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martedì 25 novembre 2014
Incontri
Sul mio sito: ho aperto una nuova pagina dedicata agli incontri più significativi fatti tra il 2011 e oggi, tra Cuba e Miami.
Annunciato vaccino contro il colera
Fonte Cubacontemporanea
Cuba anuncia vacuna contra el cólera para 2015
Por
Redacción
24 Nov
2014 - 9:55am
Cuba espera contar en 2015 con una vacuna preventiva contra el cólera y el
neumococo, y otra terapéutica contra la hepatitis B, informó el vicepresidente
del grupo BioCubaFarma, Gustavo Sierra González.
En
declaraciones que publicó el fin de semana el diario Juventud Rebelde, Sierra
González precisó que la vacuna contra el cólera, aún en ensayo clínico, es un
producto altamente novedoso, muy seguro y de gran eficacia, cuyo registro
médico sanitario debe materializarse el próximo año.
“A partir
de 2015 comenzaremos a proteger a toda la población del país y ya nos
preparamos para aumentar su elaboración y exportarla a otras naciones e incluso
entregarla a la Organización Mundial de la Salud”, adelantó.
Entre los
avances de 2014 mencionó, además, la vacuna contra siete tipos de neumococo.
“Realizamos un ensayo clínico en niños de entre uno y cinco años y nos permitió
avizorar buena respuesta, por ello es altamente probable que los pequeños con
esta edad comiencen el año próximo a vacunarse”, explicó el directivo al diario
nacional.
“Nos queda
trabajar fuertemente para en un plazo menos corto lograr resultados y
aplicarlas en bebés lactantes, porque son muy susceptibles, y también en los
más ancianos, quienes tienen altos riesgos de contraer neumonía”, añadió.
Sierra
González se refirió, además, a la futura aplicación de una vacuna nasal contra
la hepatitis B. “Es mejor que los productos antivirales y el interferón para
mejorar la calidad de vida de estas personas y evitar la cirrosis o la muerte”,
destacó.
Según la
publicación, la hepatitis B es un padecimiento prácticamente controlado en Cuba
gracias a la vacuna preventiva, pero todavía hay un grupo de pacientes con la
enfermedad, quienes mejorarán notablemente con este medicamento.
lunedì 24 novembre 2014
Pedro Vargas all'Avana, di Ciro Bianchi Ross
Pubblicato su Juventud Rebelde del 23/11/14
Anche
dall’altra parte
Vargas fue una especie de puente musical entre Cuba y México. A partir
de 1940 visitó la Isla por lo menos una vez al año. Por eso Cristóbal
Díaz Ayala, musicógrafo cubano radicado en Puerto Rico, lo define como
“casi nuestro”. Siempre que se disponía a venir, pedía a Lara y a
otros compositores importantes que le entregasen sus últimas
producciones para estrenarlas en Cuba, e igual pedido hacía a
creadores cubanos al regresar a México. En 1946, el compositor cubano
Bobby Collazo, autor, entre otras melodías, de Tenía que ser así y
Vivir de los recuerdos, está en México y se dispone a viajar a Santo
Domingo. Vargas le pide una canción y Collazo se la escribe a la
carrera. Cuando Collazo llega a su destino ya La última noche es un
éxito. Otro cubano, Fernando Mulens, compositor de esos boleros
emblemáticos que son Qué te pedí y De corazón a corazón, fue su
pianista acompañante durante años.
Cuba, en los años 30 del siglo pasado, fue invadida por el tango.
Conocerá a lo largo de la década siguiente la irrupción de la música
mexicana. La encabeza Jorge Negrete, muy famoso gracias al cine y que
visita la Isla en dos ocasiones. Le siguen y gozan de amplio arraigo
Tito Guizar, Pepe Guizar y sus Caporales, Pedro Infante, Chucho
Martínez Gil, Los Cuate Castilla, Toña la Negra, Amalia Mendoza y
Miguel Aceves Mejía, entre otros muchos. Los Pancho, que generaron una
legión enorme de imitadores, contaban, aún en los 70, con un programa
fijo en la radio nacional y cualquier cubano podía repetir sin la
menor vacilación Noche de ronda, de Agustín Lara, y tararear aquello
del propio compositor de “en tus ojeras se ven las palmeras /
borrachas de sol”. Antes había estado en La Habana José Mojica. Vino
por primera vez en 1931 y volvió al menos tres veces en los años 50.
También del otro lado
Pero si hubo una presencia en Cuba de la música mexicana, la cubana se
hizo sentir del otro lado del golfo. El ya aludido Díaz Ayala analiza
el fenómeno en su libro Cuando salí de La Habana (Puerto Rico, 2001).
El cine mexicano cobró importancia a partir de la cinta El rancho
grande (1936). Explotaba el paisaje y la música del bello país. La
producción cinematográfica azteca se incrementó y extendió su fama por
todo el continente; incluía cantidades generosas de música en cada
película. Filmes que abordaban en su mayoría el tema rural y se valían
de rancheras y corridos. La cosa se complica cuando la temática se
amplía al tema urbano y se da entrada al bolero. En los años 40 se
producen en México casi mil películas. Los compositores del patio eran
prolíferos, pero no daban abasto, más cuando aparte de boleros debían
crear guarachas y rumbas necesarias en cintas que, en su mayoría, se
ambientaban en cabarets.
Cuba, escribe Díaz Ayala, acudió a llenar el vacío. El cine y la
escena mexicana se desbordaron con rumberas cubanas como María
Antonieta Pons, Ninón Sevilla, Lina Salomé, Olga Chaviano, Rosa
Carmina, Amalia Aguilar, las Dolly Sisters y muchas más. Para ellas, y
también para la rumbera mexicana Meche Barba y Tongolele, de origen
tahitiano, se necesitaba la percusión que aportaron los cubanos.
