Translate
Il tempo all'Avana
+28
°
C
H: +28°
L: +23°
L'Avana
Lunedì, 24 Maggio
Vedi le previsioni a 7 giorni
Mar | Mer | Gio | Ven | Sab | Dom |
+28° | +29° | +29° | +28° | +29° | +29° |
+24° | +24° | +24° | +24° | +24° | +24° |
sabato 28 febbraio 2015
venerdì 27 febbraio 2015
Secondo giro di colloqui. A Washington
Oggi le delegazioni statunitense e cubana si ritrovano, per un secondo incontro, a Washington a continuazione di quello dello scorso mese all'Avana. Le attese e speranze sono molte e anche in Europa, Italia compresa, c'è molta fibrillazione. Questi colloqui che fra l'altro sono ancora preliminari, sono diretti al primo passo: quello della normalizzazione dei rapporti diplomatici che di fatto esistono con i rispettivi Uffici d'Interesse rappresentati in ambo i Paesi dalla Svizzera. Normalizzazione vuol dire passare da questo rapporto di "secondo livello" a uno di primo, con il semplice cambio di nome delle sedi, però accompagnato dagli Ambasciatori e non più da "Incaricati d'Affari Consolari". Come si vede un cambiamento più di forma che di sostanza e che comunque è ancora di la da venire...
Ci sono aspettative di piccoli e medi investitori per un possibile "mercato" cubano. Al di la che questi colloqui sono ben lontani dall'abolizione dell'embargo, non mi farei molte illusioni di possibilità commerciali, se non per prodotti di "nicchia", provenienti dallo Stivale o comunque dall'Europa. Gli Stati Uniti sono a sole 90 miglia e i prezzi sono competitivi anche per via del trasporto. Nel caso di investimenti immobiliari non mi farei illusioni sul medio termine: i grandi investimenti, per adesso non statunitensi, sono già operanti e vengono incrementati dalla nuova legge che interessa specialmente la Zona Franca del Mariel. Il mercato immobiliare, sopratutto turistico e per una infima parte dedicata agli stranieri residenti, è gestito e credo lo sarà per un bel po' dallo Stato che prende in considerazione, appunto, grandi investimenti. Il deposito minimo di garanzia dev'essere di 2 milioni di dollari. Credo che per un lungo periodo ci si possa scordare di comprare il bell'appartamento o la casa di prestigio da un privato cubano per uno straniero.
in ogni caso, la strada è ancora in salita, sia nei colloqui bilaterali che per la stessa situazione interna degli USA. È comunque vero che giorno dopo giorno si compiono piccoli passi di riavvicinamento. Ma 90 miglia a nuoto....sono lunghe.
Ci sono aspettative di piccoli e medi investitori per un possibile "mercato" cubano. Al di la che questi colloqui sono ben lontani dall'abolizione dell'embargo, non mi farei molte illusioni di possibilità commerciali, se non per prodotti di "nicchia", provenienti dallo Stivale o comunque dall'Europa. Gli Stati Uniti sono a sole 90 miglia e i prezzi sono competitivi anche per via del trasporto. Nel caso di investimenti immobiliari non mi farei illusioni sul medio termine: i grandi investimenti, per adesso non statunitensi, sono già operanti e vengono incrementati dalla nuova legge che interessa specialmente la Zona Franca del Mariel. Il mercato immobiliare, sopratutto turistico e per una infima parte dedicata agli stranieri residenti, è gestito e credo lo sarà per un bel po' dallo Stato che prende in considerazione, appunto, grandi investimenti. Il deposito minimo di garanzia dev'essere di 2 milioni di dollari. Credo che per un lungo periodo ci si possa scordare di comprare il bell'appartamento o la casa di prestigio da un privato cubano per uno straniero.
in ogni caso, la strada è ancora in salita, sia nei colloqui bilaterali che per la stessa situazione interna degli USA. È comunque vero che giorno dopo giorno si compiono piccoli passi di riavvicinamento. Ma 90 miglia a nuoto....sono lunghe.
giovedì 26 febbraio 2015
Colpo di pistola per il via a cambio generazionale nella direzione del Paese
Fonte El Nuevo Herald
Cuba da pistoletazo de largada al relevo de
generación gobernante
CARLOS BATISTA/AFP
Una mujer compra en el 2010,el documento marco para el VI Congreso del
Partido Comunista de Cuba (PCC). Analistas consideran que en el 2014 se incia
el relevo generacional en la cúpula gobernante. STR EFE
Comments
LA
HABANA
El Congreso del
Partido Comunista de Cuba (PCC) y la reforma electoral anunciados marcan el
inicio del relevo generacional en la cúpula gobernante de la isla, en busca de
un proceso ordenado y continuista después de Fidel y Raúl Castro adaptado a los
nuevos tiempos, estimaron analistas este miércoles.
El X Pleno del
Comité Central del PCC, partido único, acordó el lunes celebrar el VII Congreso
en abril del 2016 y aprobar una nueva ley electoral antes de los comicios
generales del 2018, entre otras medidas.
“El proceso (…)
marca la primera transición intergeneracional a nivel de los máximos poderes
después de la revolución (de 1959). Las evidencias hasta ahora indican que será
un cambio ordenado, con la promoción a la primera secretaría (del PCC) de
Miguel Díaz-Canel”, ahora número dos del gobierno, dijo a la AFP el analista
Arturo López-Levy, del Centro de Estudios Globales de la Universidad de Nueva
York.
“Se suele
asociar la salida de los históricos con el fin del proyecto social cubano
mientras analistas, investigadores e incluso miembros de la oposición política
proembargo coinciden en que los cubanos quieren cambios pero dentro del sistema
político en el cual viven”, declaró a la AFP Jorge de Armas, de Cuban Americans
for Engagement de Estados Unidos, que promueve un acercamiento entre ambos
países.
López-Levy
afirmó que “ya esa transición inter-generacional ha ocurrido en el PCC en los
niveles provinciales, y municipales y del Comité Central. Se redondeará ahora
con los cambios inevitables en el Buró Político” del partido, un selecto equipo
de 14 miembros.
Los analistas
estiman que el congreso debe marcar la salida de la vieja guardia del Buró
Político: el número dos del PCC, José Machado Ventura; el ministro del
Interior, Abelardo Colomé, el comandante Ramiro Valdés; y el general Ramón
Espinosa, entre otros.
“La experiencia
de los últimos años sugiere que la cúpula dirigente en Cuba se propone
traspasarle el poder a los cuadros militantes más jóvenes dentro del partido
único, sin hacer enmiendas constitucionales ni concesiones a los grupos
opositores”, dijo a la AFP Jorge Duany, de la Universidad Internacional de la
Florida.
