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sabato 31 ottobre 2015

Vaporetto

VAPORETTO: guarda, poverino

Imbarcazioni nordamericane per la regata "Castillo del Morro"




Martedì 3, partiranno da Pensacola, al nord della Florida, 25 imbarcazioni di diverse classi e categorie tra mono e multiscafi, per partecipare alla “regata Castillo del Morro” all’Avana.

L’arrivo degli scafi alla Marina Hemingway è previsto per giovedì dopo una travrsata di 595 miglia nautiche (circa 1200 km.) e il colpo di cannone per la partenza della regata il sabato seguente. Si prevede che il programma di regate internazionali a Cuba, si incrementi notevolmente dal 2016, così come i rally con imbarcazioni a motore.


venerdì 30 ottobre 2015

Milano, oh cara...

Domenica sera parto per Milano dove resterò fino al 23 novembre. Per forza di cose il blog avrà qualche rallentamento, ma per i lettori della colonna di Ciro Bianchi non ci saranno problemi, magari solo qualche ritardo, per la sua pubblicazione.

"Ron" cubano con sapore emiliano

Il sempre attento Luca Lombroso, mi ha girato questa notizia ANSA, immagino faccia parte degli accordi  sottoscritti dal Presidente del Consiglio Renzi nella sua recente visita all'Avana.

luca lombroso (luca@lombroso.it) 
Data invio: giovedì 29 ottobre 2015 20:47:00
A: (ilvecchioeilmare@outlook.com)


Il rum cubano? Si produrrà con gli impianti made in Concordia
Cpl Concordia, il colosso cooperativo modenese attivo nell’ambito dell’energia, realizzerà un impianto per la generazione di biogas dal trattamento anaerobico delle acque reflue ad una leggendaria fabbrica di rum di Santa Cruz de Norte, a Cuba. E’ prevista, infatti, la produzione fino a 3,5 MW di energia elettrica e il trattamento di fanghi di lavorazione con essicazione e insaccamento. A beneficiarne sarà la Cuba Ron, produttrice del notissimo rum Havana Club. Lo si legge in Ansa.


giovedì 29 ottobre 2015

La visita di Renzi all'Avana

Fonte Granma:


Recibió Raúl al Presidente del Consejo de Ministros de Italia

Ambos mandatarios sostuvieron un cordial encuentro en el Palacio de la Revolución




Foto: Estudios Revolución
28 de octubre de 2015 20:10:48
El General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, recibió en la tarde de este miércoles en el Palacio de la Revolución al excelentísimo señor Matteo Renzi, Presidente del Consejo de Ministros de la República Italiana, quien realiza una visita oficial a nuestro país.
Durante el cordial encuentro, intercambiaron acerca del positivo desarrollo de las relaciones bilaterales y manifestaron la voluntad de ampliar la cooperación económico-comercial,asícomoelinterésporpotenciar los intercambios académicos y culturales entre las dos naciones. Además dialogaron sobre diversos temas de la actualidad internacional.
Acompañaron al distinguido visitante los doctores Carlo Calenda y Mario Giro, viceministro de Desarrollo Económico y subsecretario de Asuntos Exteriores, respectivamente; así como el embajador Carmine Robustelli.
Por la parte cubana estuvieron presentes Rodrigo Malmierca Díaz, ministro de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera; Marcelino Medina González y Rogelio Sierra Díaz, ministro interino y viceministro de Relaciones Exteriores, respectivamente, así como Alba Soto Pimentel, embajadora de Cuba en Italia.

Fonte: El Nuevo Herald

OCTUBRE 28, 2015
Italia toma posiciones en la Cuba del deshielo
Castro y Renzi dialogaron sobre diversos temas de la actualidad internacional y expresaron interés por impulsar los intercambios académicos y culturales



El gobernante de Cuba Raúl Castro (i) y el primer ministro de Italia Matteo Renzi (d) pasan revista a una guardia de honor hoy, miércoles 28 de octubre, durante una ceremonia en el Palacio de la Revolución de La Habana (Cuba). La visita de Renzi se produce seis meses después del encuentro que Renzi y Raúl Castro mantuvieron el pasado 10 de mayo en Roma, donde el mandatario cubano también se reunió con el papa Francisco. Alejandro Ernesto EFE
Agencia EFE