Intérpretes mexicanos como Juan Arvizu y Toña la Negra grabaron discos
con el respaldo de orquestas cubanas. También lo hizo Pedro Vargas,
que utilizó agrupaciones como Casino de la Playa, Riverside y
Cosmopolita para realizar sus discos con la Víctor.
Un artista cubano o de paso por Cuba no se sentía enteramente
consagrado si no se hacía fotografiar por Armand --Armando Hernández
López-- el más famoso retratista cubano de los años 40 y 50 del siglo
pasado, conocido como El fotógrafo de las estrellas. Pedro Vargas, en
una de sus estancias habaneras, no resistió la tentación y visitó al
artista del lente en su estudio de Línea entre H e I, en el Vedado.
Capricho cubano
Las presentaciones iniciales de Vargas en La Habana deben haber tenido
lugar en el viejo Teatro
Neptuno, de Heliodoro García, donde también actuó Agustín Lara. Supone
el escribidor que actuó en la capital cubana por última vez en marzo
de 1959, en el cabaret del hotel Capri. Presentaba ese centro nocturno
la producción Capricho cubano, con las actuaciones de la
puertorriqueña Lucy Fabery y los cubanos Fernando Álvarez y Raquel
Bardisa, y la presencia de Vargas, durante dos semanas, propició allí
un lleno completo.
Entre una presentación y otra, actuó muchas veces en el Teatro
América. Pedro Urbezo, historiador del coliseo de la calle Galiano, en
su libro El teatro América y su entorno mágico (2011) recoge
puntualmente las presentaciones del mexicano.
El América se inauguró el 29 de marzo de 1941. Poco después, en la
semana del 22 de septiembre, el primer espectáculo o variedad musical
que acogió ese teatro estuvo a cargo del famoso tenor, acompañado por
el pianista Pepe Agüero y la orquesta de Alfredo Brito. Hizo, de lunes
a sábado, dos apariciones diarias: una a las 5:30 de la tarde y la
otra a las 9:30 de la noche, y el domingo, además de esas
presentaciones habituales, otra a las dos de la tarde.
Tanto éxito tuvo, dice Urbezo, que pese a sus compromisos con
radioemisoras cubanas volvió al escenario del América para una función
especial, el 3 de octubre de ese año.
Vargas hace una nueva presentación el 23 de enero de 1942, otra vez
acompañado por el pianista Pepe Agüero y la orquesta de Alfredo Brito.
Escribe Urbezo: “Los asiduos al América daban muestras de admiración y
cariño al tenor mexicano con repetidos aplausos”.
En 1945 llega Pedro Vargas de nuevo a Cuba. Está de paso. Pero no
quiere dejar de hacerse presente en el espectáculo de variedades que
artistas de la CMQ presentan, durante una semana, en el América.
Participa en las jornadas del sábado y el domingo. Ese día, en la
función de la noche, se despide del público habanero que, de pie, lo
aplaude a rabiar. La ovación emociona al artista que, con voz
entrecortada, expresa su habitual “muy agradecido, muy agradecido, muy
agradecido”, promete volver en cuanto sus compromisos se lo permitan.
Vuelve realmente. No podía dejar de cumplir su promesa. Lo hace en la
semana del 21 al 27 de enero de 1946. Lo acompañan en la escena
Ignacio Villa (Bola de Nieve), Fernando Mulens y la orquesta
Cosmopolita.
Tiene compromisos ineludibles con el Circuito CMQ y sale de la
cartelera para ser sustituido por Libertad Lamarque. La Novia de
América se despide de su público en la función de las 9:30 de la noche
del domingo 3 de febrero, luego de haber provocado llenos completos en
el teatro. En la semana del 4 al 7 regresa Pedro Vargas. Lo acompaña
el cubano René Cabel y hace con él un dúo ocasional que, escribe
Urbezo en su libro aludido, “arrancó exclamaciones de entusiasmo y
admiración”. Añade: “Retemblaron las paredes del moderno coliseo con
los gritos de entusiasmo y los atronadores aplausos. ¿Estaría
escuchando Enrique Claudín, el Fantasma, desde los sótanos del
teatro?”.
Prosigue Pedro Urbezo:
“Y, para cerrar aquel ciclo memorable, la siguiente semana, del 11 al
17, cantó Pedro Vargas con otra grande de la escena que por primera
vez actuaba en el América: la actriz y cancionera cubana Rita
Montaner. Intervinieron en el show, además, René de Montemar, Fernando
Mulens y la orquesta Cosmopolita con la animación de Rolando Ochoa”.
Su chorro de voz inagotable
Pedro Vargas amó mucho a La Habana. Dejó, con su presencia y sus
canciones, un buen recuerdo en la Isla, en los que tuvieron el
privilegio de escucharlo en vivo, en los que lo conocieron.
Rosa Fornés, que durante siete años consecutivos fue la primera
vedette de México y que dejó de serlo solo cuando la prensa mexicana
la proclamó como la primera vedette de América, compartió con Vargas
el escenario del teatro Tívoli, de la Ciudad de México. Hoy, en su
residencia habanera, la Fornés vive rodeada de sus recuerdos mexicanos
y conserva en uno de sus salones las fotos de mucha de la gente a la
que quiso, entre ellas Cantinflas, que tanto y tan en vano la
pretendió, Jorge Negrete, Pedro Infante y, por supuesto, Pedro Vargas,
fijo aún en la mente de la estrella con “su chorro de voz inagotable”.