La vanguardia
joven está encabezada por Díaz-Canel, delfín de Raúl Castro de 54 años, primer
vicepresidente de Cuba desde el 2013 y miembro del Buró Político; el ministro
de Economía, Marino Murillo (54), el canciller Bruno Rodríguez, (57) y Mercedes
López Acea (50), jefa del PCC en La Habana.
Pero no todos
los dirigentes históricos se preparan para vaciar los cajones de sus
escritorios. El ministro de las Fuerzas Armadas, el general Leopoldo Cintra
Frías (72), se dibuja como el garante de una continuidad sin tropiezos.
“Ningún miembro
civil de la nueva generación tiene el prestigio y ascendencia de Fidel o Raúl
Castro sobre los generales”, apuntó López-Levy.
“Díaz-Canel
tendrá que cortejar y escuchar a los generales, y encontrar formas de promover
líderes dentro de los cuerpos armados que sean leales a su visión de cambio y
continuidad”, añadió.
Por ahora no hay
información sobre lo que discutirá el Congreso ni sobre la nueva ley electoral,
los analistas no creen que haya cambios radicales.
López-Levy
descartó “que la elección directa del presidente por la población esté en la
agenda de reformas, pues plantearía un cambio radical de la estructura”
política.
Ahora es el
Parlamento, de 612 miembros, el que elige al presidente del Consejo de Estado
(máximo órgano del gobierno, de 31 miembros).
“Quizás un espacio
para la elección directa existe en los municipios y hasta provincias, donde se
ha experimentado en la separación de funciones ejecutivas y legislativas”,
agregó.
El deshielo con
Estados Unidos, el regreso de los agentes presos en ese país y el diseño de un
nuevo modelo económico que permita salir a la isla del estancamiento podrían
ser el broche de oro de Raúl Castro, quien sustituyó a su hermano Fidel en el
2006.
“La inminente
restauración de relaciones diplomáticas con Estados Unidos es ciertamente un
escenario propicio para esa transición”, señaló Duany.
“El gobierno de
Raúl Castro ha anotado importantes logros en la reinserción internacional de
Cuba en un mundo post-guerra fría”, dice López-Levy.
Pero “la suerte
de la presidencia de Díaz-Canel dependerá esencialmente de su capacidad para
garantizar crecimiento económico y estabilidad social”, una tarea “gigantesca”,
concluyó López-Levy.
mercoledì 25 febbraio 2015
martedì 24 febbraio 2015
A proposito di sigari cubani...
Mentre è in corso la XXX Fiera del Sigaro, all'Avana...
Fonte: El Nuevo Herald
Cubatabaco logra histórica victoria en la Corte Suprema de EEUU
Fonte: El Nuevo Herald
Cubatabaco logra histórica victoria en la Corte Suprema de EEUU
AGENCE FRANCE PRESSE
Dos promotoras posan cerca de una publicidad
de Cohíba durante la XXX Feria Internacional de La Habana, en noviembre de
2012. ALEJANDRO ERNESTO EFE
WASHINGTON
La Corte Suprema
de Estados Unidos concedió este lunes una victoria a la empresa cubana
Cubatabaco en su litigio contra una compañía estadounidense sobre el uso del
nombre de los puros Cohíba en este país, cerrando así una larga batalla legal.
Sin formular
comentarios, la más alta corte de justicia estadounidense rechazó evaluar una
apelación presentada por la empresa estadounidense General Cigar Co., basada en
Delaware (este del país), y dejó así en vigencia un fallo anterior favorable a
Empresa Cubana del Tabaco (Cubatabaco).
Esta decisión
posibilita a Cubatabaco llevar el caso al panel de controversias de la Oficina
de Patentes y Marcas Registradas de Estados Unidos.
Debido al
embargo comercial de Washington a La Habana, Cubatabaco no puede distribuir en Estados
Unidos sus cigarros Cohíba. Sin embargo, General Cigar sí podía hacerlo. La
compañía estadounidense distribuye en el mercado estadounidense productos de
marca Cohíba producidos en República Dominicana desde hace tres décadas.
En este caso, el
nudo de la cuestión se centraba en si el embargo que pesa sobre la isla impide
a la empresa Cubatabaco reclamar derechos sobre marcas registradas en Estados
Unidos.
En su alegato,
General Cigar había argumentaba que por fuerza del embargo estadounidense a
Cuba “la reglamentación prohíbe la importación de productos cubanos y por lo
tanto prohíbe ‘la venta de cigarros cubanos en Estados Unidos’”.
Además, alegaba
la empresa, la normativa del embargo “prohíbe también a las empresas cubanas
adquirir marcas registradas por empresas estadounidenses de cigarros”.
Por su parte, la
empresa cubana apuntó que “esta decisión no amenaza ninguno de los esfuerzos de
protección recíproca de la propiedad intelectual en Cuba (…) en el contexto de
relaciones sensibles y complejas” entre ese país y Estados Unidos.
En junio pasado,
una corte federal de apelaciones ya había emitido un fallo en favor de
Cubatabaco, sosteniendo que Cubatabaco tiene base legal para cuestionar
patentes en Estados Unidos.
La apelación de
General Cigar fue presentada a la Corte Suprema el 23 de enero, semanas después
de que los líderes de Estados Unidos y Cuba, Barack Obama y Raúl Castro,
sorprendieran al mundo al anunciar un proceso de restablecimiento de relaciones
diplomáticas.
En un anuncio
histórico, Obama también pidió al Congreso estadounidense que comience los estudios
para desmontar el complejo enmarañado legal con que fue codificado en ley el
embargo a Cuba, adoptado inicialmente hace más de medio siglo.
Como parte de
esa reaproximación, el gobierno estadounidense ya flexibilizó normas que
permitirán a turistas estadounidenses llevarse a casa hasta $100 en cigarros
cubanos.
Este lunes, en
La Habana, un especialista del sector señaló que inicialmente ese margen de
$100 no modificará el mercado de ventas de cigarros de Cuba a Estados Unidos,
pero representa un avance simbólico.
“No va a ser
grande el aumento de ventas en Cuba (…), $100 no es mucho, no van a explotar
nuestras ventas, (pero las medidas de Obama) representan un simbolismo”, dijo
Fernández Maique, vicepresidente de la empresa Habanos S.A.
En 2014, las ventas
de puros cubanos sufrieron un retroceso de 1% con relación a 2013, en una
tendencia atribuida al conflicto en Ucrania y a mayores impuestos en Europa.