LA HABANA 
El primer ministro de Italia, Matteo Renzi, se reunió este miércoles con el gobernante de Cuba, Raúl Castro, antes de concluir su primera visita oficial a la isla, donde reafirmó el interés de su Gobierno en potenciar las relaciones económicas y culturales en el nuevo escenario que ofrece ese país.
Castro y Renzi intercambiaron acerca del “positivo” desarrollo de las relaciones bilaterales y además se manifestaron a favor de ampliar la cooperación económica y comercial, durante el encuentro que celebraron en el Palacio de la Revolución de La Habana.
También dialogaron sobre diversos temas de la actualidad internacional y expresaron interés por impulsar los intercambios académicos y culturales, sobre todo en el panorama que ofrece el deshielo diplomático entre la isla y Estados Unidos.
La visita de Renzi se produce casi seis meses después de su primer encuentro con Raúl Castro, el pasado 10 de mayo en Roma, donde el mandatario cubano también se reunió con el papa Francisco.
El apretado programa del primer ministro italiano en la capital cubana incluyó un recorrido por el Instituto Superior de Arte, donde dictó una conferencia, a la que asistió el primer vicegobernante cubano Miguel Díaz-Canel, y ante un auditorio que reunió a estudiantes, profesores, intelectuales, artistas y representantes del cuerpo diplomático.
Allí Renzi dijo que su país está “listo” para cooperar con Cuba en iniciativas de intercambio cultural y universitario, porque consideró que en el ámbito de la cooperación internacional el “primer valor es exactamente el de la cultura”.
La agenda de Renzi abrió esta mañana con su participación en la apertura del foro económico Cuba-Italia, en el que invitó a los empresarios de ambos países a aprovechar el actual contexto bilateral, propicio para impulsar el intercambio comercial.
“A los empresarios italianos quisiera darles una fuerte recomendación, que inviertan en este país”, indicó Renzi, y para reforzar su exhortación subrayó que el Gobierno que encabeza el gobernante Raúl Castro se ha trazado objetivos “políticamente históricos y económicamente ambiciosos”.
Renzi aseguró que el Gobierno de Italia “sostiene y sostendrá con una confianza renovada su compromiso con Cuba” para potenciar un “fuerte” intercambio comercial y cultural con la isla.
En Cuba, el gobernante italiano valoró el “buen ambiente” para la inversión extranjera y las oportunidades de negocio que ofrece el país caribeño en los sectores agrícola, turístico e inmobiliario.
Y anunció el propósito de Italia de acompañar a Cuba como “socio” en su propósito de alcanzar el 24 por ciento de su producción energética a partir de fuentes renovables para el año 2030.
La visita de Renzi a Cuba ha transcurrido a pocas fechas del inicio de la 33 Feria Internacional de La Habana, la principal bolsa de negocios de la isla, donde acudirán 120 empresas italianas con el interés de concretar acuerdos comerciales y también culturales, según explicó el viceministro de Desarrollo Económico del país europeo, Carlo Calenda.
Entre los proyectos de cooperación futura, Calenda avanzó la posibilidad de llegar a acuerdos para la participación italiana en los trabajos de restauración y promoción de arquitectura y diseño con el fin de convertir a la zona de La Habana Vieja en un “centro de atracción cultural y de conservación del pasado”.
Italia se ubica actualmente entre los diez primeros socios comerciales de Cuba y es el segundo en Europa, detrás de España.
Es además el segundo país de Europa en cuanto al número de empresas que están establecidas en Cuba, según datos oficiales.
La breve estancia en La Habana de apenas veinticuatro horas no impidió al primer ministro italiano cambiar la formalidad del traje de cuello y corbata por una indumentaria deportiva para realizar una carrera de “footing” por la emblemática avenida Malecón.
Renzi llegó el pasado martes a Cuba tras visitar Chile, Perú y Colombia, en su primera gira latinoamericana desde que asumió el cargo en febrero de 2014.



Valletto

VALLETTO: si appresta a dormire

mercoledì 28 ottobre 2015

Il Presidente del Consiglio Matteo Renzi, all'Avana

Piccola grande ressa di partecipanti al ricevimento del Presidente Matteo Renzi nella residenza dell'Ambasciatore d'Italia Carmine Robustelli.
Renzi, primo capo del Governo italiano a visitare Cuba in modo ufficiale ha tenuto un breve, ma incisivo discorso sottolineando le prospettive bilaterali con Cuba e sottolineando che anche gli italiani all'estero rappresentano il Paese, "...sono anche loro l'Italia..." per citarlo testualmente.
Successivamente si è messo a disposizione dei presenti dialogando e posando per le fotografie ricordo.