Ciro Bianchi Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
Pedro Vargas e Benny Moré
cantarono in duetto all’Avana. Giorni prima della registrazione, il messicano
fa avera la cubano le partiture dei numeri che interpreteranno col proposito
che le studi. Giunge il giorno dell’incontrone sul punto di cominciare a incidere,
Vargas vuole esaminare la musica col Benny al fine di segnarla e stabilire chi
entra per primo e chi dopo, chi sarà la prima voce in determinati passaggi e
chi la seconda.
Benni Moré, il cosiddetto
Barbaro del Ritmo (Barbaro a Cuba non è dispregiativo, anzi il contrario,
n.d.t.), rifiuta la richiesta del Tenore delle Americhe.
-Maestro, questo per me è
cinese...ino non conosco la musica- dice Benny sorridendo.
-Come canteremo in duetto,
allora, se non conosce la musica? Come saprà, lei, in che momento dovrà
entrare?- Domanda vargas.
-Quando me lo chieda il
cervello, Maestro- risponde Benny, ma gli intenditori sono d’accordo che dette
al messicano una risposta incompleta. Avrebbe dovuto dire: il cervello, il
cuore, il sentimento...fino all’ultima molecola di quell’essere intrinsecamente
musicale che era Benny Moré. Risposta mutilata a parte, il caso è che in
quell’occasione incisero Obsesión y
perdón e raggiunsero con questa due dei migliori duetti della musica
popolare.
Los criba porta a colazione
questo aneddoto con motivo dell’omaggio che Cuba rese, mesi orsono, a Pedro
vargas in occasione del 25° anniversari della sua morte. Lo si ricordò nelle
giornate della XXV edizione del Festival Internazionale Boleros de Oro, alla
presenza di parenti stretti dell’artista, venuti per l’occasione e si dette il
suo nome alla suite dell’Hotel Nacional che occupava abitualmente durante i
suoi soggiorni avaneri, si esibirono alcune delle sue pellicole e un busto del
cantante venne installato nell’Avenida del Puerto, molto vicino alla statua che
ricorda il compositore Agustín Lara, suo grande amico.
Un
messicano quasi nostro
Vargas fu una specie di
ponte musicale fra Cuba e Messico. A partire dal 1940, visitò l’Isola almeno
una volta l’anno. Per questo, Cristobal Ayala, musicologo cubano residente a
Portorico, lo definisce come “quasi nostro”. Sempre, quando si preparava a
venire, chiedeva a Lara e ad altri compositori importanti che gli consegnassero
le loro ultime produzioni per fare la prima esibizione a Cuba. La stessa
richiesta la faceva ai compositori cubani al suo ritorno in Messico. Nel 1946,
il compositore cubano Bobby Collazo autore, fra altre melodie, di Tení que ser así e Vivír de los recuerdos, è in
Messico e si prepara a partire per Santo Domingo. Varegas gli chiede una
canzone e collazo glie la scrive di corsa. Quando Collazo giunge a
destinazione, La última noche è già
un successo. Un altro cubano, Fernando Mulens, compositore di boleri
emblematici quali Qué te pedí e De corazón a corazón, fu il suo accompagnatore
al piano per molti anni.
Cuba, negli anni ’30 del
secolo scorso, fu invasa dal tango. Conoscerà lungo la decade seguente
l’irruzione della musica messicana. La capeggiava Jorge Negrete, molto famoso
grazie al cine e che visita l’Isola in due occasioni. Lo seguono e godono di
grande presa Tito Guizar, Pepe Guizar y sus Caporales, Pedro Infante, Chucho
Martínez Gíl, Los Cuate Castilla, Toña la Negra, Amalia Mendoza e Miguel Aceves
Mejía, fra i molti altri Los Panchos che
generarono un’enorme legione di imitatori contavano, ancora nei ’70, di un
programma fisso alla radio nazionale e qualunque cubano poteva ripetere senza
indugi Noche de ronda e canticchiare
la strofa dello stesso compositore “nelle tue occhiate si vedono i
palmeti/ubriachi di sole”. Prima era venuto all’Avana José Mojíca. Venne per la
prima volta nel 1931 e tornò almeno tre volte negli anni ’50.
Però se ci fu una presenza a
Cuba della musica messicana, la cubana si fece sentire dall’altra parte del
golfo. Il già citato Díaz Ayala analizza il fenomeno nel suo libro Cuando salí de La Habana (Portorico,
2001).
Il cine messicano prese
importanza a partire della pellicola El
rancho grande (1936). Sfruttava il paesaggio e la musica del bel Paese. La
produzione cinematografica azteca si incrementò ed estese la sua fama per tutto
il continente, includeva quantità generose di musica in ogni pellicola. Film che
abbordavano, nella maggior parte, il tema rurale e si valevano di rancheras e corridos (generi musicali tipici, n.d.t.) La cosa si complica
quando si da entrata al tema urbano e si da ingresso al bolero. Negli anni ’40
si producono, in Messico, quasi mille pellicole. I compositori di casa erano
prolifici, ma non erano sufficienti, più quando oltre ai boleri dovenao creare gurachas e rumbas, necessarie in fim che
nella loro magggioranza erano ambientati in cabaret.
Cuba, scrive Díaz Ayala,
accorse a riempire i vuoti. Il cine e la scena messicana traboccavano di rumberas cubane come María Antonieta
Pons, Ninón Sevilla, Lina Salomé, Olga Chaviano, Rosa Carmína, Amalia Aguílar,
las Dolly Sisters e molte altre. Per loro e anche per la rumbera messicana Meche Barba e Tongolele, tahitiana di origine,
c’era bisogno della percussione che apportavano i cubani.
Interpreti messicani come
Juan Arvizu e Toña la Negra, incisero dischi con l’apporto di orchestre cubane.