El mercado
europeo representa el 56% de las ventas de la empresa, seguido por América
Latina (15%), África y Medio Oriente (15%) y Asia (14%). Los principales países
importadores, en orden decreciente, son España, Francia, China (incluidos Hong
Kong y Macao), Alemania y Suiza.
lunedì 23 febbraio 2015
Il Capitolio, di Ciro Bianchi ross
Pubblicato su Juventud Rebelde del 22/2/15
La gente, dall’interno,
veniva all’Avana e non voleva tornare alla propria terra senza visitare il
Capitolio. Chi poteva, si faceva fotografare col Capitolio sullo sfondo come
testimone imbattibile del suo soggiorno nella capitale. Lo stesso facevano gli stranieri
che visitavano l’Isola. Allora, la sede del Congresso della Repubblica era
circondata di alberghi di più o meno livello, pensioni e case private e fino
all’inaugurazione del Terminal degli Omnibus, nel 1952, gli autobus
interprovinciali facevano la prima e ultima fermata nella sua prossimità.
Lì non mancavano – non
mancano nemmeno adesso – i fotografi di strada con le loro macchine
antidiluviane che nessuno sa bene come funzionano: tutto un miscuglio con
servizio di sviluppo e stampa inclusi, né le osterie più modeste né i buoni
ristoranti come El Palacio de Cristal, nella calle Industria che fu a suo tempo
il migliore dell’Avana che dovette sopportare l’umiliante e triste destino di
diventare laboratorio per imbalsamare gli animali.
Il café El senado e i bar
Dorado e Capitolio erano punti di ritrovo obbligato. C’erano balli al Centro
Gallego e alla Gioventù Asturiana e la musica all’aperto amenizzava le serate
degli esercizi piccoli come La Barrita de Don Juan, frequentata da Nuñez
Rodríguez, sotostante all’hotel Comercio
e come il café di Lorenzo García, a fianco del cine Capitolio che
serviva al suo proprietario a coprire un lucrativo giro di prestiti di denaro.
Di sopra a García, abitava Agustín Rodríguez, autore del libretto della
zarzuela Cecilia Valdés, impresario e famoso frequentatore del teatro Martí che
tutte le mattine, alle cinque, prima di mettersi a scrivere, cercava
l’ispirazione in mezza bottiglias di rum Castillo.
Erano gli anni in cui gli
uomini tentavano di contenere la caduta dei capelli con l’applicazione di
lozioni tipo Calvfin che commercializzava il poeta e giornalista Gastón Baquero
e Manteca de Oso, di Ernesto Sarrá e si sbiancavano i denti con con polveri di
San Augustín. In quei giorni a qualunque cubano medio era sufficiente mettersi
una giacca perché gli fosse permesso l’accesso al Capitolio. Allora, il Paseo
del Prado e i dintorni del cosiddetto Palacio de la Leyes, erano luoghi alla
moda. In essi andava a finire chiunque si muovesse nella capitale fino a che,
negli anni ’50, La Rampa li spiazzò.
Ciò nonostante non si
concepisce l’Avana senza Prado e Capitolio. Sono simboli della città, parte
della sua storia e identità. Per la sua dimensione e bellezza, scrive lo
strorico Emilio Roig, “il Capitolio è
l’edificio più importante dell’Avana e di tutta Cuba. Quando finirà
l’importante restauro a cui è sottoposto, tornerà ad essere la sede del
Parlamento cubano”. Nela chiusura dell’VIII Legislatura dell’Asamblea Nacional,
il presidente Raúl Castro ha detto ai deputati che prima o poi si dovrebbe
tornare al Capitolio.
I
Terreni
I terreni che occupa il
Capitolio, appartennero alla Sociedad Económica de Amigos del País che satbilì
in questo luogo, a partire dal 1817, un giardino botanico. Il Governo coloniale
spagnolo, espropriò la Società di questo terreno e nel 1835, si cominciò a
costruire la stazione ferroviaria di Villanueva.
Togliere i treni da una zona
che si stava convertendo nella migliore dell’Avana fu, nelle decadi successive
del XIX secolo, un desiderio crescente degli avaneri. Il generale Manuel
Salamanca y Negrete, governatore dell’Isola volle effettuarlo nel 1890, ma morì
misteriosamente quando si disponeva a prendere le misure contro i responsabili
di una malversazione colossale, di 14 milioni di pesos, che venne a galla al
Dipartimento della Guerra della Colonia. Il proposito passò da un anno
all’altro fino a che, nel 1909, il presidente José Miguel Gómez decise di
prendere il toro per le corna. Per quello si cambiarono i terreni di Villanueva
per quelli dell’antico Arsenale, occupati oggi dala stazione centrale
ferroviaria. Ci voleva installare il Palazzo Presidenziale, installato fino ad
allora, nel vecchio Palazzo dei Capitani Generali.
Lo Stao consegnava a una
compagnia britannica, Ferrocarriles Unidos, i terreni dell’Arsenale valutati in
cinque milioni di pesos e riceveva in cambio quelli di Villanueva, non
acquisiti in modo pulito e che valevano appena due milioni. Il denaro che si
sarebbe mosso in modo sotterraneo, con commissioni e corruzioni, arriverà a José
Miguel che il popolo soprannominava Pescecane e ai suoi commilitoni, alle spalle degli
interessi della nazione.
Nel gennaio 1910 la
Commissione d’Industria e Bilancio del Senato dava al progetto di legge del
cambio un nulla osta favorevole e raccomandava la piena approvazione del suo
contenuto. Alla Camera dei Rappresentanti, con maggioranza liberale,
l’approvazione della legge era senza dubbio improbabile, vi si opponevano tanto
i conservatori che i liberali che capitanava Alfredo Zayas. Fu allora che i
“miguelisti” cucinarono una strategia infallibile: decisero che il fatto si
prendesse come una decisione di “partito”, cosa che obbligava tutti i
parlamentari, tanto miguelisti come zayisti, a concedere il voto favorevole.
Dinamite
alla cupola
Le opere della residenza del
Palazzo Presidenziale cominciarono protette da un credito di un milione di
pesos e la costruzione si paralizzò all’assumere la presidenza il generale
Mario García Menocal. I suoi piani erano altri. Voleva edificare il Palazzo nei
terreni della Quinta de los Molinos e l’edificio appena inziato sarebbe rimasto
come sede del Legislativo. Questa scelta
obbligò a fare modifiche sostanziali al progetto originale degli architetti
Rayneri (padre e figlio) e impose che si dinamitasse la cupola già costruita e
che pesdava 1200 tonnellate.
Naturalmente, Menocal non
giunse a costruire il Palazzo. In quei giorni il generale Ernesto Asbert,
governatore dell’Avana, costruiva il palazzo che sarebbe stata sede del governo
provinciale. Mariana Seba, la Prima Dama, s’innamorò di questo edificio,
Menocal lo confiscò e lo Stato pagò mezzo milione di pesos per l’immobile che
con gli adattamenti pertinenti, si destinò a Palazzo Presidenziale. È l’attuale
Museo della Rivoluzione.