Usurpamento

USURPAMENTO: la barba

martedì 27 ottobre 2015

Votazione (quasi) unanime all'Assemblea ONU

Dopo le incoraggianti premesse, oggi gli Stati Uniti e Israele hanno votato contro la risoluzione presentata da Cuba per porre fine all'embargo economico, commerciale e finanziario.

191 Paesi l'hanno appoggiata, 2 hanno votato contro. Nessuna astensione.

La votazione in sé, come tutte le altre che l'hanno preceduta, non ha nessun valore pratico, solo morale e di solidarietà, quindi...come scrivere sulla sabbia o sul ghiaccio.

Certo che dopo i passi sostenuti per un riavvicinamento, gli Stati Uniti e il loro fedele alleato, potevano almeno astenersi, in attesa di quello che potrebbe decidere il congresso.

lunedì 26 ottobre 2015

Napoleone ha cucinato all'Avana, di Ciro Bianchi Ross

Pubblicato su Juventud Rebelde del 25/10/15

Il lettore Gustavo Muñoz Ricardo chiede informazioni sullo scomparso zuccherificio Toledo e sul suo proprietario. Secondo The Gilmore; Manual azucarero de Cuba (1954), a questa data questa industria aveva una capacità di raffinazione  di 450.000 “arrobas” di canna da terreni propri e controllati, raccoglieva il 60% di quello che raffinava. Il suo proprietario era Manuel Aspuru San Pedro, presidente della Compaña Azucarera central Toledo. Aspuru era padrone di più di una fabbrica di zucchero, fra di esse il Central Fajardo (150.000 arrobas) in Gabriel, antica provincia de La Habana e il Providencia a Güines con una macinatura quotidiana di 220.000 arrobas (1 arroba = 14.7 kg., n.d.t.).  Lo zuccherificio Providencia si fondò nel 1800 da don Francisco de Arango y Parreño, il cosiddetto “statista senza stato” ed eminenza grigia della saccarocrazia creola.
Gli uffici di questa fabbrica risiedevano in Mercaderes 113 nell’Avana Vecchia. Tutte sotto la guida di Aspuru, direttore dell’Associazione Nazionale dei Possidenti Agricoli di Cuba edell’Istituto Cubano di stabilizzazione dello Zucchero che giunse a presiedere e portavoce della direzione dell’Associazione Cubana di Raffinatori di Zucchero. Inoltre possedeva negozi di ferramenta e la Compaa Licorera Cubana, produttrice di liquori e rum. Pioniere nella fabbrica di carta a partire dagli scarti della canna, era azionista della Antillana de Acero e di Cabillas Cubanas, padrone di varie imprese di assicurazione e secondo maggior azionista del Banco Financiero, di propriet di Julio Lobo.
Era anche proprietario di Hotelera del Oeste che costruir a Barlovento (attuale Marina Hemingway) un hotel destinato a turisti di maggior potere acquisitivo. Fu membro della giunta direttiva dell’Istituto Culturale Cubano Nordamericano, benefattore dell’Accademia della Storia di Cuba e manteneva quasi totalmente la Scuola Elettromeccanica del collegio di Belén, con circa 600 alunni. Appassionato di yacht, sotto la sua presidenza l’Havana Yacht Club liquidò la totalità dei suoi debiti e divvenne vincitore di tutte le regate e gare sportive a cui partecipò. Guillermo Jiménez, nel suo libro Los propietarios de Cuba, mette Manuel Aspuru San Pedro fra gli uomini più ricchi del Paese.
Lo zuccherificio Toledo era l’unica fabbrica di zucchero che si trovava nel perimetro della capitale, esattamente a Marianao e nel 1958, si considerava come il più antico degli zuccherifici conosciuti, come dice il già citato Guillermo Jiménez, “c’è costanza dell’esistenza in luogo di uno zuccherificio dal 2 dicembre del 1675”. Diego Franco de Castro, direttore del coro ecclesiastico, lo fondò con il nome di San Andrés. Nel 1762, Juana Sotolongo comprò la tenuta e vi stabilì lo zuccherificio Nuestra Señora del Carmen che nel 1783 apparve come proprietà di Gabriel González de Álamo, i cui eredi lo mantennero fino al XIX secolo.
Poi fu proprietà del conte di Santovenia. Passsò per altre mani e nel 1858 lo acquisirono Francisco Durañona, José Pascual de Goicochea e Antonio Tuero, ma questa societò si dissolse nel 1865 e Durañon rimase come proprietario unico. Fu lui a dargli il nome Toledo che è il suo luogo di nascita. Gli eredi di Durañona lo vendettero nel 1909 a Juan Aspuru, ferramenta – uno dei proprietari della sinistrata ferramenta Isasi – che prima aveva comprato il 51% delle azioni dello zuccherificio Providencia. Alla morte di Aspuru padre, nel 1917, i suoi beni passarono alla vedova e ai suoi quattro figli, ma fu Manuel ad assumere l’amministrazione della fortuna di famiglia. Acquisisce, allora, la totalità delle azioni dello zuccherificio Providencia e nel 1934 compra lo zuccherificio Fajardo. Nel 1940 installa uno dei primi impianti per la carta dai residui della canna e una fabbrica di caramelle.
Nel febbraio del 1955, in occasione della sua venuta a Cuba, Richard Nixon allora vice presidente degli USA, visita lo zuccherificio su invito di Aspuru che fu il suo anfitrione per diversi giorni. Dopo la vittoria della Rivoluzione, il Toledo passerà a chiamarsi Manuel Martínez Prieto, nome di un dirigente operaio di questa fabbrica detenuto dalle forze repressive della dittatura batistiana il 5 marzo del 1958 e assassinato dopo essere stato sottoposto a orribili torture.

