Dopo l'apertura del New York Times della settimana scorsa, sono sempre più i media (e l'opinione pubblica) nordamericani che chiedono una revisione della politica verso Cuba e fra pochi giorni ci sarà, alle Nazioni Unite, l'ennesimo voto riguardo l'embargo.
Fonte: el Nuveo Herald
Discuten posible cambio de política exterior
hacia Cuba
NORA GAMEZ TORRES
NGAMEZTORRES@ELNUEVOHERALD.COM
El Arzobispo de Miami,
Thomas Wenski y la periodista Mirta Ojito, directora de News Standards de
Telemundo, durante la conferencia.NORA
GAMEZ TORRES/EL NUEVO HERALD
·
Comments
Políticos demócratas y académicos reunidos esta semana
en un evento para invitados de la prensa nacional y extranjera en la
Universidad de Columbia insistieron en que el presidente Barack Obama tiene la
potestad y la oportunidad para cambiar significativamente la política hacia
Cuba.
En la conferencia titulada “Covering Cuba in an era of
change”, el congresista por Massachusetts, Jim McGovern, aseguró que los
cambios no vendrían del Congreso, “donde ahora mismo no ganaríamos la votación
para quitar la ley Helms Burton [que codifica el embargo] ni las restricciones
de viaje”, dijo y añadió que “la única esperanza es que la administración tome
acción”.
Este fue un llamado apoyado por el ex asesor de la
Casa Blanca, el abogado Gregory Greg, quien afirmó que los Estados Unidos
debían unilateralmente cambiar su política con Cuba, “independientemente de si
liberan a Alan Gross o si mejoran las condiciones para la disidencia”, dijo.
Greg opinó que la política actual es “ineficiente” e
impide a EEUU convertirse en “una fuerza positiva de cambio” en la isla.
“Debemos cambiar nuestra política no porque queremos ser agradables con los
cubanos sino porque es de interés nacional y no necesitamos la bendición de
ellos para hacerlo”, aseguró.
Sin embargo, aunque ambos se refirieron a rumores
sobre una posible medida de Obama después de las elecciones, McGovern admitió
que esto podría no suceder pues “Cuba no es el asunto más importante de la
política exterior de los Estados Unidos”.
El congresista también consideró que el país caribeño
no pertenecía a la lista de los países que patrocinan el terrorismo y compartió
su frustración sobre el bloqueo de las negociaciones para el canje del
contratista Alan Gross, encarcelado en Cuba, por tres agentes cubanos condenados
por espionaje en Estados Unidos.
McGovern, que es uno de los directores de la comisión
de derechos humanos en el Congreso, dijo que una “apertura” con Cuba eliminaría
el pretexto que usa el gobierno cubano “para justificar muchas de sus políticas
represivas” y añadió que “hay políticos de línea dura en el gobierno cubano que
quieren que nada cambie y están muy nerviosos, pero en cualquier caso, el
futuro de los cubanos deben determinarlos los cubanos, no Washington”.
Varios expertos asistentes, entre ellos Peter
Schechter, director del Centro Latinoamericano Adrienne Arsht del Atlantic
Council, consideraron que aquellos que favorecen mantener el embargo
constituyen una minoría en los Estados Unidos y que habría “poco daño político”
para el presidente Obama y el partido demócrata si este promueve un cambio en
ese sentido.
Parte del consenso sobre el cambio de la
política hacia Cuba se basa en la tesis de que el voto cubanoamericano ya no es
tan importante, pues el voto hispano en la Florida, que sigue siendo un estado
clave para las elecciones presidenciales, se ha diversificado con la llegada de
puertorriqueños, colombianos y otros grupos nacionales. Qué porcentaje de estos
grupos finalmente vota y se moviliza fue una cuestión que quedó sin respuesta en
las sesiones.
