser conocido como el Guajiro.
Quizá quisieron ofenderlo con el mote, pero Fox lo agradeció, porque
un apodo resultaba conveniente en el terreno peligroso en que se
movía. Para dificultar que la Policía le echara el guante, no dio a su
<<banco>> ubicación fija. Se movía continuamente y no demoró en
controlar la bolita en Centro Habana y en hacerse dueño de una red de
garitos.
En 1943 se sintió suficientemente fuerte para adquirir una
participación en Tropicana, abierto entonces a concesionarios
individuales. Alquiló dos mesas en el casino, una de monte y la otra
de bacará. La II Guerra Mundial había provocado la disminución de la
corriente turística hacia la Isla. Los 126 000 visitantes de 1941, se
redujeron a 12 500 en 1943. La situación del casino de Tropicana no
era boyante, pero a Martín Fox no le importó. Se complacía, por el
momento, con lo logrado, y hábil como era, había sabido hacerse de una
clientela fiel para aquellas dos mesas, que pese a la baja turística
le reportaban ganancias decentes.
Víctor de Correa, en cambio, no se sentía nada feliz con la marcha del
centro nocturno. Una tarde, abrumado por las deudas y los sablazos de
oficiales de la Policía y el Ejército a los que pagaba porque dieran
protección al cabaré, decidió vender a Fox la concesión del casino por
7 000 pesos. El astuto avileño aceptó la oferta. Andando el tiempo
compró el terreno a su propietaria, mientras que Víctor de Correa
quedaba como dueño del cabaré.
Lo que sigue es una historia confusa, no clara del todo incluso para
los que la conocieron en su momento. El cronista Rafael Lam la refiere
en su libro sobre Tropicana; aun así no quedan claros sus detalles al
escribidor.
Según Lam, De Correa decide jugarle una mala pasada a Fox, con quien
sigue en deuda. Entra en contacto con Rolando Masferrer y al amparo de
las ametralladoras de sus gánsteres se lleva de Tropicana el monto de
lo recaudado en los diez días precedentes. Fox no queda con las manos
cruzadas, y paga con la misma moneda, ametralladoras incluidas. Hay un
choque de trenes, pues Fox decide entonces apropiarse del cabaré a
cuenta de los 92 000 pesos que le debe Correa. Ganó el más fuerte, y
Correa quedó liquidado.
Vuelven las vacas gordas
El escribidor lo dice sin rodeo. Fue Martín Fox quien hizo grande a
Tropicana. No es hasta 1950 cuando Fox se convierte en único
propietario del establecimiento. Ya en 1949 el antiguo bolitero de
Ciego de Ávila era todo un potentado.
Fox decide entonces reformar el cabaré. Contrata para ello a la firma
de arquitectos de Max Borges e hijo. Tropicana se transforma. Se crean
las pasarelas aéreas, que permiten a las bailarinas evolucionar entre
las copas de los árboles. Se construye el salón Arcos de Cristal. Se
mejora y embellece el salón Bajo las Estrellas. Max Borges hijo
--Maxito-- obtiene por este trabajo la Medalla de Oro del Colegio de
Arquitectos en 1953.
Desde 1949 las vacas gordas vuelven a Tropicana. Se juega en grande en
el centro nocturno. Hasta en el parqueo se colocan máquinas
traganíqueles y bingos para sacarles dinero a los choferes mientras
esperan por sus patronos. En 1954 se amplía el Casino, y el Salón
Dorado, abierto las 24 horas, se convierte en un lugar popular al que
se puede entrar en mangas de camisa. También funciona un banco de
bolita que sigue los resultados de la lotería de Miami.
Una parte de la ganancia de la bolita va a parar a manos del jefe de
Policía de la demarcación. Pero Martín Fox se mueve alto. Tiene dos
grandes protectores, a los que beneficia con largueza: el coronel y
luego general Roberto Fernández Miranda, cuñado de Batista, y el
coronel Orlando Piedra, jefe del Buró de Investigaciones de la Policía
Nacional, el hombre a quien Batista confía su seguridad. Al dictador,
a través de Fernández Miranda, envía Fox
10 000 pesos a la semana.
Quedaba fuera del reparto de utilidades el teniente coronel Blanco
Rico. Una tarde, buscando su tajada, el jefe de la Inteligencia del
Ejército llegó a El Dorado, puso a empleados y clientes contra la
pared y alegó que ese local no pertenecía a Tropicana. Todo se arregló
en familia, y Fox decidió mandar a unir los dos edificios con una
placa en forma de sombrilla.
¿Y Correa?
Decía Armando Romeu, director de la orquesta de Tropicana: Correa no
pudo soportar el dolor de perderlo todo, especialmente el cabaré,
fruto de años de esfuerzo. No pudo superar el golpe ni la forma
abrupta en que Fox le situó las ametralladoras para volarlo por los
aires, con cabaré y todo.
Correa se convirtió en representante de Los Chavales de España. Es la
primera orquesta española que actuó en EE.UU., en el Waldorf Astoria,
el más reputado hotel de Nueva York entonces. Pero --escribe Carlos M.
Palma-- <<las desilusiones y la pérdida de Tropicana ya habían lacerado
su corazón y muere en Nápoles, cuando abrigaba la esperanza de traer a
Cuba el Follies Bergères, de París>>.
Ciro Bianchi Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
Per incredibile che
sembri, la caserma dei pompieri di Magoon, nella calle Zulueta, mancava di
acqua e i carri-pompa dovevano prenderla da un idrante sito nelle vicinanze del
cine Payret.