Madrecita sì, ma di chi?

Il dottor Rafael Borroto Chao discrepa dallo scriba quando disse che Osvaldo Farrés compose Madrecita in omaggio a sua madre che non ha potuto mai ascoltarla in quanto sorda come una campana. Nell’opinione dell’attento corrispondente, Farrés dedicò questa melodia, nel 1950, a Regla Socarrás, madre di Carlos Prío, allora presidente della nazione. Doña Regla che morì nel 1959 all’Avana e fu tumulata nel pantehon di famiglia nel cimitero di Colón, ostentava i gradi di capitana dell’Esercito Liberatore. Era sorella del colonnello Carlos Socarrás, la cui morte nel 1896, fu motivo di una sentita lettera di condoglianze del maggior generale Antonio Maceo.
Non è questo, quello che afferma Cristóbal Díaz Ayala, musicografo cubano residente a Portorico, autore de La música cubana; del areito al rap e Si te quieres por el pico divertir, fra altri titoli. Consultato al rispetto dallo scriba rispose:
“In un’intervista, Farrés mi ha raccontato che glie la ispirò sua madre. Lei non poteva goderne, essendo sorda, ma leggeva il testo e commentava a suo figlio che doveva essere molto bella, perché vedeva l’espressione delle persone che l’ascoltavano...”.