Le opere del Capitolio si
riannodarono nel 1917, solo per interrompersi due anni più tardi per mancanza
di fondi e nel 1921 il presidente Zayas le sospese definitivamente.
Quando, nel 1925 Machado giunge alla
presidenza, trova il Capitolio costruito a metà e con aspetto di una rovina.
17
milioni
A Cuba, le dittature lo sono
state anche di cemento armato. Machado si era proposto di modernizzare la
capitale cubana e in certa misura, il Paese, si era imbarcato in un vasto e
ambizioso piano di opere pubbliche. Sotto il suo governo si rimodellò il Paseo
del Prado, il Campo di Marte si trasformò in Piazza della Fraternità e si
tracciò la Avenida de las Misiones. Proseguì allungando il Malecón, venne
inaugurata la Carretera Central e si eresse la Scalinata universitaria. Si
costruirono l’aeroporto e l’hotel Nacional...
Sembrava impensabile che
Machado e il suo megalomane ministro delle Opere Pubbliche, Carlos Miguel de
Céspedes, lasciassero il Capitolio, inconcluso, fuori dal loro mirino. Nel 1926
si riannodarono le opere. Si sarebbe aprofittato della costruzione esistente,
anche se il progetto dovette subire innumerevoli modifiche. I migliori
architetti cubani di allora – Cabarrocas, Govantes, Otero, Rayneri, Bens...- e
alcuni stranieri come Forestier, sopratutto per i giardini, si gettarono sui disegni,
mentre la parte materiale era stata assegnata all’impresa Purdy and Henderson,
contrattisti nordamericani che fecero ottimi affari nel Paes con la costruzione
della Lonja del Comercio, l’edificio della Metropolitana, l’hotel Nacional e i
centri Gallego e Asturiano.
Il Capitolio occupa una
superficie totale di 12.000 metri quadrati, di essi ne sono coperti 10.839. I
suoi giardini hanno un’estensione di 26.500 metri quadrati.
Dati che dettte a conoscere
all’epoca il giornale El Mundo, rivelano che nella sua costruzione si
impiegarno cinque milioni di mattoni, più di tre milioni di piedi di legname,
150.000 barili di cemento e 38.000 metri cubi di sabbia. Anche 40.000 metri
cubi di pietra spaccata e 25.000 metri cubi di pietra da cantiere, 3.500 tonnellate
di struttra in acciaio e 2.000 tonnellate di tondino.
Dopo tre anni di lavoro,
l’edificio si inaugurò in maniera solenne, il 20 maggio del 1929. Era costato,
si dice, 17 milioni di pesos.
I
passi perduti
La sua cupola è, per il suo
diametro e altezza, la sesta del mondo. La lanterna che la rifinisce si trova a
94 metri dall’altezza del suolo e al momento dell’inaugurazione dell’edificio
la superavano, nel suo genere, quella di San Pietro a Roma e quella di San
Paolo a Londra, 129 e 107 metri di altezza, rispettivamente.
La scalinata monumentale,
con 55 gradini, ha sdulla cima due gruppi scultorei. Uno simbolizza il Lavoro o
il Progresso dell’attività umana; l’altro la Virtù tutelare del popolo. Sono
opere dell’italiano Angelo Zanelli, autore dell’Altare della Patria che a Roma
forma parte del monumento al re Vittorio Emanuele. Di questo scultore è anche
la Statua della Repubblica che si distingue nell’imponente Salone dei Passi
Perduti, esattamente sotto la cupola. Il suo peso è di 30 tonnellate e si eleva
aun’altezza totale di 14,6 metri. La
Repubblica, in essa, è rappresentata da una donna giovane che appare in piedi e coperta da una tunica,
porta casco, lancia e scudo. Molto poco si sa dell’appetitosa cubana che servì
da modella a questa scultura. Ai suoi piedi, incastonato nel pavimento a
specchio, un brillante segnava il kilometro zero della Carretera Central. Si
afferma che la gemma appartenne a una delle corone dell’ultimo zar di Russia.
Fino al 1958, questo palazzo
dei palazzi, ospitò il Senato e la Camera dei Rappresentanti. Dalle sue
finestre si mitragliò la cittadinanza che, disarmata e gioiosa celebrava, per
errore, la caduta di Machado il 7 di agosto del 1933. Quando il despota cadde
ralmente il 12, il popol saccheggiò il Palazzo Presidenziale e le residenze dei
machadisti più noti, ma non il Capitolio, anche se si sfigurò a martellate,
come si può ancora vedere, il volto di Machado, scolpito a rilievo nel portico
dell’edificio.
Durante il primo governo del
presidente Grau San Martín si installò, nel Capitolio, il recentemente creato
Ministero (Segreteria) del Lavoro e tennero sessione i cosieddetti Tribunali
delle Sanzioni che giudicarono i machadisti. Fu in uno dei suoi uffici che nel
gennaio del 1934, Antonio Guiteras redattò, alla luce di una candela, il
decrteo che disponeva l’esproprio della Compagnia Cubana dell’Elettricità. Al
tempo dei presidenti Mendieta e Barnet risiedette lì il Consiglio di Stato,
fino a che si resaturò il Parlamento nel maggio del 1936. Lì nel dicembre di
quell’anno, il Senato giudicò e destituì il presidente Miguel Mariano Gómez e
nell’emiciclo della Camera sessionò l’assemblea che elaborò la Costituzione del
1940. Dopo il 1959 fu sede dell’Accademia delle Scienze e poi del Ministero di
Scienza Tecnologia e Ambiente, cosa che obbligò a fare trasformazioni e
adattamenti nell’edificio che si andava deteriorando mentre la sporcizia si
impadroniva dei suoi spazi esterni e interni. Ben merita, il suo restauro,
questo simbolo dell’identità e della storia dell’Avana.
El Capitolio
Ciro Bianchi Ross * digital@juventudrebelde.cu
21 de Febrero del 2015
La gente del interior venía a La Habana y no quería volver a su tierra
sin visitar el Capitolio. El que podía, se fotografiaba con el
Capitolio al fondo como testimonio imbatible de su estancia en la
capital. Lo mismo hacían los extranjeros que visitaban la Isla.
Entonces la sede del Congreso de la República estaba rodeada de
hoteles de mayor o menor cuantía, pensiones y casas de huéspedes, y
hasta la inauguración de la Terminal de Ómnibus, en 1952, las guaguas
interprovinciales hacían en sus inmediaciones la primera y la última
parada.