Il 20 maggio del 1925
prendeva fuoco l’edificio che ospitavail Circolo del Partito Liberale. I
pompieri non poterono soffocare le fiamme e l’immobile fu ridotto a una rovina,
nonostante il circolo si trovasse proprio di fronte alla caserma. Fu un cattivo
presagio. In questo giorno il Partito Liberale tornava al potere nella persona
del generale Gerardo Machado, che alle 12 del mezzodí accedeva alla presidenza
della Repubblica e quell’incendio anticipò quello che sarebbe caduto sul Paese.
Lo scriba porta ad
esempio questo fatto perché lì c’è il precedente più remoto del cabarte
Tropicana. In effetti, l’italo-brasiliano Víctor de Correa, che gestiva centri
notturni a Panama, volle allestire un cabaret all’aperto all’Avana e per farlo
scelse le rovine dell’antica installazione dei liberali. Il nuovo esercizio si
chiamò Eden Concert e fece epoca nella decade del ’30 coi suoi grandi
spettacoli. Alcuni dei suoi artisti non tardarono a convertirsi in figure
internazionali. Così fu il caso di Rita Conde, una vedette di 17 anni d’età, che
Correa lanciò alla fama e le spianò il cammino di Hollywood.
Correa dimostrò,
nell’Eden Concert, la sua perizia nell’allestimento di spettacoli nel
presentare, nel medesimo cuore dell’Avana, produzioni realmente favolose per
quei tempi. Amava con esaltazione devota i suoi artisti e li sceglieva con esito
positivo. Nella sua pista promosse celebrità...scriveva Carlos M. Palma nella
sua imprescindibile rivista Show.
Lo accompagnavano
nell’impresa sua moglie, Teresita de España danzatrice di “copla” e prima ballerina;
il direttore d’orchestra Alfredo Brito e il coreografo Sergio Orta. I tre lo
assecondarono nell’avventura del Tropicana, però né Brito né Orta rimasero
molti anni nel cabaret. Brito che era un musicista quotato si reca in Europa, fonda l’Orchestra Siboney e assume col tempo
la direzione musicale di Telemundo-Canal 2. Anche Orta va in Europa. Lavora in
Spagna e Italia. Torna nel 1956 per lavorare come coreografo nel cabaret
Montmartre. Poi torna in Europa, probabilmente quando chiudono questo centro
notturno come conseguenza dell’attentato in cui perde la vita il tenente
colonnello Antonio Blanco Rico, capo del Servizio d’Intelligenza Militare (SIM)
della dittatura di Batista. Torna dopo la vittoria della Rivoluzione, già negli
anni ’60 avanzati. Arriva eccessivamente grasso. Pesa circa 500 libbre (circa
250 kg, n.d.t.) nell’ospedala Dieci di Ottobre (Dependientes) lo sottomettono a
una cura dimagrante che risulta efficace, ma un cancro finirà la resa dei
conti.
Diverso e sensazionale
A Marianao, all’altezza
della calle 72, c’era una tenuta di svago di proprietà di Regino Du Rapaire
Truffin. La battezzò Villa Mina in onore a sua moglie, Nieves Altuzarra Pérez
Chaumont. Erano persone dell’alta società. Truffin, nato a Cuba da padre
francese, fu console di Russia all’Avana, presidente della Cuban Sugar
Corporation e dell’Havana Yacht Club. Le figlie della coppia erano sposate, una
con Clemente Vázquez Bello, presidente del Senato della Repubblica ai tempi di
Machado e che sarebbe vittima di un attentato nel 1932 e l’altra col milionario
Tirso Mesa. Truffin morì attorno al 1925 e anni
dopo, Mina contrasse nuovamente matrimonio con un senatore
nordamericano, ma tornò immediatamente ad essere vedova: l’uomo morì durante la
stessa notte di nozze. È allora che decide di affittare la tenuta di poco più
di due ettari.
Víctor de Correa
voleva uscire dall’Avana e cercava un posto ritirato per lanciarsi in
un’avventura “diversa, nuova e sensazionale”. Visitò la tenuta e gli piacque la
grande magione circondata di un meraviglios bosco tropicale; il posto ideale da
convertire in un oasi del piacere e del gioco. Non ci pensò due volte e giunse
a un accordo con la proprietaria che gli affittò l’insieme per cento pesos
mensili e con la preghiera che rispettasse la vegetazione. A questo punto, si
dice, Correa era solo la testa visibile dell’affare: attuava come testa di
legno di due nordamericani che non mettevano la faccia e che erano in realtà
quelli che decidevano.
Alcuni dicono che il
cabaret, inaugurato la notte di San Silvestro del 1939 si chiamò, all’inizio,
Boite de Nuit. Una vecchia dipendente assicurava di aver visto nel Registro
delle Licenze Fiscali, l’iscrizione del cabaret come Tropicals Night Club, ma
questo documento non si è potuto trovare. Il nome di Tropicana – si dice – è
idea di Alfredo Brito che, a richiesta di Correa, scrisse una melodia con
questo titolo che servisse da apertura. Ma non è nemmeno certo. Qualcuno vicino
al musicista affermò che Tropicana è il nome di una produzione che si montò
nell’Eden Concert – naturalmente con musica di Brito – e che fu Orta, il
coreografo, che lo suggerì come nome per il cabaret di Marianao.
Appare Martin Fox
Martin Fox era un
allibratore nella sua natía Ciego de Ávila. Gli fu proficuo il gioco del lotto
clandestino e ascese da birbante a banchiere. Allora, otteneva il grosso dei
benefici, ma correva il maggiore dei rischi. Si riparò da tutti i temporali e
non tardò a convertirsi nel maggior gestore di lotto clandestino della regione.