Scuola di giornalismo

Jossie, firma così semplicemente il suo messaggio elettronico, è confusa.
Ha letto nella mia pagina del 4 di ottobre scorso che Rafael Pegudo, fotografo del giornale El Mundo, era stato professore della Scuola di Giornalismo Manuel Márquez Sterling e si è trovata sconcertata leggendo, in quegli stessi giorni che la Sacuola di Giornalismo dell’Università dell’Avana compiva 50 anni di fondazione. Scrive: “Mi domandavo dove studiò quella moltitudine di buoni giornalisti che visse e lavorò prima del ’59...Adesso lei mi torna a seminare lo stesso dubbio, dove studiavano i giornalisti prima del ’59 se la Scuola ha 50 anni?”.
La risposta è ovvia. Sono due scuole e una lunga storia che cercherò di semplificare. L’Associazione dei Reporters dell’Avana fu fondata il 14 aprile del 1902. Naque poverissima, in Gloria 44, in questa capitale e con soli 23 membri. Crebbe poco a poco grazie allo sforzo dei suoi componenti, la spinta della sua direzione e anche grazie all’appoggio statale all’iniziativa privata. Ebbe il suo edificio sociale, una vera palazzina, nella calle Zulueta, vicino alla caserma di pompieri, gestì con singolare successo le leggi che regolavano il riposo domenicale, la pnesione e il salario minimo, così come procurò l’assistenza medica e il ricovero ospedaliero a chi la necessitasse. Fra il 1941 e 1943 toccò la presidenza a Lisandro Otero Masdeu, redattore del giornale El País che aprí una nuova tappa nella vita delle istituzioni giornalistiche cubane. Organizzò il primo Congresso Nazionale dei Giornalisti, creò la la Scuola Nazionale di Giornalismo Manuel Márquez Sterling e lavorò nella congregazione giornalistica, quella di Otero fu un’epoca molto fruttifera per il giornalismo nazionale. Al cessare la presidenza dei Reporters, Otero assunse il decanato del Collegio nazionale dei Giornalisti che aveva creato egli stesso. C’erano, allora, molte intrusioni e improvvisazione nel settore. Si cercò di ponergli fine mediante la collegialità e due rami nutrirono le iscrizioni alla Scuola: quello dei diplomati al liceo e quello dei giornalisti in servizio che furono costretti a studiare.
A figure dell’intellettualità cubana, come Jorge Mañach che erano collaboratori abituali della stampa, li si riconobbe come collegiati e altri dovettero passare esami. Non pochi rimasero fuori del settore. Successerò così fatti curiosi. Elio Constantín che sarà vice direttore del giornale Granma fu, negli anni ’50, delegato del collegio nella rivista Carteles e in tale veste comunicò a Raúl Corrales, allora collaboratore di detta pubblicazione, il suo obbligo di iscriversi alla Scuola, se non lo avesse fatto cessava il suo impegno di lavoro con la rivista. Corrale che era già il grande fotografo che avrebbe continuato ad essere anche dopo ebbe, come alunno, la soddisfazione di vedere che i suoi reportages si utilizzavano lì come materiale di studio e riferimento.
Circa la Márquez Sterling, dove perfino i professori di stenografia dovevano essere giornalisti in servizio, ci sono opinioni contrastanti non sono pochi quelli che la glorificano e non sono meno quelli che gli negano l’utilità. Non è questa la Scuola che ha compiuto da poco i 50 anni, ma quella dell’Università che fu poi la Facoltà di Giornalismo e oggi è la Facoltà di Comunicazione che i noi vecchi, continuiamo a chiamare Scuola di Giornalismo.

A Prado e Neptuno

Le pagine sul Paseo del Prado (11 e 18 di ottobre) aprirono la valvola della memoria alla lettrice Alina Delgado Valdés, nipote di uno dei padroni del ristorante Miami di Prado e Neptuno. Alina ricorda che da bambina accompagnava suo nonno nelle visite ai proprietari di altri esercizi della zona, come il galiziano José dello Sloppy Joe’s e a José María Pertierra, del ristorante El Ariete, in Consulado e San Miguel dove, ricordava Eduardo Robreño, si elaborava il miglior pollo con riso dell’Avana.
“Ho percorso di frequente il Paseo del Prado, mi impressionavano i suoi leoni e i suo grandi alberi. Andavo con mia madre e mia nonna alla profumeria Guerlain e con i miei genitori al Palazzo dell’Associazione dei Dipendenti del Commercio dell’Avana e al Club dei Barmen”, riferisce Alina.
In Prado e Neptuno – vicino al marciapiede di destra quando si cammina verso Galiano – ebbe sede il famoso Bodegón de Alonso, proprietà di Alonso Álvarez de la Campa. Il soggetto era colonnello dei Volontari e uno dei maggiori integralisti dell’epoca. Suo figlio si trovò coinvolto nel processo degli studenti di Medicina, accusati di aver profanato nel cimitero di Espada, la tomba del giornalista spagnolo Gonzalo Castañon e fu condannato a morte con la fucilazione. Il padre volle salvargli la vita. Offrì, a costo di restare in miseria, di dare tanto oro quanto pesasse suo figlio. Non poté salvarlo. Lì si stabilì, successivamente il caffè Las Columnas dove, nell’estate del 1930 il poeta García Lorca si entusiasmò con la spremuta di guanabana (frutto tropicale, n.d.t.). Anni dopo, il 16 gennaio, il 16 gennaio del 1939, aprì le sue porte in questo luogo un esercizio con funzione di ristorante, bar, cantina-caffè e fonte di acqua effervescente. Si chiamerà Miami e la sua proprietà fu stabilita definitivamente il 30 aprile del 1949 a nome di Manuel Menéndez, Manuel Moreno e Antonio Valdés, il nonno materno di Alina. Antonio Valdés che giunse all’Avana nel 1905, a 14 anni di età, lo istruì uno chéf francese e lo si considerò, ai suoi tempi, fra i migliori per ciò che si riferisce alla cucina internazionale. Non si sa perché, se per la sua statura o perché a suo modo era un imperatore, ma il caso è vuole che colleghi e clienti lo chiamavano Napoleone. Un Napoleone che non è quello dei francesi, né fu politico o guerriero, ma lasciò la sua traccia nella cronaca gastronomica avanera.

