CUBA
OCTUBRE
7, 2015
Pritzker aboga en Cuba por
‘una relación más abierta’
La secretaria de Comercio de EE.UU, Penny Pritzker
(i), se reúne con el canciller cubano Bruno Rodríguez (d), hoy, miércoles 7 de
octubre de 2015, en La Habana (Cuba). Pritzker se reunirá con autoridades
cubanas como el vicepresidente Ricardo Cabrisas en su último día de su visita a
la isla. Alejandro Ernesto EFE
RIGOBERTO DIAZ
Agence France-Presse
LA HABANA
La secretaria de Comercio de Estados Unidos, Penny
Pritzker, instó a Cuba a “construir una relación más abierta” durante su
estancia en La Habana para analizar el alcance y las limitaciones de las flexibilizaciones
al embargo decretadas por el presidente Barack Obama.
“Queremos ayudar a todos los cubanos a insertarse en
la economía mundial y a disfrutar de un mejor nivel de vida, pero también dar
al pueblo de Estados Unidos la oportunidad de aprender sobre Cuba y de
desarrollar relaciones con las personas de una isla que está a solo 90 millas
de las costas” estadounidenses, dijo Pritzker en su segunda jornada en la isla.
“Podemos construir una relación más abierta entre
nuestras dos naciones”, añadió, al inaugurar un foro en el que participan
funcionarios de los departamentos estadounidenses del Tesoro, Comercio y Estado
junto con representantes de varios ministerios y empresas cubanas.
Los representantes de ambos países discuten sobre “el
alcance y las limitaciones” de las flexibilizaciones al embargo decretadas en
septiembre por el presidente Barack Obama, según la cancillería cubana.
Después de decretar unas primeras medidas en enero,
Obama eliminó el mes pasado el tope a las remesas familiares, autorizó
inversiones conjuntas de norteamericanos con empresas estatales cubanas, los
viajes turísticos de barcos y aviones a la isla, pero dejó intacto la mayoría
del cuerpo legal del embargo.
El Congreso de Estados Unidos es el único facultado
para desmontar el embargo, un entramado legal vigente desde 1962 que está
codificado en varias normativas, la más completa de ellas la ley Helms-Burton de
1996.
La aplicación de las facilidades dictadas por Obama
encuentra escollos en otras leyes del embargo, como la prohibición de que Cuba
use el dólar como moneda de pago, y el no acceso al sistema bancario
estadounidense, y por lo tanto a créditos.
“No esperamos que estas acciones transformen la vida
del pueblo cubano en una noche”, dijo Pritzker, quien subrayó que su alcance
también dependerá de que el gobierno de la isla dé “ciertos pasos” para
“actualizar su sistema regulatorio y reformar la economía en formas que
permitan el continuo desarrollo de un sector privado cubano”.
En ese sentido, Pritzker instó al gobierno del
gobernante cubano Raúl Castro a permitir “que los cubanos puedan realizar
intercambios comerciales y viajar con más libertad, disfrutar del fruto de su
trabajo, acceder a internet y ser contratados directamente por compañías
extranjeras”.
Tras inaugurar el foro, Pritzker, la segunda
integrante del gabinete de Obama -luego del secretario de Estado, John Kerry-
en viajar a la isla tras el restablecimiento de relaciones diplomáticas el 20
de julio, sostuvo un encuentro con el ministro de Comercio Exterior e Inversión
Extranjera cubano, Rodrigo Malmierca.
Ambos “intercambiaron sobre la estructura y
organización del comercio exterior y las inversiones”, indicó la cancillería
cubana.
Agregó que Malmierca “recalcó los obstáculos que
impone la persistencia del bloqueo (embargo)” y pidió “profundizar” las medidas
de Obama.
También conversó con el canciller Bruno Rodríguez
sobre “agenda de temas en la que ambos países trabajarán en los próximos meses
para profundizar la cooperación y ampliar el diálogo bilateral, como parte del
proceso hacia la normalización de las relaciones”, y con el vicepresidente
Ricardo Cabrisas.
En conferencia de prensa que selló su estancia, la
secretaria explicó que su viaje tuvo como objetivo conocer a sus homólogos,
“entablar esta relación con ellos”. También “comprender cómo funciona el
sistema económico de Cuba”, pues es “muy singular” y conocer “el sistema
normativo de Cuba y explicarlo a las empresas estadounidenses”.
Pritzker realizó un paseo por La Habana Vieja, visitó
el Capitolio Nacional, actualmente en restauración, el Hotel Ambos Mundos,
donde vivió su compatriota, el escritor Ernest Hemingway, y dialogó con escolares
cubanos en la Plaza Vieja.
Pritzker inició su visita con una recorrida por el
megapuerto de Mariel, 45 km al oeste de La Habana, donde se instala una zona
franca industrial que se convertirá en la principal atracción de la isla al
capital foráneo, y escenario en 1980 del éxodo hacia Estados Unidos de unos
130.000 cubanos.
Según expertos locales, Mariel podría convertirse en
un nodo entre Asia y los puertos de la costa atlántica de Estado Unidos,
aceptando barcos de gran calado y reembarcando las mercancías en buques
menores.
El comercio entre los dos países fue de 390 millones
de dólares en 2014, según cifras oficiales cubanas, marcando una caída desde
los 598 millones de 2009.
Debido a las restricciones del embargo, vigente desde
1962, Cuba no puede hacer ventas a su vecino y solo desde 2001 puede adquirir
en ese país alimentos y medicinas, que debe pagar por adelantado, mediante
complicadas transacciones bancarias, y utilizar barcos extranjeros autorizados
por Estados Unidos.
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