La sua “banca” nella calle Independencia, l’arteria commerciale principale
della città, era frequentata da gente di tutti i ceti sociali che puntavano
sulle ruote o compravano biglietti della Lotteria Nazionale. Giunse ad essere
tanto popolare che avrebbe potuto aspirare alla poltrona di sindaco avileño, ma
preferì installarsi all’Avana. Qua cominciò ad essere conosciuto come “el
Guajiro” (il contadino, n.d.t.). Forse volevano offenderlo col soprannome, ma
Fox lo gradì perché un soprannome risultava conveniente nel pericoloso terreno
in cui si muoveva. Per creare difficoltà alla Polizia affinché non vi
mettessero le mani, non dette alla sua “banca” una ubicazione fissa. Si muoveva
continuamente e non tardò a controllare il lotto clandestino in Centro Avana ed
a farsi padrone di una serie di bische.
Nel 1943 si sentì
sufficientemente forte per acquisire una partecipazione nel Tropicana, aperto
allora a concessionari individuali. Affittò due tavoli nel casinò, una di
chemìn e una di baccarat. La II Guerra Mondiale aveva provocato la diminuzione
della corrente turistica verso l’Isola. I 126.000 visitatori del 1941, si
ridussero a 12.500 nel 1943. La situazione del casinò del Tropicana non era
brillante, ma a Martin Fox non importò. Per il momento si accontentava con
quello che aveva raggiunto e, abile com’era, era riuscito a farsi una clientela
fedele per quei due tavoli che, nonostante il calo turistico, gli riportavano
guadagni decenti.
Victor de Correa, in
cambio, non si sentiva per niente contento con l’andazzo del centro notturno.
Un pomeriggi, schiacciato dai debiti e le stoccate degli ufficiali di Polizia e
dell’Esercito che pagava perché dessero protezione al cabaret, decise di
vendere a Fox la concessione del casinò per 7000 pesos. L’astuto avileño
accettò l’offerta. Col passare del tempo comprò il terreno alla sua
proprietaria, mentre Victor de Correa rimaneva padrone del cabaret.
Ciò che segue è una
storia confusa, non chiara del tutto, compreso per quelli che la conobbero nel
suo momento. Il cronista Rafael Lam la riferisce nel suo libro sul Tropicana;
ma anche così, allo scriba non restano chiari i suoi dettagli.
Secondo Lam, De
Correa decide di giocare un brutto tiro a Fox, col quale è sempre in debito.
Entra in contatto con Rolando Masferrer e al riparo delle mitragliatrici dei
suoi gangsters si porta via dal Tropicana l’importo incassato nei dieci giorni
precedenti. Fox non rimana con le braccia conserte e ripaga con la stessa
moneta, mitragiatrici comprese. C’è uns contro di treni, Fox quindi decide di
impadronirsi del cabaret a fronte dei 92000 pesos che Correa gli deve. Vinse il
più forte e Correa rimase liquidato.
Tornano le vacche grasse
Los criba lo dice
senza giri di parole. Fu Martin Fox che fece grande il Tropicana. Non è fino al
1950 che Fox si converte nell’unico proprietario del locale. Già nel 1949
l’antico tenutario di lotterie clandestine di Ciego de Ávila era un potente.
Fox decide allora di
modificare il cabaret. Per quello contratta lo studio di architetti di Max
Borges e figlio. Il Tropicana si trasforma. Si creano le passarelle aeree che
permettono alle ballerine di evoluzionare fra le fronde degli alberi. Si
costruisce il salone Arcos de Cristal. Si migliora e abbellisce il salone Bajo
las Estrellas. Max Borges figlio – Maxito – ottiene per questo lavoro la Medaglia
d’Oro del Collegio degli Architetti nel 1953.
Dal 1949 le vacche
grasse tornano al Tropicana. Si gioca alla grande nel centro notturno. Perfino
nel parcheggio si collocano macchinette mangiasoldi e tombole per togliere i
soldi agli autisti mentre aspettano i loro padroni. Nel 1954 si amplia il
casinò e el Salón Dorado, aperto le 24 ore, si converte in un luogo popolare
nel quale si può entrare in maniche di camicia. Funziona anche una banco di
lotteria che segue i risultati della lotteria di Miami.
Una parte dei
guadagniva a finire nelle mani del capo della Polizia del distretto. Ma Martin
Fox vola alto. Ha due grandi protettori, i quali beneficia con larghezza: il
colonnello, poi generale roberto Fernández Miranda, cognato di Batista e il
colonnello Orlando Piedra, capo dell’Ufficio d’Investifazioni della Polizia
Nazionale, l’uomo a cui Batista affida la sua sicurezza. Al dittatore Fox
invia, tramite Miranda, 10000 pesos alla settimana.
Rimaneva fuori dagli
dalla spartizione degli utili il tenente colonnello Blanco Rico. Un pomeriggio,
cercando la sua fetta, il capo dell’intelligenza dell’Esercito giunse al El
Dorado, mise i dipendenti e i clienti contro il muro e addusse che quel locale
non faceva parte del Tropicana. Tutto si risolse in famiglia e Fox decise di
far unire i due edifici con un soffitto a forma di ombrello.
E Correa?
Diceva Armando Romeu,
direttore dell’orchestra del Tropicana: Correa non poté sopportare il dolore di
perdere tutto, specialmente il cabaret, frutto di annis di sforzo. Non poté
superare il colpo né la forma rude con la quale Fox piazzò le mitragliatrici
per farlo saltare in aria, con cabaret e tutto.