Napoleón cocinó en La Habana
Ciro Bianchi Ross 
digital@juventudrebelde.cu
24 de Octubre del 2015 20:25:05 CDT

El lector Gustavo Muñoz Ricardo inquiere información sobre el
desaparecido central Toledo y su propietario. Según The Gilmore;
Manual azucarero de Cuba (1954), en esa fecha tenía dicha industria
una capacidad de molida diaria de 450 000 arrobas de caña y, en
terrenos propios y controlados,  cosechaba el 60 por ciento de lo que
molía. Su propietario era Manuel Aspuru San Pedro, presidente de la
Compañía Azucarera Central Toledo. Aspuru era dueño de más de una
fábrica de azúcar, entre ellas, el central Fajardo (150 000 arrobas)
en Gabriel, antigua provincia de La Habana, y el Providencia, en
Güines, con una molida diaria de 220 000 arrobas. El central
Providencia se fundó en 1800 por don Francisco de Arango y Parreño, el
llamado «estadista sin Estado» y eminencia gris de la sacarocracia
criolla.
Las oficinas de esas fábricas radicaban en Mercaderes 113, La Habana
Vieja. Todas bajo la dirección de Aspuru, ejecutivo  de la Asociación
Nacional de Hacendados de Cuba y del Instituto Cubano de
Estabilización del Azúcar, que llegó a presidir, y vocal de la
directiva de la Asociación Cubana de Refinadores de Azúcar. Poseía
además negocios de ferretería y la Compañía Licorera Cubana,
productora de licores y rones. Pionero en la fabricación de papel a
partir del bagazo de caña, era accionista de la Antillana de Acero y
de Cabillas Cubanas, dueño de varias firmas de seguro, y el segundo
mayor accionista del Banco Financiero, propiedad de Julio Lobo.
Propietario asimismo de Hotelera del Oeste, que construiría en
Barlovento (actual Marina Hemingway) un hotel destinado a turistas de
mayor poder adquisitivo. Fue miembro de la junta directiva del
Instituto Cultural Cubano Norteamericano y benefactor de la Academia
de la Historia de Cuba, y costeaba casi en su totalidad la Escuela
Electromecánica del Colegio de Belén, con unos 600 alumnos. Entusiasta
yatista, bajo su presidencia el Havana Yacht Club liquidó la totalidad
de sus deudas y salió triunfador en todas las regatas y competencias
deportivas en las que participó. Guillermo Jiménez, en su libro Los
propietarios de Cuba, ubica a Manuel Aspuru San Pedro entre los
hombres más ricos del país.
El central Toledo era la única fábrica de azúcar que se encontraba en
el perímetro de la capital, justamente en Marianao, y en 1958 se le
tenía como el más antiguo de los centrales conocidos pues, dice el ya
aludido Guillermo Jiménez, «hay constancia de la existencia en el
lugar de un ingenio desde el 2 de diciembre de 1675». Diego Franco de
Castro, director del coro eclesiástico, lo funda con el nombre de San
Andrés. En 1762, Juana Sotolongo compra la finca y establece en ella
el ingenio Nuestra Señora el Carmen, que en 1783 aparece como
propiedad de Gabriel González del Álamo, cuyos herederos lo mantienen
hasta el siglo XIX.
Luego fue propiedad del conde de Santovenia. Pasa por otras manos y en
1858 lo adquieren Francisco Durañona, José Pascual de Goicochea y
Antonio Tuero, pero esa sociedad se disuelve en 1865 y queda Durañona
como propietario único. Es él  quien le da el nombre de Toledo, que es
el del lugar donde nació. Los herederos de Durañona lo venden en 1909
a Juan Aspuru, ferretero —uno de los propietarios de la siniestrada
ferretería de Isasi— que antes había comprado el 51 por ciento de las
acciones del central Providencia. Al fallecer Aspuru padre en 1917,
sus bienes pasan a la viuda y sus cuatro hijos, pero es Manuel quien
asume la administración de la fortuna familiar. Adquiere entonces la
totalidad de las acciones del Providencia y en 1934 compra el central
Fajardo. En 1940 establece una de las primeras plantas de papel de
bagazo, y en 1940 una fábrica de caramelos.
En febrero de 1955, en ocasión  de su venida a Cuba, Richard Nixon,
entonces vicepresidente de EE.UU., visita el central  por invitación
de Aspuru, que fue su anfitrión durante varios días. Tras el triunfo
de la Revolución, el Toledo pasa a llamarse Manuel Martínez Prieto,
nombre de un dirigente obrero de esa fábrica detenido por las fuerzas
represivas de la dictadura batistiana el 5 de marzo de 1958 y
asesinado tras ser sometido a horribles torturas.