Lo fece anche Pedro Vargas che utilizzò complessi come Casino de la Playa,
Riverside e Cosmopolita per realizzare i suoi dische con la Victor.
Un artista cubano o di
passaggio da Cuba non si sentiva completamente consacrato se non si faceva
fotografare da Armand – Armando Hernàndez López – il più famoso ritrattista
cubano degli anni ’40 e ’50 del secolo scorso, conosciuto come Il fotografo
delle stelle. Pedro Vargas, in uno dei suoi soggiorni avaneri, non resistette
alla tentazione e visitò l’artista dell’obbiettivo nel suo studio di Linea, fra
H e I, nel Vedado.
Capriccio
cubano
Le rappresentazioni iniziali
di vargas all’Avana devono aver avuto luogo nel vecchio Teatro Neptuno, di
Heliodoro García, dove attuò anche Agustín Lara. Lo scriba suppone che attuò
peer l’ultima volta nella capitale cubana nel marzo del 1959, al cabaret
dell’hotel Capri. Questo centro notturno presentava la produzione Capricho cubano, con l’attuazione della
portoricana Lucy Fabery e dei cubani Fernando Álvarez e Raquel Bardisa. La
presenza di vargas per due settimane, garantì un tutto esaurito.
Fra una presentazione e
l’altra, attuò molte volte nel Teatro América. Pedro Urbezo, storico del
colosseo della calle Galiano, nel suo libro El teatro América y su entorno mágico (2011) raccoglie puntualmente
le rappresentazioni del messicano.
L’América si inaugurò il 29
marzo del 1941. Poco dopo, nella settimana del 22 settembre, il primo
spettacolo o varietà musicale che accolse questo teatro fu a carico del famoso
tenore accompagnato dal pianista Pepe Agüero e l’orchestra di Alfredo Brito, da
lunedí a sabato, due apparizioni al giorno: Una alle 17.30 e l’altra alle 21.30
e la domenica, oltre a queste normali, un’altra alle 14.00.
Ha avuto tanto successo,
dice Urbezo che nonostante i suoi impegni con emittenti radio cubane, tornò al
palco dell’América per una funzione speciale, il 3 ottobre di quell’anno.
Vargas fa una nuova
presentazione il 23 gennaio del 1942, ancora accompagnato dal pianista Pepe
Agüero e l’orchestra di Alfredo Brito. Urbezo scrive: “Gli assidui dell’América
dvano segno di ammirazione e simpatia al tenore messicano con ripetuti
applausi”.
Nel 1945 Pedro Vargas arriva
nuoivamente a Cuba. È di passaggio. Ma non vuole evitare di presentarsi nello
spettacolo di varietà che artisti della CMQ presentano, per una settimana,
nell.América. partecipoa nei giorni di sabato e domenica. Quest’ultimo giorno,
nella funzione serale, si accomiata dal pubblico avanero che, in piedi, lo
applaude furiosamente. L’ovazione emoziona l’artista che con voce rotta esprime
il suo abituale “molt grazie, molte grazie”, promette di tornare quando is uoi
impegni glie lo consentano. Torna veramente. Non poteva non compiere la
promessa. Lo fa nella settimana dal 21 al 27 gennaio del 1946. Lo accompagnano
sulla scena Ignacio Villa (Bola de Nieve), Fernando Mulens e l’orchestra
Cosmopolita.
Ha impegni ineludibili col
circuito CMQ ed esce dalla locandina per essere sostituito da Libertad
Lamarque. La fidanzata d’America si accomiata dal suo pubblico nella funzione
delle 21.30 della domenica 3 di febbraio dopo aver causato il tutto esaurito
nel teatro. Nella settimana dal 4 al 7 torna Pedro Vargas. Lo accompagna il
cubano René Cabel e con lui fa un duetto eccezionale di cui scrive Urbezo nel
suo libro: “strappò accalamazioni d’entusiasmo e ammirazione”. Aggiunge:
“tremavano le pareti del moderno colosseo con le grida d’entusiasmo e gli
applausi scroscianti. Enrique Claudin, sarebbe stato ascoltando il Fantasma,
dai sotterranei del tatro?”.
Prosegue Pedro Urbezo: “E
per chiudere quel ciclo memorabile, la settimana seguente, dall’11 al 17, Pedro
vargas cantò con un’altra grande della scena che per la prima volta attuava
nell’América: l’attrice e cantante cubana Rita Montaner. Intervennero nello
show, inoltre, René de Montemar, Fernando Mulens e l’orchestra Cosmopolita con
l’animazione di Rolando Ochoa.
Il
suo getto inesauribile di voce
Pedro vargas amò molto
l’Avana. Con la sua presenza e le sue canzoni, lasciò un buon ricordo
nell’Isola, in quelli che ebbero il privilegio di acoltarlo dal vivo, in quelli
che lo conobbero.
Rosa Fornés che per sette
anni consecutivi fu la prima vedette del Messico e che smise di esserlo solo
quando la stampa messicana la proclamò come prima vedette d’America, compartí
con Vargas lo scenario del teatro Tivoli, di Città del Messico. Oggi, nella sua
residenza avanera, la Fornés, vive circondata dai suoi ricordi messicani e
conserva in uno dei suoi saloni le foto di molte persone che amò, fra loro
Cantinflas che tanto e tanto vanamente la pretese, Jorge Negrete, Pedro Infante
e, naturalmente, Pedro Vargas, ancora fisso nella mente della stella con il suo
“getto inesauribile di voce”.