Correa si trasformò in rappresentante de Los
Chavales de España. È la prima orchestra spagnola che attuò
negli Stati Uniti, nel Waldorf Astoria, il più quotato albergo di New York,
allora. Però –scrive Carlos M. Palma – “le disillusioni e la perdita del
Tropicana avevano già lacerato il suo cuore e muore a Napoli, quando albergava
la speranza di portare a Cuba le Folies Bergéres di Parigi”.
Tropicana camino de sus 75
Ciro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu
9 de Agosto del 2014 19:11:45 CDT
Por increíble que parezca, el cuartel de bomberos de Magoon, en la
calle Zulueta, carecía de agua y los carros-bomba debían tomarla de un
hidrante situado en las inmediaciones del cine Payret.
El 20 de mayo de 1925 cogía candela el edificio que albergaba el
Círculo del Partido Liberal. Los bomberos no pudieron sofocar las
llamas y el inmueble quedó reducido a ruinas, pese a que el Círculo se
ubicaba frente por frente al cuartel. Fue un mal augurio. Ese día el
Partido Liberal volvía al poder en la persona del general Gerardo
Machado, que a las 12 meridiano accedía a la presidencia de la
República, y aquel incendio anticipó lo que al país se le venía
encima.
El escribidor trae ese hecho a colación porque ahí está el antecedente
más remoto del cabaré Tropicana. En efecto, el ítalo-brasileño Víctor
de Correa, que regenteara centros nocturnos en Panamá, quiso montar un
cabaré al aire libre en La Habana y para hacerlo escogió las ruinas de
la antigua instalación de los liberales. El nuevo establecimiento se
llamó Eden Concert e hizo época, en la década de los 30, con sus
grandes espectáculos. Algunos de sus artistas no demoraron en
convertirse en figuras internacionales. Tal fue el caso de Rita Conde,
una vedette de 17 años de edad, a quien Correa lanzó a la fama y
allanó el camino de Hollywood.
Correa demostró en el Eden Concert su pericia en el montaje de
espectáculos al presentar, en el mismo corazón de La Habana,
producciones realmente fabulosas para aquellos tiempos. Amaba con
exaltación devota a sus artistas y los seleccionaba con positivo
acierto. En su pista promovió celebridades..., escribía Carlos M. Palma
en su imprescindible revista Show.
Lo acompañaban en la empresa su esposa, Teresita de España, cupletera
y primera bailarina; el director de orquesta Alfredo Brito y el
coreógrafo Sergio Orta. Los tres lo secundarían en la aventura de
Tropicana, pero ni Brito ni Orta permanecerían muchos años en el nuevo
cabaré. Brito, que era un músico cotizado, viaja a Europa, forma la
orquesta Siboney y asume con el tiempo la dirección musical de Tele
Mundo-Canal 2. Orta también se va a Europa. Trabaja en España y en
Italia. Regresa en 1956 para trabajar como coreógrafo en el cabaré
Montmartre. Luego vuelve a irse a Europa, posiblemente cuando cierran
ese centro nocturno como consecuencia del atentado en que pierde la
vida el teniente coronel Antonio Blanco Rico, jefe del Servicio de
Inteligencia Militar (SIM) de la dictadura de Batista. Regresa después
del triunfo de la Revolución, avanzados ya los años 60. Viene
excesivamente gordo. Pesa unas 500 libras. En el Hospital Diez de
Octubre (Dependientes) lo someten a una cura de adelgazamiento que
resulta exitosa, pero un cáncer termina pasándole la cuenta.
Diferente y sensacional
En Marianao, a la altura de la calle 72, había una finca de recreo
propiedad de Regino Du Rapaire Truffin. La bautizó Villa Mina en honor
de su esposa, Nieves Altuzarra Pérez Chaumont. Eran personas de la
alta sociedad. Truffin, nacido en Cuba de padre francés, fue cónsul de
Rusia en La Habana y presidente de la Cuban Sugar Corporation y del
Havana Yacht Club. Las hijas del matrimonio estaban casadas, una con
Clemente Vázquez Bello, presidente del Senado de la República en
tiempos de Machado y que sería víctima de un atentado en 1932, y la
otra con el millonario Tirso Mesa. Truffin murió alrededor de 1925, y
años después Mina contrajo matrimonio otra vez con un senador
norteamericano, pero volvió a enviudar enseguida: el hombre falleció
durante la misma noche de bodas. Es entonces que decide arrendar la
finca de algo más de dos hectáreas.
Víctor de Correa quería salirse de La Habana y buscaba un lugar
retirado para lanzarse de lleno a una aventura <<diferente, novedosa y
sensacional>>. Visitó la finca y le gustó la gran mansión rodeada de un
bosque tropical de maravilla; el sitio ideal para convertirlo en un
oasis del placer y del juego. No lo pensó dos veces y entró en arreglo
con la propietaria, que le alquiló el predio por cien pesos mensuales
y con el ruego de que respetara la vegetación. A esa altura, se dice,
De Correa era solo la cabeza visible del negocio: actuaba como
testaferro de dos norteamericanos que no daban la cara y que eran en
verdad los que decidían.
Dicen algunos que el cabaré, inaugurado en la noche de San Silvestre
de 1939, se llamó en sus inicios Boite de Nuit. Una antigua empleada
aseguraba haber visto en el Registro de la Patente Fiscal la
inscripción del cabaré como Tropicals Night Club, pero ese documento
no se ha localizado. El nombre de Tropicana --se afirma-- es idea de
Alfredo Brito que, a pedido de Correa, escribió una melodía con ese
título para que sirviera de opening. Pero eso tampoco es seguro, pues
alguien muy cercano al músico afirmó que Tropicana es el nombre de una
producción que se montó en el Eden Concert
--con música de Brito, por supuesto-- y que fue Orta, el coreógrafo,
quien lo sugirió como nombre para el cabaré de Marianao.