Madrecita sí, pero ¿de quién?

El doctor Rafael Borroto Chao discrepa del escribidor cuando dijo que
Osvaldo Farrés compuso Madrecita en homenaje a su madre, que nunca
pudo escucharla porque era sorda como una tapia. En opinión del atento
corresponsal, dicha melodía la dedicó Farrés, en 1950, a Regla
Socarrás, madre de Carlos Prío, entonces presidente de la nación. Doña
Regla, que falleció en 1959 en La Habana y fue inhumada en el panteón
familiar en el cementerio de Colón, ostentaba los grados de capitana
del Ejército Libertador. Era hermana del coronel Carlos Socarrás, cuya
muerte en 1896, motivó una sentida carta de pésame del mayor general
Antonio Maceo.
No es eso lo que afirma Cristóbal Díaz Ayala, musicógrafo cubano
radicado en Puerto Rico, autor de La música cubana; del areito al rap
y Si te quieres por el pico divertir, entre otros títulos. Consultado
al respecto por el escribidor, respondió:
«En entrevista, Farrés me contó que se la inspiró su madre. Ella no
podía disfrutarla, por ser sorda, pero leía la letra y le comentaba a
su hijo que debía ser muy linda, porque veía la expresión de las
personas que la escuchaban...».

Escuela de periodismo

Jossie, firma así, a secas, su mensaje electrónico, está confundida.
Leyó en mi página de 4 de octubre pasado que Rafael Pegudo, fotógrafo
del periódico El Mundo, había sido profesor de la Escuela del
Periodismo Manuel Márquez Sterling, y se desconcertó al leer en esos
mismos días que la Escuela de Periodismo de la Universidad de La
Habana cumplía 50 años de fundada. Escribe: «Me preguntaba dónde
estudió aquella pléyade de buenos periodistas que vivió y trabajó
antes del 59… Ahora usted me vuelve a sembrar la misma duda, ¿dónde
estudiaban los periodistas antes del 59, si la Escuela tiene 50
años?».
La respuesta es obvia. Son dos escuelas, y una larga historia que
trataré de simplificar. La Asociación de Reporteros de La Habana fue
fundada el 14 de abril de 1902. Nació pobrísima, en Gloria 44, en esta
capital, y solo con 23 miembros. Creció poco a poco gracias al tesón
de sus componentes y el empuje de su directiva, y también gracias al
apoyo estatal y a la iniciativa privada. Tuvo su edificio social, un
verdadero palacete, en la calle Zulueta, aledaño al cuartel de
bomberos, y gestionó con singular éxito las leyes que regularon el
descanso dominical, la jubilación y el sueldo mínimo, así como procuró
la asistencia médica y la hospitalización al que las necesitara. Entre
1941 y 1943 tocó presidirla a Lisandro Otero Masdeu, redactor del
periódico El País, que abrió una nueva etapa en la vida de las
instituciones periodísticas cubanas. Organizó el primer Congreso
Nacional de Periodistas, creó la Escuela Profesional de Periodismo
Manuel Márquez Sterling y trabajó en la colegiación periodística. Fue
la de Otero una etapa muy fructífera para el periodismo nacional. Al
cesar en la presidencia de los Reporters, Otero asumió el decanato del
Colegio Nacional de Periodistas que él mismo creara. Había hasta
entonces mucho intrusismo e improvisación en el sector. Se le trató de
poner fin mediante la colegiación, y dos vertientes nutrieron la
matrícula de la Escuela: la de los egresados de Bachillerato y la de
periodistas en ejercicio a los que se les obligó a estudiar.
A figuras de la intelectualidad cubana, como Jorge Mañach, que eran
colaboradores habituales de la prensa, se les reconoció como
colegiados, y otros tuvieron que evaluarse. No pocos quedaron fuera
del sector. Sucedieron asimismo cosas curiosas. Elio Constantín, que
sería subdirector del diario Granma, fue en los años 50 delegado del
Colegio en la revista Carteles, y en calidad de tal comunicó a Raúl
Corrales, colaborador entonces de dicha publicación, su obligación de
matricular en la Escuela, pues si no lo hacía cesaba su compromiso de
trabajo con la revista. Corrales, que era ya el gran fotógrafo que
seguiría siendo después, tuvo, como alumno, la satisfacción de ver que
sus reportajes se utilizaban allí como material de estudio y
referencia.
Acerca de la Márquez Sterling, donde hasta los profesores de
taquigrafía debían ser periodistas en ejercicio, hay opiniones
encontradas. No son pocos quienes la glorifican y no son menos los que
le niegan el pan y la sal. No es esa la Escuela que recién cumplió 50
años, sino la de la Universidad, que fue después la Facultad de
Periodismo y hoy es la Facultad de Comunicación, a la que los más
viejos seguimos llamándole Escuela de Periodismo.

