Fonte: El Nuevo Herald
El portal de alquiler de viviendas Airbnb aterriza en Cuba
POR MICHAEL
WEISSENSTEINASSOCIATED PRESS
Un turista sale de una
vivienda particular con habitaciones para alquilar en La Habana, Cuba, el 1 de
abril de 2015. El enormemente popular servicio en línea Airbnb para renta de
viviendas permitirá a los viajeros estadounidenses reservar alojamiento en Cuba
a partir del jueves, la más significativa expansión empresarial de Estados
Unidos en la isla desde que a fines del año pasado se anunció que ambos países
reanudarían sus relaciones. DESMOND BOYLAN FOTO AP
LA HABANA
El enormemente
popular servicio en línea Airbnb para renta de viviendas permitirá a los
viajeros estadounidenses reservar alojamiento en Cuba a partir del jueves, la
más significativa expansión empresarial de Estados Unidos en la isla desde que
a fines del año pasado se anunció que ambos países reanudarían sus relaciones.
El cibersitio y
la aplicación para dispositivos móviles le permiten a los usuarios reservar
habitaciones en más de un millón de hogares privados en todo el mundo, los
cuales van desde cuartos en apartamentos compartidos hasta casas de lujo
completas.
Durante medio
siglo, el embargo comercial ordenado por Washington ha impedido que ese tipo de
negocios ingresen al mercado cubano. Sin embargo, en enero, el gobierno del
presidente Barack Obama relajó una serie de restricciones sobre empresas
estadounidenses con el fin de alentar el crecimiento del pequeño sector privado
de la isla.
Las búsquedas
que hagan los usuarios de Airbnb sobre Cuba ahora presentarán más de 1.000
propiedades en diversas partes de la isla, el 40% de ellas en La Habana y el
resto en destinos turísticos tales como Cienfuegos, ubicada a unas horas de
distancia en la costa sur. La compañía lleva tres meses enviando equipos de
representantes a Cuba para que firmen contratos con propietarios de casas, y
tiene planes para seguirse expandiendo en los próximos meses.
"Creemos que
Cuba podría convertirse en uno de los mercados más grandes de Airbnb en
Latinoamérica", dijo Kay Kuehne, director regional de la empresa. "De
hecho, estamos enchufándonos a una cultura de microempresas que ya existe en
Cuba. Los anfitriones en Cuba llevan décadas haciendo lo que acabamos de
empezar a hacer hace siete años".
Uno de los
elementos más desarrollados e importantes del sector empresarial de la isla es
una red de miles de habitaciones y casas para turistas de propiedad privada.
Luego de la crisis económica de la década de 1990 tras la desaparición de la
Unión Soviética, dicha red comenzó como una alternativa hogareña a los hoteles
operados por el Estado, que en general son lúgubres. Estas llamadas "casas
particulares", al estilo de los hostales que incluyen desayuno, se han
expandido hasta convertirse en un sector económico con opciones que van desde
pequeños apartamentos en el centro de La Habana hasta casas de playa con
múltiples habitaciones y elegante servicio de alimentos y recamareras.
El anuncio de
Airbnb es el más reciente de una serie de iniciativas empresariales
estadounidenses para ingresar a Cuba. En febrero, la IDT Corp., con sede en
Nueva Jersey, y la firma estatal de telecomunicaciones cubana ETECSA acordaron
conectar las llamadas telefónicas de Estados Unidos directamente al país
caribeño. Anteriormente eran trianguladas a través de otros países como Italia
y España.
Netflix y
MasterCard también han desbloqueado sus servicios en Cuba, pero sólo un puñado
de isleños tienen conexiones lo suficientemente rápidas como para bajar el
contenido de Netflix, y la mayoría de las empresas de tarjetas de crédito aún
prohíben las transacciones desde Cuba, lo que hace que la medida de MasterCard
sea en esencia simbólica.
Las acciones
emprendidas por Airbnb podrían ser el desarrollo más significativo en términos
de hacer que el dinero llegue a los bolsillos de los empresarios en la isla e
impulsarlos dentro de una economía estancada manejada por el Estado, una de las
metas más importantes detrás la decisión de Obama de mejorar las relaciones con
Cuba.
"Pensamos
que eso va a facilitar que el negocio prospere, en definitiva mejore. No sólo
nuestro negocio de cuentapropista, sino todo", dijo Israel Rivero, que es
dueño de un apartamento renovado en forma inmaculada en el centro de La Habana.
Cobra 25 dólares la noche por habitación, pero el precio subirá a 30 en Airbnb
para cubrir las cuotas y los costos por canje de divisas.
Kuehne dijo que
las autoridades cubanas y estadounidenses recibieron con beneplácito los planes
de Airbnb. Desde que se anunció el restablecimiento de relaciones, Cuba ha
pasado apuros para dar alojamiento a los viajeros, cuyo número ha aumentado.
Las visitas a la isla se han incrementado casi 20% en los últimos meses, la
mayoría de turistas no estadounidenses, y muchos hoteles están totalmente
reservados, en especial los pocos que tienen la capacidad de ofrecer un
servicio cercano a los estándares internacionales.
Por el momento,
los viajeros no estadounidenses no podrían usar Airbnb para hacer reservaciones
en Cuba.
Debido a que
persisten las restricciones impuestas por el embargo de Washington, la lista de
las viviendas disponibles en la isla sólo estará al alcance de turistas
estadounidenses que visiten bajo una de las 12 categorías aprobadas por el
gobierno de Estados Unidos para efectuar viajes legales, las cuales van desde
investigaciones profesionales hasta actividades religiosas.
Aunque
prácticamente todos los viajes desde Estados Unidos a Cuba requerían
anteriormente permisos individuales emitidos por el Departamento del Tesoro federal,
los cambios ordenados en enero lo transforman en un sistema en el que el
gobierno confía en la buena fe del público, ya que los turistas sólo llenan una
forma en la que afirman que su viaje a la isla es por uno de los propósitos que
sí están autorizados.
Un gran
inconveniente del negocio privado cubano de alojamiento ha sido la dificultad
de rentar desde el extranjero en una isla con una de las tasas más bajas de
penetración de internet en el mundo y un sistema telefónico con fallas
constantes. Aunque decenas de cibersitios tales como TripAdvisor tienen listas
de lugares para hospedarse, la mayoría sólo proporcionan números telefónicos o
direcciones de correo electrónico de los propietarios, en lugar de las ágiles
contrataciones en línea y reservaciones garantizadas que Airbnb ofrecerá, como
ya lo hace en más de 190 países.
"Nuestro
plan es hacerlo sustancialmente más fácil", dijo Kuehne.
Aunque eso puede
aplicarse a los viajeros, los propietarios aún tienen que hacer frente a la
falta de acceso a internet en toda la isla. La mayoría tendrán que recurrir a
centros de cómputo operados por el Estado, los cuales son caros, o a vestíbulos
de hoteles con el fin de verificar reservaciones.
Y como gran
parte del sistema bancario internacional está fuera del alcance de los cubanos
debido a las sanciones de Estados Unidos, los propietarios dependerán de amigos
o de socios para recibir pagos de Airbnb en cuentas bancarias no
estadounidenses.
Collin Laverty,
propietario de Cuba Educational Travel, una de las firmas más grandes que
organizan excursiones turísticas a Cuba, dijo que los dueños de viviendas ya
han estado invirtiendo en comodidades tales como aire acondicionado central y
mayor presión del agua con el fin de poder cobrar bastante más que 25 dólares
la noche por los servicios básicos.
"Uno está
empezando a ver sitios que pueden competir con hoteles de tres y cuatro
estrellas", señaló.