Pedro Vargas en La Habana
Ciro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu
22 de Noviembre del 2014 19:43:52 CDT
Pedro Vargas y Benny Moré cantarían a dúo en La Habana. Días antes de
la grabación, el mexicano da al cubano las partituras de los números
que interpretarán con el propósito de que las estudie. Llega el día
del encuentro y ya a punto de comenzar a grabar, Vargas quiere
examinar la música con el Benny a fin de marcarla y establecer quién
entrará primero y quién después y quién será voz prima en determinados
pasajes y quién la voz segunda.
Benny Moré, el llamado Bárbaro del Ritmo, rechaza el ofrecimiento del
Tenor de las Américas.
--Maestro, eso es chino para mí... Yo no sé música --dice Benny y sonríe.
--¿Cómo cantaremos a dúo entonces? Si no sabe música, ¿cómo sabrá en
qué momento tiene usted que entrar? --inquiere Vargas.
--Cuando me lo pida el cerebro, Maestro --responde Benny, pero los
entendidos están de acuerdo en que dio al mexicano una respuesta
incompleta. Debió haber dicho el cerebro, el corazón, el sentimiento...
hasta la última partícula de aquel ser intrínsecamente musical que era
Benny Moré. Contestación truncada aparte, el caso es que en aquella
ocasión grabaron Obsesión y Perdón y lograron con estas dos de los
mejores dúos de la música popular.
El escribidor trae a colación esa anécdota con motivo del homenaje
que, meses atrás, rindió Cuba a Pedro Vargas en ocasión del
aniversario 25 de su fallecimiento. Se le recordó en las jornadas de
la XXV edición del Festival Internacional Boleros de Oro. En presencia
de familiares allegados del artista, venidos para la ocasión, se dio
su nombre a la suite del Hotel Nacional en la que se alojaba
generalmente durante sus estancias habaneras, se exhibieron algunas de
sus películas y un busto del cantante quedó emplazado en la Avenida
del Puerto, muy cerca de la estatua que recuerda al compositor Agustín
Lara, su gran amigo.
Un mexicano casi nuestro
Ciro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu
22 de Noviembre del 2014 19:43:52 CDT
Pedro Vargas y Benny Moré cantarían a dúo en La Habana. Días antes de
la grabación, el mexicano da al cubano las partituras de los números
que interpretarán con el propósito de que las estudie. Llega el día
del encuentro y ya a punto de comenzar a grabar, Vargas quiere
examinar la música con el Benny a fin de marcarla y establecer quién
entrará primero y quién después y quién será voz prima en determinados
pasajes y quién la voz segunda.
Benny Moré, el llamado Bárbaro del Ritmo, rechaza el ofrecimiento del
Tenor de las Américas.
--Maestro, eso es chino para mí... Yo no sé música --dice Benny y sonríe.
--¿Cómo cantaremos a dúo entonces? Si no sabe música, ¿cómo sabrá en
qué momento tiene usted que entrar? --inquiere Vargas.
--Cuando me lo pida el cerebro, Maestro --responde Benny, pero los
entendidos están de acuerdo en que dio al mexicano una respuesta
incompleta. Debió haber dicho el cerebro, el corazón, el sentimiento...
hasta la última partícula de aquel ser intrínsecamente musical que era
Benny Moré. Contestación truncada aparte, el caso es que en aquella
ocasión grabaron Obsesión y Perdón y lograron con estas dos de los
mejores dúos de la música popular.
El escribidor trae a colación esa anécdota con motivo del homenaje
que, meses atrás, rindió Cuba a Pedro Vargas en ocasión del
aniversario 25 de su fallecimiento. Se le recordó en las jornadas de
la XXV edición del Festival Internacional Boleros de Oro. En presencia
de familiares allegados del artista, venidos para la ocasión, se dio
su nombre a la suite del Hotel Nacional en la que se alojaba
generalmente durante sus estancias habaneras, se exhibieron algunas de
sus películas y un busto del cantante quedó emplazado en la Avenida
del Puerto, muy cerca de la estatua que recuerda al compositor Agustín
Lara, su gran amigo.
Un mexicano casi nuestro
Vargas fue una especie de puente musical entre Cuba y México. A partir
de 1940 visitó la Isla por lo menos una vez al año. Por eso Cristóbal
Díaz Ayala, musicógrafo cubano radicado en Puerto Rico, lo define como
“casi nuestro”. Siempre que se disponía a venir, pedía a Lara y a
otros compositores importantes que le entregasen sus últimas
producciones para estrenarlas en Cuba, e igual pedido hacía a
creadores cubanos al regresar a México. En 1946, el compositor cubano
Bobby Collazo, autor, entre otras melodías, de Tenía que ser así y
Vivir de los recuerdos, está en México y se dispone a viajar a Santo
Domingo. Vargas le pide una canción y Collazo se la escribe a la
carrera. Cuando Collazo llega a su destino ya La última noche es un
éxito. Otro cubano, Fernando Mulens, compositor de esos boleros
emblemáticos que son Qué te pedí y De corazón a corazón, fue su
pianista acompañante durante años.
Cuba, en los años 30 del siglo pasado, fue invadida por el tango.
Conocerá a lo largo de la década siguiente la irrupción de la música
mexicana. La encabeza Jorge Negrete, muy famoso gracias al cine y que
visita la Isla en dos ocasiones. Le siguen y gozan de amplio arraigo
Tito Guizar, Pepe Guizar y sus Caporales, Pedro Infante, Chucho
Martínez Gil, Los Cuate Castilla, Toña la Negra, Amalia Mendoza y
Miguel Aceves Mejía, entre otros muchos. Los Pancho, que generaron una
legión enorme de imitadores, contaban, aún en los 70, con un programa
fijo en la radio nacional y cualquier cubano podía repetir sin la
menor vacilación Noche de ronda, de Agustín Lara, y tararear aquello
del propio compositor de “en tus ojeras se ven las palmeras /
borrachas de sol”. Antes había estado en La Habana José Mojica. Vino
por primera vez en 1931 y volvió al menos tres veces en los años 50.