No faltaban allí --no faltan tampoco ahora-- los fotógrafos callejeros
con sus cámaras antediluvianas que nadie sabe bien cómo funcionan;
todo un engendro con servicios de revelado e impresión acoplados, ni
las fondas de medio pelo, ni los buenos restaurantes como El Palacio
de Cristal, en la calle Industria, que fue en su tiempo el mejor de La
Habana y que debió soportar el humillante y triste destino de quedar
convertido en un taller para embalsamar animales.
El café El Senado y los bares Dorado y Capitolio eran puntos de cita
obligados. Había bailes en el Centro Gallego y en la Juventud
Asturiana, y la música de los aires libres amenizaba la noche.
Abundaban los establecimientos pequeños como La Barrita de Don Juan,
frecuentada por Núñez Rodríguez, en los bajos del hotel Comercio, y
como el café de Lorenzo García, al lado del cine Capitolio, que servía
a su dueño para tapar un lucrativo negocio de préstamos de dinero. En
los altos de García vivía Agustín Rodríguez, autor del libreto de la
zarzuela Cecilia Valdés, empresario y famoso sainetero del teatro
Martí, que todas las mañanas, a las cinco, antes de ponerse a
escribir, buscaba la inspiración en media botella de ron Castillo.
Eran los años en que los hombres intentaban contener la caída del
cabello con la aplicación de lociones como Calvifín, que
comercializaba el poeta y periodista Gastón Baquero, y Manteca de Oso,
de Ernesto Sarrá, y se blanqueaban los dientes con los polvos de San
Agustín. En esos dìas a cualquier cubano de a pie le bastaba con
ponerse una chaqueta para que se le franqueara el acceso al Capitolio.
Entonces el Paseo del Prado y los alrededores del llamado Palacio de
las Leyes eran lugares de moda. A ellos iba a parar todo lo que se
movía en la capital, hasta que en la década del 50 La Rampa los
desplazó.
Aun así no se concibe a La Habana sin Prado ni Capitolio. Son símbolos
de la ciudad, parte de su historia e identidad. Por su magnitud y
belleza, escribe el historiador Emilio Roig, “el Capìtolio es el
edificio más importante de La Habana y de toda Cuba. Cuando concluya
la impresionante restauración a la que se le somete, volverá a ser la
sede del Parlamento cubano”. Al clausurar la VIII Legislatura de la
Asamblea Nacional, el presidente Raúl Castro dijo a los diputados que
algún día habría que regresar al Capitolio.
Los terrenos
Los terrenos que ocupa el Capitolio pertenecieron a la Sociedad
Económica de Amigos del País que fomentó en ese lugar, a partir de
1817, un jardín botánico. El Gobierno colonial español enajenó a la
Sociedad la propiedad de ese terreno, y en 1835 se comenzó a construir
allí la estación de trenes de Villanueva.
Sacar los ferrocarriles de una zona que iba convirtiéndose en la mejor
de La Habana fue, en las décadas postreras del siglo XIX, un anhelo
creciente de los habaneros. El general Manuel Salamanca y Negrete,
gobernador de la Isla, quiso acometerlo en 1890, pero murió
misteriosamente cuando se disponía a tomar medidas contra los
responsables de una malversación colosal de 14 millones de pesos, que
salió a flote en el Departamento de Guerra de la Colonia. El propósito
pasó de un año a otro, hasta que en 1909 el presidente José Miguel
Gómez decidió tomar el toro por los cuernos. Para ello se canjearían
los terrenos de Villanueva por los del antiguo Arsenal, ocupados hoy
por la estación central de los ferrocarriles. Quería edificar en ellos
el Palacio Presidencial, instalado hasta entonces en el viejo Palacio
de los Capitanes Generales.
El Estado entregaba a una compañía británica, Ferrocarriles Unidos,
los terrenos del Arsenal, valorados en más de cinco millones de pesos,
y recibía a cambio los de Villanueva, no adquiridos limpiamente y que
apenas valían dos millones. El dinero que se movería bajo cuerda, por
comisiones y sobornos, empaparía a José Miguel, a quien el pueblo
apodaba Tiburón, y salpicaría a sus conmilitones, a costa de los
intereses de la nación.
En enero de 1910, la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Senado
daba al proyecto de ley del canje un dictamen favorable y recomendaba
su aprobación al pleno de ese cuerpo. En la Cámara de Representantes,
con mayoría liberal, la aprobación de la ley, sin embargo, era
improbable pues se le oponían tanto los conservadores como los
liberales que capitaneaba Alfredo Zayas. Fue entonces que los
miguelistas cocinaron una estrategia infalible: decidieron que el
asunto se tomara como una cuestión de “partido”, lo que obligaba a
todos los parlamentarios, tanto miguelistas como zayistas, a
concederle el voto favorable.
Dinamitan la cúpula
Económica de Amigos del País que fomentó en ese lugar, a partir de
1817, un jardín botánico. El Gobierno colonial español enajenó a la
Sociedad la propiedad de ese terreno, y en 1835 se comenzó a construir
allí la estación de trenes de Villanueva.
Sacar los ferrocarriles de una zona que iba convirtiéndose en la mejor
de La Habana fue, en las décadas postreras del siglo XIX, un anhelo
creciente de los habaneros. El general Manuel Salamanca y Negrete,
gobernador de la Isla, quiso acometerlo en 1890, pero murió
misteriosamente cuando se disponía a tomar medidas contra los
responsables de una malversación colosal de 14 millones de pesos, que
salió a flote en el Departamento de Guerra de la Colonia. El propósito
pasó de un año a otro, hasta que en 1909 el presidente José Miguel
Gómez decidió tomar el toro por los cuernos. Para ello se canjearían
los terrenos de Villanueva por los del antiguo Arsenal, ocupados hoy
por la estación central de los ferrocarriles. Quería edificar en ellos
el Palacio Presidencial, instalado hasta entonces en el viejo Palacio
de los Capitanes Generales.
El Estado entregaba a una compañía británica, Ferrocarriles Unidos,
los terrenos del Arsenal, valorados en más de cinco millones de pesos,
y recibía a cambio los de Villanueva, no adquiridos limpiamente y que
apenas valían dos millones. El dinero que se movería bajo cuerda, por
comisiones y sobornos, empaparía a José Miguel, a quien el pueblo
apodaba Tiburón, y salpicaría a sus conmilitones, a costa de los
intereses de la nación.
En enero de 1910, la Comisión de Hacienda y Presupuesto del Senado
daba al proyecto de ley del canje un dictamen favorable y recomendaba
su aprobación al pleno de ese cuerpo. En la Cámara de Representantes,
con mayoría liberal, la aprobación de la ley, sin embargo, era
improbable pues se le oponían tanto los conservadores como los
liberales que capitaneaba Alfredo Zayas. Fue entonces que los
miguelistas cocinaron una estrategia infalible: decidieron que el
asunto se tomara como una cuestión de “partido”, lo que obligaba a
todos los parlamentarios, tanto miguelistas como zayistas, a
concederle el voto favorable.