Aparece Martín Fox
Martín Fox era un apuntador de terminales en su natal Ciego de Ávila.
Le fue bien en el negocio de la bolita y ascendió de listero a
banquero. Obtenía entonces el grueso de los beneficios, pero corría
los mayores riesgos. Capeó todos los temporales y no demoró en
convertirse en el mayor bolitero de la región. Su <<banco>>, en la calle
Independencia, la principal arteria comercial de la ciudad, era
frecuentado por gente de todos los sectores sociales que apostaban a
la bola o compraban billetes de la Lotería Nacional. Llegó a ser tan
popular que pudo haber aspirado a la alcaldía avileña, pero prefirió
instalarse en La Habana. Aquí empezó a ser conocido como el Guajiro.
Quizá quisieron ofenderlo con el mote, pero Fox lo agradeció, porque
un apodo resultaba conveniente en el terreno peligroso en que se
movía. Para dificultar que la Policía le echara el guante, no dio a su
<<banco>> ubicación fija. Se movía continuamente y no demoró en
controlar la bolita en Centro Habana y en hacerse dueño de una red de
garitos.
En 1943 se sintió suficientemente fuerte para adquirir una
participación en Tropicana, abierto entonces a concesionarios
individuales. Alquiló dos mesas en el casino, una de monte y la otra
de bacará. La II Guerra Mundial había provocado la disminución de la
corriente turística hacia la Isla. Los 126 000 visitantes de 1941, se
redujeron a 12 500 en 1943. La situación del casino de Tropicana no
era boyante, pero a Martín Fox no le importó. Se complacía, por el
momento, con lo logrado, y hábil como era, había sabido hacerse de una
clientela fiel para aquellas dos mesas, que pese a la baja turística
le reportaban ganancias decentes.
Víctor de Correa, en cambio, no se sentía nada feliz con la marcha del
centro nocturno. Una tarde, abrumado por las deudas y los sablazos de
oficiales de la Policía y el Ejército a los que pagaba porque dieran
protección al cabaré, decidió vender a Fox la concesión del casino por
7 000 pesos. El astuto avileño aceptó la oferta. Andando el tiempo
compró el terreno a su propietaria, mientras que Víctor de Correa
quedaba como dueño del cabaré.
Lo que sigue es una historia confusa, no clara del todo incluso para
los que la conocieron en su momento. El cronista Rafael Lam la refiere
en su libro sobre Tropicana; aun así no quedan claros sus detalles al
escribidor.
Según Lam, De Correa decide jugarle una mala pasada a Fox, con quien
sigue en deuda. Entra en contacto con Rolando Masferrer y al amparo de
las ametralladoras de sus gánsteres se lleva de Tropicana el monto de
lo recaudado en los diez días precedentes. Fox no queda con las manos
cruzadas, y paga con la misma moneda, ametralladoras incluidas. Hay un
choque de trenes, pues Fox decide entonces apropiarse del cabaré a
cuenta de los 92 000 pesos que le debe Correa. Ganó el más fuerte, y
Correa quedó liquidado.
Vuelven las vacas gordas
El escribidor lo dice sin rodeo. Fue Martín Fox quien hizo grande a
Tropicana. No es hasta 1950 cuando Fox se convierte en único
propietario del establecimiento. Ya en 1949 el antiguo bolitero de
Ciego de Ávila era todo un potentado.
Fox decide entonces reformar el cabaré. Contrata para ello a la firma
de arquitectos de Max Borges e hijo. Tropicana se transforma. Se crean
las pasarelas aéreas, que permiten a las bailarinas evolucionar entre
las copas de los árboles. Se construye el salón Arcos de Cristal. Se
mejora y embellece el salón Bajo las Estrellas. Max Borges hijo
--Maxito-- obtiene por este trabajo la Medalla de Oro del Colegio de
Arquitectos en 1953.
Desde 1949 las vacas gordas vuelven a Tropicana. Se juega en grande en
el centro nocturno. Hasta en el parqueo se colocan máquinas
traganíqueles y bingos para sacarles dinero a los choferes mientras
esperan por sus patronos. En 1954 se amplía el Casino, y el Salón
Dorado, abierto las 24 horas, se convierte en un lugar popular al que
se puede entrar en mangas de camisa. También funciona un banco de
bolita que sigue los resultados de la lotería de Miami.
Una parte de la ganancia de la bolita va a parar a manos del jefe de
Policía de la demarcación. Pero Martín Fox se mueve alto. Tiene dos
grandes protectores, a los que beneficia con largueza: el coronel y
luego general Roberto Fernández Miranda, cuñado de Batista, y el
coronel Orlando Piedra, jefe del Buró de Investigaciones de la Policía
Nacional, el hombre a quien Batista confía su seguridad. Al dictador,
a través de Fernández Miranda, envía Fox
10 000 pesos a la semana.
Quedaba fuera del reparto de utilidades el teniente coronel Blanco
Rico. Una tarde, buscando su tajada, el jefe de la Inteligencia del
Ejército llegó a El Dorado, puso a empleados y clientes contra la
pared y alegó que ese local no pertenecía a Tropicana. Todo se arregló
en familia, y Fox decidió mandar a unir los dos edificios con una
placa en forma de sombrilla.
¿Y Correa?
Decía Armando Romeu, director de la orquesta de Tropicana: Correa no
pudo soportar el dolor de perderlo todo, especialmente el cabaré,
fruto de años de esfuerzo. No pudo superar el golpe ni la forma
abrupta en que Fox le situó las ametralladoras para volarlo por los
aires, con cabaré y todo.