También del otro lado
Pero si hubo una presencia en Cuba de la música mexicana, la cubana se
hizo sentir del otro lado del golfo. El ya aludido Díaz Ayala analiza
el fenómeno en su libro Cuando salí de La Habana (Puerto Rico, 2001).
El cine mexicano cobró importancia a partir de la cinta El rancho
grande (1936). Explotaba el paisaje y la música del bello país. La
producción cinematográfica azteca se incrementó y extendió su fama por
todo el continente; incluía cantidades generosas de música en cada
película. Filmes que abordaban en su mayoría el tema rural y se valían
de rancheras y corridos. La cosa se complica cuando la temática se
amplía al tema urbano y se da entrada al bolero. En los años 40 se
producen en México casi mil películas. Los compositores del patio eran
prolíferos, pero no daban abasto, más cuando aparte de boleros debían
crear guarachas y rumbas necesarias en cintas que, en su mayoría, se
ambientaban en cabarets.
Cuba, escribe Díaz Ayala, acudió a llenar el vacío. El cine y la
escena mexicana se desbordaron con rumberas cubanas como María
Antonieta Pons, Ninón Sevilla, Lina Salomé, Olga Chaviano, Rosa
Carmina, Amalia Aguilar, las Dolly Sisters y muchas más. Para ellas, y
también para la rumbera mexicana Meche Barba y Tongolele, de origen
tahitiano, se necesitaba la percusión que aportaron los cubanos.
Intérpretes mexicanos como Juan Arvizu y Toña la Negra grabaron discos
con el respaldo de orquestas cubanas. También lo hizo Pedro Vargas,
que utilizó agrupaciones como Casino de la Playa, Riverside y
Cosmopolita para realizar sus discos con la Víctor.
Un artista cubano o de paso por Cuba no se sentía enteramente
consagrado si no se hacía fotografiar por Armand --Armando Hernández
López-- el más famoso retratista cubano de los años 40 y 50 del siglo
pasado, conocido como El fotógrafo de las estrellas. Pedro Vargas, en
una de sus estancias habaneras, no resistió la tentación y visitó al
artista del lente en su estudio de Línea entre H e I, en el Vedado.
Capricho cubano
Las presentaciones iniciales de Vargas en La Habana deben haber tenido
lugar en el viejo Teatro
Neptuno, de Heliodoro García, donde también actuó Agustín Lara. Supone
el escribidor que actuó en la capital cubana por última vez en marzo
de 1959, en el cabaret del hotel Capri. Presentaba ese centro nocturno
la producción Capricho cubano, con las actuaciones de la
puertorriqueña Lucy Fabery y los cubanos Fernando Álvarez y Raquel
Bardisa, y la presencia de Vargas, durante dos semanas, propició allí
un lleno completo.
Entre una presentación y otra, actuó muchas veces en el Teatro
América. Pedro Urbezo, historiador del coliseo de la calle Galiano, en
su libro El teatro América y su entorno mágico (2011) recoge
puntualmente las presentaciones del mexicano.
El América se inauguró el 29 de marzo de 1941. Poco después, en la
semana del 22 de septiembre, el primer espectáculo o variedad musical
que acogió ese teatro estuvo a cargo del famoso tenor, acompañado por
el pianista Pepe Agüero y la orquesta de Alfredo Brito. Hizo, de lunes
a sábado, dos apariciones diarias: una a las 5:30 de la tarde y la
otra a las 9:30 de la noche, y el domingo, además de esas
presentaciones habituales, otra a las dos de la tarde.
Tanto éxito tuvo, dice Urbezo, que pese a sus compromisos con
radioemisoras cubanas volvió al escenario del América para una función
especial, el 3 de octubre de ese año.
Vargas hace una nueva presentación el 23 de enero de 1942, otra vez
acompañado por el pianista Pepe Agüero y la orquesta de Alfredo Brito.
Escribe Urbezo: “Los asiduos al América daban muestras de admiración y
cariño al tenor mexicano con repetidos aplausos”.
En 1945 llega Pedro Vargas de nuevo a Cuba. Está de paso. Pero no
quiere dejar de hacerse presente en el espectáculo de variedades que
artistas de la CMQ presentan, durante una semana, en el América.
Participa en las jornadas del sábado y el domingo. Ese día, en la
función de la noche, se despide del público habanero que, de pie, lo
aplaude a rabiar. La ovación emociona al artista que, con voz
entrecortada, expresa su habitual “muy agradecido, muy agradecido, muy
agradecido”, promete volver en cuanto sus compromisos se lo permitan.
Vuelve realmente. No podía dejar de cumplir su promesa. Lo hace en la
semana del 21 al 27 de enero de 1946. Lo acompañan en la escena
Ignacio Villa (Bola de Nieve), Fernando Mulens y la orquesta
Cosmopolita.
Tiene compromisos ineludibles con el Circuito CMQ y sale de la
cartelera para ser sustituido por Libertad Lamarque. La Novia de
América se despide de su público en la función de las 9:30 de la noche
del domingo 3 de febrero, luego de haber provocado llenos completos en
el teatro. En la semana del 4 al 7 regresa Pedro Vargas. Lo acompaña
el cubano René Cabel y hace con él un dúo ocasional que, escribe
Urbezo en su libro aludido, “arrancó exclamaciones de entusiasmo y
admiración”. Añade: “Retemblaron las paredes del moderno coliseo con
los gritos de entusiasmo y los atronadores aplausos. ¿Estaría
escuchando Enrique Claudín, el Fantasma, desde los sótanos del
teatro?”.