Dinamitan la cúpula
Las obras de la mansión del Palacio Presidencial comenzaron
respaldadas por un crédito de un millón de pesos, y la construcción se
paralizó al asumir la presidencia el general Mario García Menocal.
Otros eran sus planes. Quería edificar el Palacio en los terrenos de
la Quinta de los Molinos y el edificio recién comenzado quedaría como
sede del Legislativo. Esa determinación obligó a hacer modificaciones
sustanciales al proyecto original de los arquitectos Rayneri (padre e
hijo) e impuso que se dinamitara la cúpula ya construida y que pesaba
1 200 toneladas métricas.
Sin embargo, Menocal no llegó a construir el Palacio. En aquellos
días, el general Ernesto Asbert, gobernador de La Habana, construía el
palacio que sería la sede del gobierno provincial. Mariana Seba, la
Primera Dama, se enamoró de ese edificio, Menocal lo confiscó y el
Estado pagó medio millón de pesos por el inmueble que, con las
adaptaciones pertinentes, se destinó a Palacio Presidencial. Es el
actual Museo de la Revolución.
Las obras del Capitolio se reanudaron en 1917, solo para que se
interrumpieran dos años más tarde por falta de dinero, y en 1921 el
presidente Zayas las suspendió definitivamente. Cuando en 1925 Machado
llega a la presidencia encuentra el Capitolio a medio hacer y con
aspecto de ruina.
17 millones
En Cuba las dictaduras lo han sido también de hormigón armado. Machado
se propuso modernizar la capital cubana y, en cierta medida, el país,
por lo que se embarcó en un vasto y ambicioso plan de obras públicas.
Bajo su gobierno, se remodeló el Paseo del Prado, el Campo de Marte se
transformó en Plaza de la Fraternidad y se trazó la Avenida de las
Misiones. Prosiguió extendiéndose el Malecón, quedó inaugurada la
Carretera Central y se levantó la Escalinata universitaria. Se
construyeron el aeropuerto y el hotel Nacional...
Resultaba impensable que Machado y su megalómano ministro de Obras
Públicas, Carlos Miguel de Céspedes, dejaran el Capitolio inconcluso
fuera de su punto de mira. En 1926 se reanudaron las obras. Se
aprovecharía lo ya construido, aunque el proyecto debió sufrir
modificaciones innumerables. Los mejores arquitectos cubanos de
entonces --Cabarrocas, Govantes, Otero, Rayneri, Bens...-- y algunos
extranjeros, como Forestier, sobre todo para los jardines, se volcaron
sobre los planos, en tanto que la parte material era encomendada a la
empresa Purdy and Henderson, contratistas norteamericanos que hicieron
muy buenos negocios en el país con la construcción de la Lonja del
Comercio, el edificio de La Metropolitana, el hotel Nacional y los
centros Gallego y Asturiano.
El Capitolio ocupa una superficie total de 12 000 metros cuadrados, de
ellos son área techada 10 839 metros cuadrados. Sus jardines tienen
una extensión de 26 500 metros cuadrados.
Datos que dio a conocer en su momento el periódico El Mundo revelan
que en su construcción se emplearon cinco millones de ladrillos, más
de tres millones de pies de madera, 150 000 barriles de cemento y 38
000 metros cúbicos de arena. También 40 000 metros cúbicos de piedra
picada y 25 000 metros cúbicos de piedra de cantería, 3 500 toneladas
de acero-estructura y 2 000 toneladas de cabillas.
Tras tres años de trabajo, el edificio se inauguró de manera solemne
el 20 de mayo de 1929. Había costado, se dice, 17 millones de pesos.
Los pasos perdidos
se propuso modernizar la capital cubana y, en cierta medida, el país,
por lo que se embarcó en un vasto y ambicioso plan de obras públicas.
Bajo su gobierno, se remodeló el Paseo del Prado, el Campo de Marte se
transformó en Plaza de la Fraternidad y se trazó la Avenida de las
Misiones. Prosiguió extendiéndose el Malecón, quedó inaugurada la
Carretera Central y se levantó la Escalinata universitaria. Se
construyeron el aeropuerto y el hotel Nacional...
Resultaba impensable que Machado y su megalómano ministro de Obras
Públicas, Carlos Miguel de Céspedes, dejaran el Capitolio inconcluso
fuera de su punto de mira. En 1926 se reanudaron las obras. Se
aprovecharía lo ya construido, aunque el proyecto debió sufrir
modificaciones innumerables. Los mejores arquitectos cubanos de
entonces --Cabarrocas, Govantes, Otero, Rayneri, Bens...-- y algunos
extranjeros, como Forestier, sobre todo para los jardines, se volcaron
sobre los planos, en tanto que la parte material era encomendada a la
empresa Purdy and Henderson, contratistas norteamericanos que hicieron
muy buenos negocios en el país con la construcción de la Lonja del
Comercio, el edificio de La Metropolitana, el hotel Nacional y los
centros Gallego y Asturiano.
El Capitolio ocupa una superficie total de 12 000 metros cuadrados, de
ellos son área techada 10 839 metros cuadrados. Sus jardines tienen
una extensión de 26 500 metros cuadrados.
Datos que dio a conocer en su momento el periódico El Mundo revelan
que en su construcción se emplearon cinco millones de ladrillos, más
de tres millones de pies de madera, 150 000 barriles de cemento y 38
000 metros cúbicos de arena. También 40 000 metros cúbicos de piedra
picada y 25 000 metros cúbicos de piedra de cantería, 3 500 toneladas
de acero-estructura y 2 000 toneladas de cabillas.
Tras tres años de trabajo, el edificio se inauguró de manera solemne
el 20 de mayo de 1929. Había costado, se dice, 17 millones de pesos.
Los pasos perdidos
Su cúpula es, por su diámetro y altura, la sexta del mundo. La
linterna que la remata se halla a 94 metros del nivel de la acera, y
en el momento de inaugurarse el edificio solo la superaban, en su
estilo, la de San Pedro, en Roma, y la de San Pablo, en Londres, con
129 y 107 metros de alto, respectivamente.