Asimismo, aunque la encuesta sobre Cuba que realizó
recientemente la Universidad Internacional de la Florida encontró que la
mayoría de los votantes cubanos en Miami Dade respaldaban eliminar el embargo,
el profesor Guillermo Grenier, uno de los directores del estudio, señaló que
pese al cambio demográfico que viene ocurriendo en el condado desde mediados de
los 90 del siglo pasado, con la llegada de nuevos emigrantes cubanos, todavía
el mayor número de los votantes cubanoamericanos corresponde a los que llegaron
en las distintas oleadas migratorias hasta 1980, que estarían más movilizados
políticamente que los “recién llegados”. Y para estos votantes, “Cuba todavía
importa”, añadió Grenier.
Otros invitados al evento—organizado por la Graduate
School de Periodismo de Columbia—discutieron temas centrales para entender el
contexto cubano actual. Los historiadores Louis Perez ,de la Universidad de
North Carolina, y Alejandro de la Fuente, de la Universidad de Harvard, se
refirieron a la centralidad de la soberanía nacional en el discurso político
cubano y el resurgimiento del racismo en la Cuba contemporánea,
respectivamente.
Por su parte, el arzobispo de Miami, Thomas Wenski, en
conversación con la periodista y directora de News Standards de Telemundo,
Mirta Ojito, resumió la historia de la diáspora cubana en la Florida y el papel
de la Iglesia católica en promover la reconciliación y el diálogo entre los
cubanos.
Sobre la Ley de Ajuste Cubano, que otorga beneficios
especiales a los cubanos que llegan a Estados Unidos, el arzobispo consideró
que “la solución no es tratarlos tan pobremente como a los demás inmigrantes.
Por el contrario, la ley es un modelo de cómo debemos tratar a otros
inmigrantes y ha sido una de las causas del éxito del exilio cubano”, opinó.
Otros presentadores se refirieron a proyectos de
colaboración entre Cuba y Estados Unidos en el campo de la medicina, la
economía sustentable y la conservación de los océanos y cómo estos podrían
expandirse en caso de un cambio de política.
Voces cubanas
El escritor Orlando Luis Pardo Lazo, la bloguera
independiente Miriam Celaya y el músico y artista plástico David Escalona,
dieron una visión más cercana de Cuba con sus testimonios sobre el quehacer del
periodismo y el arte independientes en la isla.
En un panel moderado por el profesor de Baruch
College, Ted Henken, Celaya y Pardo Lazo destacaron que en la isla no pueden
dialogar con las autoridades ni con académicos o periodistas oficiales, y se
refirieron a la “campaña de descrédito” de la que son objeto en los medios y la
blogosfera oficial. “Somos interlocutores en Estados Unidos pero no en Cuba”,
destacó Celaya.
La bloguera relató cómo lograba conectarse a Internet
por distintas vías en la isla para enviar sus artículos y colaboraciones con 14ymedio,
el periódico digital creado por la bloguera Yoani Sánchez, aunque recordó que
sobre ellos pende “la ley 88”, un decreto conocido como “Ley Mordaza” que
limita la libertad de expresión.
Sobre el impacto del nuevo medio en los lectores
cubanos, Celaya dijo que era “muy bajo, por la escasa conectividad” aunque
lograron introducir el contenido del periódico en los llamados “paquetes”, un
compendio digital de información, series de televisión, películas y videos
musicales que se distribuye de manera informal en Cuba.
Sobre la reforma promovida en la isla por el gobierno
de Raúl Castro, Celaya y Escalona destacaron el impacto positivo de la nueva
ley migratoria cubana, que les permite viajar al extranjero y participar en
entrenamientos, conferencias y conciertos, así como adquirir tecnología para su
trabajo en Cuba.
Escalona, que pertenece al colectivo artístico Omni
Zona Franca, originado en Alamar, relató también como se han ido reduciendo los
espacios de expresión y reunión para los artistas independientes en la isla,
con el cierre de festivales y el control sobre los lugares de actuación
pública.
“El cubano está listo para prosperar, pero hace falta
que quienes están en el poder, pasen la pelota”, opinó el artista.
El evento concluyó este sábado con varios paneles en
que reconocidos periodistas y escritores, entre ellos Jon Lee Anderson, Ann
Louise Bardach y Achy Abejas, analizaron la cobertura que realiza la prensa
estadounidense sobre Cuba.
Nessun commento:
Posta un commento