Correa se convirtió en representante de Los Chavales de España. Es la
primera orquesta española que actuó en EE.UU., en el Waldorf Astoria,
el más reputado hotel de Nueva York entonces. Pero --escribe Carlos M.
Palma-- <<las desilusiones y la pérdida de Tropicana ya habían lacerado
su corazón y muere en Nápoles, cuando abrigaba la esperanza de traer a
Cuba el Follies Bergères, de París>>.
Ciro Bianchi Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
domenica 10 agosto 2014
sabato 9 agosto 2014
venerdì 8 agosto 2014
Shakespeare all'Avana
Fonte: EFE/El Nuevo Herald
The Globe y su Hamlet,
embajadores en La Habana
ANETT RIOS
EFE
LA HABANA
-- La Habana se sumó el jueves a los festejos por el 450 aniversario de
William Shakespeare con la primera visita del célebre grupo teatral londinense
The Globe y su Hamlet, un acontecimiento que no se perdieron ni los
artistas ni el público en general.
The Globe
tenía previstas para el jueves dos funciones de Hamlet en el
céntrico teatro Mella, como parte de la primera etapa de la gira mundial de dos
años que inició en abril pasado en Londres en tributo a los 450 años del
nacimiento de Shakespeare (1564-1616).
La Habana ha sido la primera plaza de habla hispana
escogida por la compañía, que el jueves salió al escenario con un “buenas
tardes damas y caballeros” en perfecto castellano, y luego se auxilió de una
pantalla con subtítulos para orientar al público.
“Es un suceso que estén aquí. Shakespeare es un autor
que se mantiene vivo continuamente en Cuba. Todos nuestros grandes directores
han hecho versiones suyas en diferentes épocas”, dijo Carlos Celdrán, uno de
las más importantes figuras del teatro cubano.
Decenas de
actores, escritores, cineastas y profesionales del mundo del teatro acudieron a
la primera función de esta “joven y fresca” versión de Hamlet,
según sus creadores, en la que durante casi tres horas los intérpretes alternan
personajes y ejecutan la banda sonora bajo una escenografía elemental.
El dramaturgo y crítico cubano Norge Espinosa destacó
que The Globe es embajador de Shakespeare en el mundo, utiliza a actores de
distintas edades y etnias y demuestra cómo los ingleses actuales siguen
“dialogando” con el autor.
Ese diálogo también ha sido parte de la historia del
teatro cubano, comentó Espinosa, quien lamentó que por este 450 aniversario
Cuba no haya dedicado un mayor tributo a un dramaturgo que “conoce muy bien
desde hace mucho tiempo”.
Según se ha anunciado, el principal homenaje de las
artes escénicas cubanas al autor inglés será el próximo 24 Festival
Internacional de Ballet de La Habana, que tendrá lugar en octubre.
El Ballet
Nacional de Cuba (BNC) ha adelantado que el evento repondrá Shakespeare
y sus máscaras, la versión de Romeo y Julieta que la ex
bailarina y directora de la compañía, Alicia Alonso, llevó a la danza.
Se retomarán
también otras piezas relacionadas con la obra de Shakespeare y que durante años
han estado en el repertorio del BNC, como “Prólogo para una tragedia”, del
coreógrafo inglés Brian McDonald, y Hamlet, de Iván Tenorio,
mientras que la Compañía Ópera de Niza presentará La pavana del moro.
Por lo pronto, los medios de comunicación en Cuba,
donde no suelen llegar grandes espectáculos internacionales, han valorado esta
visita de The Globe a La Habana como una acontecimiento de lujo.
Antes de llegar a Cuba, procedente de Bahamas, la compañía
inglesa ya recorrió escenarios de países como Noruega, Rusia, Finlandia,
Ucrania, Croacia y Estados Unidos, país este último donde comenzó la fase
americana del tour a fines de julio.
Se trata de una “aventura” para llevar Hamlet a todos
los países del mundo, porque, según el director artístico del proyecto, Dominic
Dromgoole, “el espíritu de las giras, y de comunicar historias a oídos frescos,
siempre fue central en la obra de Shakespeare”.
Tras visitar Cuba, la compañía actuará el sábado en la
explanada de la Catedral de Yucatán y continuará viaje hasta septiembre por
diferentes naciones del Caribe como Haití, Jamaica, la República Dominicana,
entre otras, y de Centroamérica.
Las funciones tendrán sede lo mismo en salas
convencionales, como el Teatro Nacional de El Salvador, que en espacios
abiertos y muy singulares, como las famosas ruinas de Copán, en Honduras.
El proyecto
teatral de The Globe tiene sede en el teatro londinense del mismo nombre que
abrió sus puertas en 1997 como réplica del espacio original en el que se
representaron obras esenciales de Shakespeare, como Macbeth, Hamlet u Otelo.
La sala original, que acogió a la compañía teatral de
Shakespeare, “Lord Chamberlain's Men”, fue construida en 1599 a orillas del río
Támesis, y durante el siglo XVII fue destruida en varias ocasiones por diversas
causas.
Primo Wi-Fi Cafè all'Avana
Fonte: Cuba contemporanea
Modas Café: el primer restaurante wi-fi de Cuba
Modas Café: el primer restaurante wi-fi de Cuba
Acaba de abrir y
promete ser uno de los sitios más sugerentes dentro de esa gran gama de
negocios gastronómicos de todo tipo que vienen floreciendo en la Cuba de estos
tiempos, bajo el sello de la iniciativa privada. Modas Café llega con un
concepto muy innovador: el del menú y el servicio digital; concepto que todavía
hoy es revolucionario en Asia y Europa, y que en nuestra isla caribeña huele a
pura modernidad, se siente como aire fresco.
