Estados Unidos
AGOSTO 23, 2015
El dilema de Obama sobre el embargo a Cuba
El mandatario cubano Raúl Castro y el presidente
Barack Obama durante su encuentro oficial en la Cumbre de las Américas en
Ciudad de Panamá. MANDEL NGAN AFP/Getty
Images
LUCÍA LEAL
EFE
WASHINGTON
El presidente estadounidense, Barack Obama, debe
decidir pronto si renueva por un año más la base legal del embargo a Cuba o la
elimina, un paso que estaría cargado de simbolismo, pero que, según los
expertos, podría anular su autoridad para relajar las sanciones a la isla
mediante decretos ejecutivos.
Obama ha de decidir antes del próximo 14 de septiembre
si prolonga las sanciones a Cuba bajo la llamada Ley de Comercio con el
Enemigo, un estatuto de 1917 al que John Kennedy recurrió en 1962 para imponer
el embargo económico a la isla y que desde entonces han renovado, año tras año,
los nueve siguientes presidentes de Estados Unidos.
Cuba es actualmente el único país del mundo sancionado
bajo esa ley, que autoriza al dirigente estadounidense a imponer y mantener
restricciones económicas a Estados considerados hostiles.
No obstante, el efecto de esa ley en términos de las
sanciones a Cuba es más simbólico que real porque el embargo se ha reforzado a
lo largo del último medio siglo mediante otros estatutos, incluido uno que
estipula que solo el Congreso puede levantarlo por completo.
A primera vista, Obama entraría en una contradicción
si, después de ocho meses insistiendo en que el Congreso debe levantar el
embargo, decide mantener a Cuba vinculada a la ley que permitió instaurar esa
medida hace cinco décadas.
Pero Robert Muse, un abogado considerado por muchos
como el mayor experto en la legislación estadounidense respecto a Cuba, cree
que Obama estaría haciendo “algo muy peligroso” para su propia política si deja
que caduque la base del embargo.
“Es irónico, pero podría ser contraproducente” si lo
hace, aseguró Muse.
“La Ley de Comercio con el Enemigo es, con mucho
margen, el estatuto principal que activa el embargo. Pero también es el único
que confiere la actividad ejecutiva al presidente para relajar el embargo a
Cuba”, añadió el abogado, que lleva 25 años asesorando a empresas sobre la
legislación estadounidense respecto a Cuba.
Fue en base a esa ley que Estados Unidos adoptó en
1963 las regulaciones para el control de activos cubanos, que prohíben toda
transacción financiera con Cuba no autorizada por el Departamento del Tesoro y
que suponen “el 95 % del embargo”, indicó Muse.
El embargo quedó codificado como ley en 1996 mediante
la legislación Helms-Burton, que estipula que las restricciones económicas
deben mantenerse en vigor hasta que Cuba cumpla ciertas condiciones, entre
ellas que la familia Castro abandone el poder.
Muse argumentó que, si Obama deja que el 14 de
septiembre caduque la disposición sobre Cuba en la Ley de Comercio con el
Enemigo, podría perder su “flexibilidad para conceder permisos y cambiar las
reglas” de aplicación del embargo, que pasaría a estar en manos del Congreso en
todas sus dimensiones.
Esto sería un paso atrás, según Muse, que aseguró que
Obama tiene aún mucho margen de maniobra respecto a la aplicación del embargo.
“Si Obama usara su autoridad ejecutiva respecto al
embargo, éste se quedaría como un trozo de queso que tiene tantos agujeros que
ya no le queda queso. Sería una reliquia”, advirtió.
No obstante, la Administración de Obama ha evitado en
los últimos meses hablar sobre cualquier acción ejecutiva respecto al embargo y
ha insistido en que su fin depende del Congreso, controlado por la oposición
republicana y reticente a actuar en esa área.
En cualquier caso, Obama tendrá que ver también el
peso simbólico que podría tener a nivel político la eliminación de Cuba de esa
ley, en un momento en que acaban de reanudarse las relaciones diplomáticas y
abrirse embajadas en las respectivas capitales.
Amnistía Internacional ha pedido varias veces a Obama
que deje caducar las medidas referentes a Cuba bajo la Ley de Comercio con el
Enemigo, al considerar que eso enviaría al Congreso un mensaje rotundo sobre la
necesidad de levantar el embargo.
“Creo que los activistas que reclaman un mayor
acercamiento a Cuba van a ejercer presión al presidente para que desvincule a
Cuba de esa ley porque considerarán que simbólicamente es un gesto más
importante que el riesgo a lo que Obama pueda hacer con decretos”, dijo otro
experto en comercio con Cuba, John Kavulich.
“Si no lo hace, tendrá que explicárselo a la gente y
es un tema muy técnico, que probablemente muchos no van a entender”, añadió
Kavulich, que preside el Consejo Comercial y Económico EEUU-Cuba, una
organización que reúne a empresas de todo el país.
En resumen, Obama tendrá que elegir “entre el
simbolismo y la ley”, apuntó Kavulich.
Muse, en cambio, considera que Obama sí podría renovar
fácilmente la medida y explicar a la opinión pública que está prorrogando su
propia autoridad, “manteniendo vivo” su poder para cambiar las regulaciones
relativas al embargo, como ha hecho en los últimos años.
En 2008, el entonces presidente estadounidense, George
W. Bush, eliminó a Corea del Norte de la Ley de Comercio con el Enemigo, tras
el acuerdo para que Pyonyang divulgara detalles de su programa nuclear.
Nessun commento:
Posta un commento