Prosigue Pedro Urbezo:
“Y, para cerrar aquel ciclo memorable, la siguiente semana, del 11 al
17, cantó Pedro Vargas con otra grande de la escena que por primera
vez actuaba en el América: la actriz y cancionera cubana Rita
Montaner. Intervinieron en el show, además, René de Montemar, Fernando
Mulens y la orquesta Cosmopolita con la animación de Rolando Ochoa”.
Su chorro de voz inagotable
Pedro Vargas amó mucho a La Habana. Dejó, con su presencia y sus
canciones, un buen recuerdo en la Isla, en los que tuvieron el
privilegio de escucharlo en vivo, en los que lo conocieron.
Rosa Fornés, que durante siete años consecutivos fue la primera
vedette de México y que dejó de serlo solo cuando la prensa mexicana
la proclamó como la primera vedette de América, compartió con Vargas
el escenario del teatro Tívoli, de la Ciudad de México. Hoy, en su
residencia habanera, la Fornés vive rodeada de sus recuerdos mexicanos
y conserva en uno de sus salones las fotos de mucha de la gente a la
que quiso, entre ellas Cantinflas, que tanto y tan en vano la
pretendió, Jorge Negrete, Pedro Infante y, por supuesto, Pedro Vargas,
fijo aún en la mente de la estrella con “su chorro de voz inagotable”.
Ciro Bianchi Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
domenica 23 novembre 2014
sabato 22 novembre 2014
venerdì 21 novembre 2014
Prossimo il 42° anniversario de La Nueva Trova Cubana
Pubblicato da Clodoaldo Parada su Face Book
Queridos amigos, el 2 de Diciembre de 1972 fue la
fecha en que se fundó en la ciudad de Manzanillo, el Movimiento de la Nueva
Trova Cubana. Insospechado era entonces pensar que 42 años después, dicho
Movimiento fuera considerado como uno de los hechos artísticos más importantes
dentro de la canción de habla hispana del pasado siglo.
De aquel puñado de jóvenes trovadores, sólo unos pocos lograron traspasar con
sus canciones las fronteras de la isla y llevar, en nombre de todos, aquella
bandera artística en la cual creíamos y en la que todavía hoy algunos creemos.
Es por eso que el próximo sábado 6 de diciembre, ofreceré un recital en Uhlalá Cafe Concert de esta ciudad de Santa Fe, donde interpretaré canciones de los más conocidos trovadores cubanos y de otros que no son conocidos por el público internacional, pero que dejaron canciones fundamentales en el quehacer trovadoresco cubano.
Será también un recuento de vivencias y anécdotas, pues muchos de los interpretados son personas con las que me unen lazos de amistad casi añejos.
Habría mucho para cantar en una noche así, pero yo los espero con sólo un puñado de canciones que creo sean suficientes para describir lo que dejaron como legado a las músicas nuestras, aquel grupo de jóvenes que una vez fundaron lo que fue el Movimiento de la Nueva Trova Cubana.
Nos vemos el sábado 6 de diciembre en Uhlalá.
Un abrazo cubano a todos.
Es por eso que el próximo sábado 6 de diciembre, ofreceré un recital en Uhlalá Cafe Concert de esta ciudad de Santa Fe, donde interpretaré canciones de los más conocidos trovadores cubanos y de otros que no son conocidos por el público internacional, pero que dejaron canciones fundamentales en el quehacer trovadoresco cubano.
Será también un recuento de vivencias y anécdotas, pues muchos de los interpretados son personas con las que me unen lazos de amistad casi añejos.
Habría mucho para cantar en una noche así, pero yo los espero con sólo un puñado de canciones que creo sean suficientes para describir lo que dejaron como legado a las músicas nuestras, aquel grupo de jóvenes que una vez fundaron lo que fue el Movimiento de la Nueva Trova Cubana.
Nos vemos el sábado 6 de diciembre en Uhlalá.
Un abrazo cubano a todos.
Principio del formulario
Corrispondenza col sig. Angelo Colnaghi
Con il consenso del sig. Angelo Colnaghi trascrivo lo scambio epistolare avuto, nel caso l'argomento possa interessare qualche altro lettore.
Egr. SIg. Vecchio,
secondo la sua opinione è ipotizzabile, una volta lì, alll'habana o in cuba, dedicarsi (esclusivamente o non solo) con profitto ad attività intellettuali nell'ambito della comunicazione, dell'educazione e del sociale?
Come si gestiscono i rapporti con la gente o con le autorità per chi straniero è, ma turista non è?
Ringrazio di antemano se ci sarà una risposta (dato che ho letto alcuni suoi commenti dal suo eccellente blog risalenti al 2007 o giù di lì)
Sinceri Saluti
Angelo
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Egregio Signor Angelo,
innanzitutto la ringrazio per la visita e il giudizio positivo al mio blog. Riguardo a quello che mi chiede, secondo me e per l'esperienza acquisita, non credo sia molto facile inserirsi con profitto nel mondo intellettuale dell'Isola se non si hanno delle "credenziali" date da militanza o sostegno alla Revolución...Per svolgere un'attività di tipo giornalistico o simile ci vuole l'autorizzazione del Ministero degli Esteri. Nel mio caso (ed altri) i blog sono, giustamente, considerati attività strettamente personali e fino a che non creano problemi all'interno sono accettati. Non mi è del tutto chiaro il senso di ciò che lei definisce "chi turista non è". Così come non mi è chiaro l'oggetto della sua mail...Se lei ha un permesso di residenza non ha grandi difficoltà, questo sì, a contattare intellettuali e persone pubbliche. Sempre a titolo personale e non per eventuali editrici.