La escalinata monumental, con 55 escalones, tiene en la cima dos
grupos escultóricos. Uno simboliza El trabajo o El progreso de la
actividad humana; el otro, La virtud tutelar del pueblo. Son obras del
italiano Angelo Zanelli, autor del Altar de la Patria, que en Roma
forma parte del monumento al rey Víctor Manuel. También de ese
escultor es la Estatua de la República, que se destaca en el imponente
Salón de los Pasos Perdidos, exactamente debajo de la cúpula. Su peso
es de 30 toneladas y se eleva a una altura total de 14,6 metros. La
República, en ella, está representada por una mujer joven que aparece
de pie y cubierta por una túnica, y lleva casco, lanza y escudo. Muy
poco se sabe de la apetitosa cubana que sirvió de modelo a esa
escultura. A sus pies, empotrado en el piso espejeante, un brillante
marcaba el kilómetro cero de la Carretera Central. Se afirma que la
gema perteneció a una de las coronas del último zar de Rusia.
Hasta 1958 este palacio de palacios dio albergue al Senado y a la
Cámara de Representantes. Desde sus ventanas se ametralló a la
ciudadanía que, desarmada y jubilosa, celebraba equivocadamente, el 7
de agosto de 1933, la caída de la dictadura de Machado. Cuando, el día
12, el déspota cayó de verdad, el pueblo saqueó el Palacio
Presidencial y las residencias de los machadistas más connotados, pero
no el Capitolio, aunque sí desfiguró a martillazos, como puede verse
aún, el rostro de Machado esculpido al relieve en el pórtico del
edificio.
Durante el primer gobierno del presidente Grau San Martín se instaló
en el Capitolio el recién creado entonces Ministerio (Secretaría) del
Trabajo y sesionaron en él los llamados Tribunales de Sanciones, que
juzgaron a los machadistas. Fue en una de sus oficinas que en enero de
1934 Antonio Guiteras redactó, a la luz de una vela, el decreto que
disponía la intervención de la Compañía Cubana de Electricidad. En
tiempos de los presidentes Mendieta y Barnet radicó allí el Consejo de
Estado, hasta que se restauró el Parlamento en mayo de 1936. Allí, en
diciembre de ese año, el Senado juzgó y destituyó al presidente Miguel
Mariano Gómez, y en el hemiciclo de la Cámara sesionó la asamblea que
elaboró la Constitución de 1940. Después de 1959 fue sede de la
Academia de Ciencias y luego del Ministerio de Ciencia, Tecnología y
Medio Ambiente, lo que obligó a hacer transformaciones y adaptaciones
en el edificio, que se iba deteriorando mientras la suciedad se
adueñaba de sus espacios exteriores e interiores. Bien merece su
restauración este símbolo de la identidad y la historia de La Habana.
Ciro Bianchi Ross
cbianchi@enet.cu
http://wwwcirobianchi.blogia.com/
http://cbianchiross.blogia.com/
domenica 22 febbraio 2015
sabato 21 febbraio 2015
Raimovie ripropone Tomás Milián nella sua Avana
Il prossimo martedì 3 marzo, alle 23.30, Raimovie ripropone il film documentario di Giuseppe Sansonna, prodotto dalla IXCO, "The cuban Hamlet". La biografia filmata di Thomas "Monnezza" Milian, girata all'Avana dove l'attore cubano, è tornato dopo 58 anni di assenza.
Per i fan di Milián o chi sia stato o meno all'Avana, per chi non lo avesse visto nelle due precedenti messe in onda, è un'occasione da non perdere.
Per i fan di Milián o chi sia stato o meno all'Avana, per chi non lo avesse visto nelle due precedenti messe in onda, è un'occasione da non perdere.
venerdì 20 febbraio 2015
giovedì 19 febbraio 2015
mercoledì 18 febbraio 2015
martedì 17 febbraio 2015
Le scoperte dell'America...
Se mi chiamassi Biscardi, oltre che Aldo, potrei vantarmi di uno "sgup" di quasi 5 anni or sono. la stampa americana, sempre così attenta alla vita, anche quotidiana, di Cuba se ne è accorta solo adesso (15/2/15) che il calcio sta appassionando i giovani dell'Isola...il mio post, che ripropongo, ha data 23/7/10...
El fútbol le roba protagonismo al béisbol en Cuba
PEDRO J. GONZALEZ
PGONZALEZ@ELNUEVOHERALD.COM
02/15/2015 8:43 P
02/16/2015 8:26 AM
Varios niños juegan al fútbol en una calle de un barrio de La Habana, en junio del 2014. YAMIL LAGE AFP/GETTY IMAGES
Los vecinos se sorprendieron al ver a Yuniesky Rodríguez correr calle abajo gritando como un desaforado, mientras un grupo de adolescentes le perseguía.
“¿Qué le pasa a ese muchacho?”, dijo una señora que contemplaba la escena.
“Na’ que metió un gol y lo está celebrando”, le respondió su esposo. “Ese es el hijo de “Kiko el pelotero”, que como a todos, le ha dado por jugar al fútbol”.
El joven se quitó la camiseta y con todas sus fuerzas lanzó al universo el grito de ¡goool! segundos antes que un grupo de jugadores de su equipo le diera alcance para felicitarlo.
La escena se repite una y otra vez en todas las barriadas de la Habana y en casi todas las plazas de la Cuba de hoy.
El béisbol en la isla siempre ha sido el ‘pasatiempo nacional’ y es indudable el talento de los peloteros, sin embargo en los últimos años balompié se ha venido metiendo en la sangre de los cubanos y hoy en día le ha robado todo el protagonismo.
El fútbol ha ocupado las calles y su popularidad ha tenido un crecimiento exponencial y alcanzando su máxima expresión, casualmente, en un momento en el que comienzan a normalizarse las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, país donde encuentra un grupo de los mejores jugadores de la isla.
Aunque tal vez esto no sea tanta casualidad.
Parece muy difícil creer que los cubanos en cierto modo hayan traicionado al béisbol, un deporte que ha conquistado tres oros olímpicos, 25 mundiales, 10 Intercontinentales, 12 Panamericanos y 14 Centroamericanos; para irse con el fútbol, cuyos mayores logros son una plata Panamericana (San Juan 1979), un séptimo lugar en el Mundial de 1938, un séptimo lugar olímpico Moscú 1980 y cinco Centroamericanos.
Sin embargo para jóvenes como Yuniesky la divulgación de las Copas del Mundo y de los partidos de las ligas europeas por la televisión les han mostrado las bondades de este hermoso deporte, el cual se mantuvo durante años a la sombra de la “pelota”.
La puesta en escena de los clásicos entre el Real Madrid y Barcelona han disparado la popularidad del fútbol en la isla, que tras el pasado Mundial de Brasil 2014 alcanzó cuotas insospechadas de aceptación en la nación cubana, creando incluso peñas futbolísticas.