Me alegró saber
de su ubicación en una de esas calles famosas aunque venida a menos de la
Habana Vieja: el bulevar de San Rafael. Justo en su esquina con Consulado, en
el espacio que ocupó primero la conocida peletería Ingelmo y luego alguna que
otra tienda sin trascendencia, surgió este proyecto que inició la diseñadora y
estilista Raquel Expósito, con su atelier de modas en el piso inferior,
complementado ahora con un curioso bar-restaurante que sorprende por su
propuesta vanguardista.
Confiesa Raquel
que cuando le concedieron el alquiler del local completo, a través del Fondo de
Bienes Culturales, pensó siempre en que sus diseños y propuestas de alta
costura iban a combinar muy bien con un pequeño lugar en el piso superior donde
el cliente pudiera disfrutar de buena gastronomía y coctelería. El sueño se le
hizo realidad en talla extra y con reforzados pespuntes: escaleras arriba,
pasando por su salón de coloridos catálogos, perchas largas y probadores, un
grupo de jóvenes apasionados ha abierto el primer restaurante wi-fi del país.
Lo contó esa emprendedora
mujer al equipo de Cuba Contemporánea en la jornada de la
inauguración, mientras disfrutábamos de un maridaje perfecto entre música,
vinos del viejo y el nuevo mundo y pequeñas muestras de una cocina fusión en la
que se adivina el gusto por lo gourmet, lo exquisito, y aflora fuerte la
creatividad de un chef que confesaría un poco más tarde: “no tengo límites en
gastronomía, me gusta probarlo y combinarlo todo”.
En realidad, la
invitación para conocer este lugar había llegado a nuestra redacción de parte
de su gerente general, Yoendris Hortas Morejón, quien nos adelantó algo sobre
el novedoso sistema inalámbrico instalado dentro de Modas Café, permitiendo a
los clientes ordenar absolutamente todo, incluyendo la cuenta, gracias a un
dispositivo de pantalla táctil que encuentran junto a sus mesas.
No hay que decir
que a puro golpe de dedo fuimos explorando toda la carta digital,
disponible en español, inglés y francés, y que tiene incorporadas imágenes de
los platos y bebidas, más detalles de precios, ingredientes, calorías que
aportan e información sobre el modo de preparación. Descubrimos que además de interactiva
es bien ámplia la oferta, pues incluye desde tapas variadas, panadería y
pizzería hasta entrantes, alternativas diversas de cocina de plancha y fuego,
guarniciones, postres, helados, más bebidas no alcohólicas y alcohólicas y una
carta de vinos.
Con un simple
clíck, en Modas Café se puede votar también por la calidad de lo
consumido, verificar el estado de nuestra cuenta, o elegir la música con
la que se quiere acompañar la velada, o quizás algún audiovisual que nos
resulte interesante. Una idea que merece aplausos prolongados es que en ese
apartado han incorporado animados para entretener a los niños.
El concepto del
restaurante moderno que se revela al visitante desde el primer impacto visual
con el diseño de este local, minimalista y sobrio, se completa así con la
experiencia de la exploración y el pedido digital. “Aquí el camarero soy yo”,
reza en un cartel en la pared, bajo una especie de androide verde, y
precisamente ese será el principio: regirá allí la tecnología para garantizar
mayor rapidez en el servicio, con solo una persona sirviendo por turno.
Esto último lo
explicó rápidamente el gerente general de Modas Café mientras iba y venía
recibiendo invitados y ultimando preparativos. Luego supimos que no es un
improvisado en el mundo de la culinaria cubana, pues su otro restaurante, Mango
Habana, ostenta numerosos reconocimientos, entre ellos un certificado de
excelencia otorgado este año por el famoso portal TripAdvisor.
En la despedida de aquella noche les deseamos a él y a
Raquel un futuro próspero con este nuevo negocio, y volvimos a alegrarnos por
las luces claras y vivas con las que han iluminado una conocida esquina de la
otrora importante arteria comercial de San Rafael.
Nota dell'autore del Blog:
Per chi non comprendesse lo spagnolo, il nome del ristorante non tragga in inganno. Non si tratta, infatti, di un "cyber caffè" e non si offre la possibilità di connessione alla rete, ma si tratta di un sistema per ordinare dal tavolo con l'aiuto di schermo e tastiera. Comunque una novità abbastanza rilevante per Cuba.
Nota dell'autore del Blog:
Per chi non comprendesse lo spagnolo, il nome del ristorante non tragga in inganno. Non si tratta, infatti, di un "cyber caffè" e non si offre la possibilità di connessione alla rete, ma si tratta di un sistema per ordinare dal tavolo con l'aiuto di schermo e tastiera. Comunque una novità abbastanza rilevante per Cuba.
giovedì 7 agosto 2014
I sogni nel cassetto 2
Fonte: nuke.mollotutto.com
TRASFERIRSI A VIVERE E LAVORARE A CUBA
Marco Mazzucchelli vive e lavora a Cuba dove è direttore generale di 2 alberghiDi Maria Valentina Patanè 12/06/2012
Marco Mazzucchelli vive e lavora a Cuba dove è direttore generale di 2 alberghi.
Dopo un diploma di liceo scientifico e studi d’amministrazione d’impresa all’estero, Marco con il suo spirito di avventura decide di partire per varie mete tra cui Repubblica Domenicana, Juan Dolio, Santo Domingo, Rio S. Juan e infine Cuba dove lavora e risiede attualmente… questa la sua
esperienza.
Ciao come ti chiami?