A Prado Y Neptuno

Las páginas sobre el Paseo del Prado (11 y 18 de octubre) abrieron la
válvula de la memoria de la lectora Alina Delgado Valdés, nieta de uno
de los dueños del restaurante Miami, en Prado y Neptuno. Recuerda
Alina que de niña acompañaba al abuelo en sus visitas a propietarios
de otros establecimientos de la zona, como al gallego José, del Sloppy
Joe’s, y a José María Pertierra, del restaurante El Ariete, en
Consulado y San Miguel, donde, recordaba Eduardo Robreño, se elaboraba
el mejor arroz con pollo de La Habana.
«Recorrí a menudo el Paseo del Prado, me impresionaban sus leones y su
gran arbolado. A la perfumería Guerlain iba con mi madre y abuela, y
con mis padres al palacio de la Asociación de Dependientes del
Comercio de la Habana y al Club de Cantineros», refiere Alina.
En Prado y Neptuno —acera de la derecha cuando se camina rumbo a
Galiano— radicó el célebre Bodegón de Alonso, propiedad de Alonso
Álvarez de la Campa. Era el sujeto coronel de Voluntarios y uno de los
más furibundos integristas de su tiempo. Su hijo se vio enredado en el
proceso de los estudiantes de Medicina, acusados de haber profanado en
el cementerio de Espada la tumba del periodista español Gonzalo
Castañón, y fue condenado a la pena de muerte por fusilamiento. El
padre quiso salvarle la vida. Ofreció, aunque quedara en la miseria,
dar a cambio de ella tanto oro como pesara su hijo. No pudo salvarlo.
Allí se estableció luego el café Las Columnas, donde, en el verano de
1930, el poeta García Lorca se entusiasmó con la champola de
guanábana. Años más tarde, el 16 de enero de 1939, abrió sus puertas
en ese sitio un establecimiento con funciones de restauración, bar,
café-cantina y fuente de soda. Se llamaría Miami y su propiedad fue
asentada  definitivamente el 30 de abril de 1949 a nombre de Manuel
Menéndez, Manuel Moreno y Antonio Valdés, el abuelo materno de Alina.
A Antonio Valdés, que llegó a La Habana en 1905, con 14 años de edad,
lo entrenó un chef francés y se le consideró en su tiempo entre los
mejores en lo que a cocina internacional se refería. No se sabe ya por
qué, si por su estatura o porque era un emperador en lo suyo, pero el
caso es que colegas y clientes le llamaban Napoleón. Un Napoleón que
no es el de los franceses, ni fue político ni guerrero, pero dejó su
huella en la crónica gastronómica habanera.

Ciro Bianchi Ross
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