Spero di essere stato chiaro nell'esprimere il mio punto di vista e in caso non fosse così, sono a sua disposizione. Magari aprendo un dibattito sui commenti del blog (con firma anonima o pseudonimo, se lo preferisce) dal momento che potrebbe interessare anche altri lettori.
cordiali saluti. Aldo Abuaf.
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Gentilissimo Sig. Aldo,
mi scuso per la "demora" ma mi trovo in una situazione di stallo, nel senso che ero d'accordo con due amici di qui di fare un viaggio esplorativo a Cuba, con l' obiettivo di massima di imbastire un progetto di vita, ma l'ipotesi appare tramontata. Io vivo a Busto Arsizio, località assai conservatrice, dove tanti vorrebbero andarsene ma nessuno "può" farlo. Non sono mai stato a Cuba, in passato annovero due periodi di vita trascorsi in Sudamerica, anche "exitosi" da un certo punto di vista. Dubito però che la metropoli e il centro commerciale come luogo di incontro siano la mia utopia o il mio habitat ideale. Io ho fame di relazioni, di costruire progetti e, nel frattempo, di sottili e garbate emozioni da vivere, condividere e cose così
Gutierrez l'avevo letto tempo fa, adesso sto leggendo un po' Cuba Libre di Yoani Sanchez e "Adios Fidel" di un giovane cubano che pubblica in Italia. Disegnano una realtà cruda, al quale un po' ci sono avvezzo, ma che sinceramente non vorrei rivivere, o magari vivere con umana compartecipazione ma con il distacco di chi deve necessariamente costruire qualcosa di bello e di utile, per sé e per i propri compagni di ventura o di cordata.
In sintesi sono due le cose che le chiedo, la prima perché non ho avuto una chiara risposta, ovviamente in base alla sua personale esperienza:
come si vive a Cuba?
E la seconda, da navigato ed esperto pescatore e giornalista qual è, come si può costruire dal nulla una rete, fatta di buone maglie, e pescare bene senza essere arpionato o troppo spolpato?
I miei più cordiali saluti
Angelo Colnaghi
ps: Non avendo conoscenza di Cuba, non so cosa possa apportare attualmente al blog, ma in futuro lo farei volentieri
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Egregio Sig. Angelo,
nessun problema per la "demora". Per il suo "progetto", come le dicevo le relazioni interpersonali a carattere privato non sono difficili, quelle a carattere professionale invece hanno regole abbastanza strette.
La letteratura lascia il tempo che trova, secondo chi la scrive. Gutierrez descrive un'Avana più cruda e per certi aspetti reale, ma che riguarda solo una parte marginale dei suoi abitanti. Yoani, non la seguo, la leggevo dall'Italia ai suoi inizi che mi sembravano buoni anche se diceva cose abbastanza ovvie e scontate. In seguito credo sia stata un po' presa dal delirio della "dissidente" a tutti i costi (alti sembra), tanto è vero che l'ha abbandonata anche il suo ex mentore e traduttore ufficiale Gordiano Lupi. L'altro giovane non so chi sia né cosa possa scrivere. Se ha la possibilità di trovarli le consiglio di leggere testi di Leonardo Padura Fuentes e specialmente, Senel Paz che descrivono una Cuba più reale anche con accenni critici, ma non strumentali.
Dire "come si vive a Cuba" è un po' allargarsi...come si vive a busto Arsizio?
Innanzitutto, come detto in altre parti del blog, non è facile ottenere una residenza e senza la stessa i costi lievitano...
La mia personale esperienza è abbastanza atipica perché io frequento Cuba dal 1978 e all'inizio ero animato dalla spinta ideologica che non mi faceva patire le grandi carenze dell'epoca, senza paragone con quelle di oggi. Col tempo mi sono "aplatanado", come si dice qua e oggi faccio buon viso a cattiva sorte avendo una residenza che mi consente di vivere decorosamente con la mia modesta pensione italiana (33 anni e 6 mesi di contributi, su 49 di lavoro).
In sostanza, a Cuba come in ogni parte del mondo, si vive bene o male secondo il proprio metro di misura. Tappandosi un po' il naso e con un reddito nemmeno eccessivamente alto si può anche viverci, se si ha un reddito superiore e quindi la possibilità di muoversi nell'area (USA, Messico, Dominicana eccetera) per procurarsi quello che non si trova qua, se e quando ne valga la pena e unendo l'utile al dilettevole di un po di turismo "fuori casa", ancora meglio.
Tra le difficoltà maggiori per chi è abituato al "mondo esterno" vi è l'uso caro e limitato di internet e l'assoluto divieto di avere un'antenna parabolica in una casa privata (diplomatici a parte).
Tutto ciò viene compensato, per chi ha sensibilità in questa direzione, dal contatto umano che pur non essendo più "quello di una volta" anche qua, è sempre indiscutibilmente superiore a quello a cui si è abituati nel "primo mondo" e anche in molti altri paesi del secondo e terzo...certo, il rischio di cadere nella mani sbagliate esiste. Napoli del dopoguerra docet.
Penso che comunque un viaggio "esplorativo", se non si hanno altre mete, possa valere la pena anche se non ci si può rendere conto di tutto in un tempo limitato. Non ho ancora capito "tutto" nemmeno io dopo oltre 30 anni. E molti cubani dicono lo stesso...
In merito agli apporti al blog, intendevo dire che interventi come questi suoi potrebbero apportare interesse se fatti come commenti o se mi autorizza, visto che nella presente ci sono maggiori dettagli "identificativi", potrei pubblicarla come l'altra, più "anonima". Naturalmente anche con la mia risposta.
Spero, questa volta, di esse stato più esauriente, come lo è stato lei nel formulare le richieste d'informazione.
Sono comunque sempre qua...Cordiali saluti. Aldo Abuaf.
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