“Queremos ver un buen espectáculo, por eso existe la fiebre de fútbol y hoy muchas personas tienen un conocimiento increíble de este deporte”, señaló el profesor Roberto Ramírez. “Ahora lo ponen más en TV y cuando hay un evento de nivel se habilita la Ciudad Deportiva, cines, bares y hoteles (que cobran y se llenan) para verlos y los jóvenes espontáneamente llevan camisas, banderas y colores de su once favorito”.
A tal punto el fútbol ha invadido a los cubanos que en estos momentos el regalo más preciado para un joven es una camiseta de Lionel Messi o de Cristiano Ronaldo, según sean sus preferencias por el Barça o el Madrid. Ni siquiera compite la de LeBron James con el Heat o Derek Jeter con los Yankees.
Los defensores de la pelota, como Kiko, después de toneladas de horas de trasmisión del béisbol y de gozar del apoyo oficial, alegan que no se televisan los juegos de grandes ligas donde participan los cubanos. Pero tampoco en el fútbol, a pesar de que un gran cubano, el pinareño Osvaldo Alonso, está poniendo bien en alto el pabellón nacional en la MLS.
También influye el desánimo tras el poco nivel que ofrecen las últimas series nacionales y los constantes fracasos del llamado “Team Cuba”, después de acostumbrase a ganar todos los torneos, viéndose incluso superado países de menor tradición como Holanda.
Aunque tampoco el fenómeno del fútbol es algo nuevo, como afirma Miguel Tito: “En Cuba se ha jugado siempre fútbol, lo que ahora es el más popular”.
Ocho cubanos jugaron para el Real Madrid y como prueba hoy en las paredes del Santiago Bernabéu puede leerse CUBA: Antonio Sánchez NEYRA, Armando GIRALT, José GIRALT, Mario GIRALT, Fernando LOPEZ QUESADA, Enrique FERRER, Mario INCHAUSTI y Jesús CHUS ALONSO, quien brilló como goleador en el club blanco.
Cuba es el sexto país del mundo que más jugadores ha aportado al Madrid, siendo solo superada por Argentina (29), Brasil (22), Francia (17), Inglaterra (11) y Alemania (9).
El balompié en Cuba tuvo incluso un mayor nivel a partir de 1926 (cuando entró en la FIFA) hasta 1959; con equipos que competían de tú a tú, ganando y perdiendo con equipos de México, Estados Unidos, Costa Rica, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Uruguay, Argentina y de España (como el Atlético y el Madrid).
Y cuentan los más viejos del lugar que muchas veces los peloteros tenían que esperar a que terminase el partido de fútbol para poder jugar.
“Pero después de 1959 esto cambió, prácticamente solo se veía béisbol. A pesar de eso tuvimos un gran campeonato provincial y varios logros internacionales”, dijo Héctor Inguanzo, el ex comisionado con más éxitos en la historia del balompié en la isla. “Nada que ver con la fiebre de hoy con toda gente está volcada con el fútbol”.
También hubo algunas manifestaciones de fútbol callejero poco después de los Mundiales de España 82 y de México 86 con el llamado ‘Mundialito de Aguayo’, potenciado por ese gran hombre del fútbol que fue Juan Antonio Lotina.
Por esa época ya jugaba José Eduardo, quien luego fue entrenador de Playa, toda una autoridad para hablar sobre el tema de actualidad.
“Aunque indudablemente a los cubanos le gusta el béisbol y la gente lo sigue, hay más entusiasmo por el balompié, los muchachos lo juegan en las calles y en todas las instalaciones deportivas”, indicó José. “Aunque lamentablemente eso aún no se traduce en victorias por la estructura arcaica del deporte en la isla”.
Eduardo achaca los malos resultados principalmente a la poca continuidad en los torneos y al mal estado de las instalaciones.
“Resulta antagónico que el nivel de antes fuese superior y asistía más afición a los terrenos”, analizó el ex entrenador. “Hoy ven muchos partidos por televisión, pero pocos van a apoyar a su equipo al estadio”.
Ahora con el inicio del Campeonato Nacional número 100, algo de lo que no puede presumir ningún otro deporte en la isla, podría intentarse alguna mejoría en cuestiones organizativas.
“La juventud casi no ve pelota, solo fútbol, donde hay jugadores con un gran nivel”, contó Enrique Enriquez, quien jugó en Plaza. “Las categorías inferiores de Cuba son buenas, pero luego todo se pierde por la falta de apoyo institucional”.
Aunque gran parte del problema pasa por la limitación de recursos, producto de la profunda crisis económica que durante años viene afectando a la isla, de ahí que muchas esperanzas se ciernen en torno al restablecimiento de las relaciones con EEUU.
Mientras, Yuniesky sigue persiguiendo su sueño de jugar fútbol como profesional en el extranjero, para luego poder ayudar a Cuba a alcanzar el lugar que se merece en la arena internacional.
Ormai spente da tempo le luci (e i suoni assordanti) del Mundial Sudafrica 2010, a Cuba si respira aria di calcio come non si era mai respirata in precedenza. Le strade dell'Avana sembrano quelle di una qualsiasi città italiana con squadrette improvvisate che si sfidano con porte e palloni altrettanto improvvisati o avuti chissà come. Il merito di questa "scoperta" è della TV cubana che per la prima volta ha trasmesso integralmente e in diretta tutti gli incontri della fase finale utilizzando, quando necessario, due canali per la coincidenza di alcune partite. I giovani sono molto interessati a questo gioco e molti lo preferiscono addirittura all "pelota" come si chiama qua il Baseball che è lo sport nazionale ricco di trionfi. Parte del merito l'ha anche la Federazione calcistica che dopo anni di immobilismo ha stretto accordi di collaborazione e accettato aiuti dalla FIFA e anche, per esempio, dall'Internazionale f.c. che ha creato un "Inter Campus" con tecnici italiani.
Il tifo durante i mondiali è dilagato ovunque e si sono attrezzate sale cinematografiche o altri centri di ritrovo per trasmettere gli incontri su grande schermo. Ha vinto la Spagna, ma curiosamente, prima di questo Mundial l'Italia era tra le preferite dagli appassionati subito dopo a Brasile e Argentina, più vicine per geografia, politica e cultura in generale. Facendo i "conti della serva" credo però che la "Madre Patria" col suo successo possa aver aperto a vecchi e nuovi tifosi una breccia a suo favore a danno della deludente Italia, vista in Africa. Il Brasile rimane il preferito, ma l'Argentina di Maradona è altrettanto ben radicata. Vedremo se questa "febbre" riuscirà a dare risultati concreti nello sviluppo agonistico di questo sport a Cuba dove il potenziale atletico e tecnico è veramente elevato.
Pubblicato da ilvecchioeilmare a 19:29
Iscriviti a:
Post (Atom)