Cuba da pistoletazo de largada al relevo de
generación gobernante
CARLOS BATISTA/AFP
Una mujer compra en el 2010,el documento marco para el VI Congreso del
Partido Comunista de Cuba (PCC). Analistas consideran que en el 2014 se incia
el relevo generacional en la cúpula gobernante. STR EFE
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LA
HABANA
El Congreso del
Partido Comunista de Cuba (PCC) y la reforma electoral anunciados marcan el
inicio del relevo generacional en la cúpula gobernante de la isla, en busca de
un proceso ordenado y continuista después de Fidel y Raúl Castro adaptado a los
nuevos tiempos, estimaron analistas este miércoles.
El X Pleno del
Comité Central del PCC, partido único, acordó el lunes celebrar el VII Congreso
en abril del 2016 y aprobar una nueva ley electoral antes de los comicios
generales del 2018, entre otras medidas.
“El proceso (…)
marca la primera transición intergeneracional a nivel de los máximos poderes
después de la revolución (de 1959). Las evidencias hasta ahora indican que será
un cambio ordenado, con la promoción a la primera secretaría (del PCC) de
Miguel Díaz-Canel”, ahora número dos del gobierno, dijo a la AFP el analista
Arturo López-Levy, del Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva
York.
“Se suele
asociar la salida de los históricos con el fin del proyecto social cubano
mientras analistas, investigadores e incluso miembros de la oposición política
proembargo coinciden en que los cubanos quieren cambios pero dentro del sistema
político en el cual viven”, declaró a la AFP Jorge de Armas, de Cuban Americans
for Engagement de Estados Unidos, que promueve un acercamiento entre ambos
países.
López-Levy
afirmó que “ya esa transición inter-generacional ha ocurrido en el PCC en los
niveles provinciales, y municipales y del Comité Central. Se redondeará ahora
con los cambios inevitables en el Buró Político” del partido, un selecto equipo
de 14 miembros.
Los analistas
estiman que el congreso debe marcar la salida de la vieja guardia del Buró
Político: el número dos del PCC, José Machado Ventura; el ministro del
Interior, Abelardo Colomé, el comandante Ramiro Valdés; y el general Ramón
Espinosa, entre otros.
“La experiencia
de los últimos años sugiere que la cúpula dirigente en Cuba se propone
traspasarle el poder a los cuadros militantes más jóvenes dentro del partido
único, sin hacer enmiendas constitucionales ni concesiones a los grupos
opositores”, dijo a la AFP Jorge Duany, de la Universidad Internacional de la
Florida.
La vanguardia
joven está encabezada por Díaz-Canel, delfín de Raúl Castro de 54 años, primer
vicepresidente de Cuba desde el 2013 y miembro del Buró Político; el ministro
de Economía, Marino Murillo (54), el canciller Bruno Rodríguez, (57) y Mercedes
López Acea (50), jefa del PCC en La Habana.
Pero no todos
los dirigentes históricos se preparan para vaciar los cajones de sus
escritorios. El ministro de las Fuerzas Armadas, el general Leopoldo Cintra
Frías (72), se dibuja como el garante de una continuidad sin tropiezos.
“Ningún miembro
civil de la nueva generación tiene el prestigio y ascendencia de Fidel o Raúl
Castro sobre los generales”, apuntó López-Levy.
“Díaz-Canel
tendrá que cortejar y escuchar a los generales, y encontrar formas de promover
líderes dentro de los cuerpos armados que sean leales a su visión de cambio y
continuidad”, añadió.
Por ahora no hay
información sobre lo que discutirá el Congreso ni sobre la nueva ley electoral,
los analistas no creen que haya cambios radicales.
López-Levy
descartó “que la elección directa del presidente por la población esté en la
agenda de reformas, pues plantearía un cambio radical de la estructura”
política.
Ahora es el
Parlamento, de 612 miembros, el que elige al presidente del Consejo de Estado
(máximo órgano del gobierno, de 31 miembros).
“Quizás un espacio
para la elección directa existe en los municipios y hasta provincias, donde se
ha experimentado en la separación de funciones ejecutivas y legislativas”,
agregó.
El deshielo con
Estados Unidos, el regreso de los agentes presos en ese país y el diseño de un
nuevo modelo económico que permita salir a la isla del estancamiento podrían
ser el broche de oro de Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel en el
2006.
“La inminente
restauración de relaciones diplomáticas con Estados Unidos es ciertamente un
escenario propicio para esa transición”, señaló Duany.
“El gobierno de
Raúl Castro ha anotado importantes logros en la reinserción internacional de
Cuba en un mundo post-guerra fría”, dice López-Levy.
Pero “la suerte
de la presidencia de Díaz-Canel dependerá esencialmente de su capacidad para
garantizar crecimiento económico y estabilidad social”, una tarea “gigantesca”,
concluyó López-Levy.
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