Ciao sono Marco Mazzucchelli e ho 42 anni.Da quanto tempo ti sei trasferito a Cuba? Nel 1996 mi trasferì in Repubblica Domenicana, esattamente a Las Galeras De Samaná, dove ho ancora una casa. Ho vissuto lì fino al 2001, dopodiché mi trasferii a Juan Dolio, per ragioni di lavoro. Da lì a Santo Domingo, dopodiché nuovamente a Samaná; poi a Rio S.Juan e dal 2008 Cuba, dove risiedo attualmente. Perché hai scelto proprio Cuba per cambiare vita? Ci ero stato in vacanza ed avevo visto la possibilità di ritagliarmi uno spazio. Dove vivevi in Italia? Vivevo a Genova. Hai studiato e avuto il tuo diploma a Genova? Sì, ho un diploma di Liceo Scientifico a Genova, e studi di Amministrazione d´impresa all'estero. Come mai hai deciso di andare via dall’Italia? Avevo un desiderio di provare qualcosa di diverso e spirito d´avventura. E’ stato difficile ambientarsi a Cuba? All'inizio lo é stato. Avevo solo 26 anni, non conoscevo la lingua e calarsi in una realtà profondamente diversa da quella Italiana non è stato semplicissimo. Comunque tutte le difficoltà aiutano a crescere. I tuoi parenti e amici più stretti cosa ti avevano consigliato? Consigli non me ne hanno dati, o almeno non ricordo. La maggior parte pensavano stessi facendo un errore. Com’era la tua giornata tipo in Italia? La mia giornata tipo in Italia... é passato tanto tempo ed ero molto giovane... direi lavoro, la compagnia di amici, la fidanzata, la Sampdoria... non necessariamente in questo ordine. Di cosa ti occupi ora esattamente? Sono Direttore Generale di 2 alberghi della Catena Meliá Hotels Internationals in Cuba. Sei soddisfatto del tuo nuovo lavoro a Cuba? Molto. Amo il mio lavoro, a prescindere dal fatto che mi assorbe quasi tutta la giornata. Quali sono i tuoi hobby? La Pesca subacquea Vivi da solo o hai una tua famiglia? Attualmente convivo. |
Come ti trovi a vivere a Cuba, lo consiglieresti ad altri Italiani per una vacanza o per viverci?
Per una vacanza assolutamente. Cuba é un paese bellissimo, con sapori autentici ed una cultura che non ha uguali nei Caraibi. Tra l'altro, é molto sicuro; cosa che non si può dire di molti altri posti a queste latitudini. Per quanto riguarda la possibilità di viverci, conosco molti Italiani che risiedono qui, più che altro a La Habana, però ce ne sono in tutte le provincie. Per viverci? Perché no?
Hai avuto difficoltà nel tuo trasferimento a Cuba? No, comunque é giusto sottolineare che si é occupata di tutto l´impresa che mi ha contrattato. Sono entrato con un permesso di lavoro. Come ti immagini tra 20 anni? Francamente, non ne ho idea. Non amo guardare così avanti nel tempo. Mi auguro la salute, il resto si vedrà. Sei rimasto in contatto con i tuoi parenti e i tuoi amici Italiani? Certo che si! Molti unendo l´utile al dilettevole sono venuti a trovarmi in questi anni ed io torno in Italia in vacanza spesso. Che ne pensi di Facebook, Skype, ecc… li utilizzi? Le reti sociali sono vitali nel mio lavoro. A livello personale, uso Facebook… per le altre qua é un poco complicato. Cosa ti manca della tua città, ne hai nostalgia? Di tante cose... ovviamente la famiglia e gli amici; certi posti che rappresentano ricordi piacevoli, certi sapori della mia terra... e la mia amata Sampdoria. Sapresti descrivermi 3 culture di Cuba? Cuba é il risultato di una mescola di varie culture. Tra le più presenti, la Spagnola, la Africana e poi tracce di altre, come per esempio la nostra. Cosa ti piace di più’ di Cuba? Che il Cubano, nonostante gli enormi problemi con cui convive non perde il buon umore. Un altro aspetto che merita essere citato é il livello culturale della popolazione. Generalmente più alto della media del continente. Ci vivono molti Italiani a Cuba nella zona dove vivi tu? Attualmente, vivo in un atollo a 52 km da Caibarien, nella provincia di S. Clara. Ovviamente, qui ci sono solo installazioni turistiche e non ci vive nessuno, eccetto noi che ci lavoriamo. Nella provincia Italiani ce ne sono, anche se non credo tanti come a La Habana, Matanzas o Holguin. Quali sono le maggiori differenze di vita che vedi tra l’Italia e Cuba? Cuba é un paese che soffre da decenni la decisione degli USA di danneggiarlo economicamente, impedendogli accedere ai mercati Internazionali, per cui le ripercussioni nel quotidiano sono enormi. Ciononostante, o sarà proprio per questo, le relazioni interpersonali sono più vere e sincere. Più che esempi che lasciano il tempo che trovano, la forma di vivere qua mi ricorda molto quella del paesino di campagna dove andavo in estate da bambino. Tutti che si conoscono e si aiutano; nessuno che si preoccupa di chiudere la porta quando esce di casa. I bambini che giocano in piazzetta o nei prati e le persone che fanno notte parlando, sedute al ciglio della strada. Sei più tornato in Italia a trovare famiglia e amici? Diverse volte in vacanza. L´ultima a settembre dell'anno scorso. Torneresti mai a vivere in Italia? Mai dire mai, comunque a corto raggio non credo proprio. EMAIL: marcomazzucchelli69@hotmail.it Direttore degli alberghi: Meliá Cayo Santa Maria e Meliá Buenavista, in Cayo Santa Maria Di Maria Valentina Patanè 12/06/ |
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