Fonte Cubacontemporanea
Promoción de la inversión extranjera y la nueva cartera de negocios en Cuba
(IV)
Por José Luis Rodríguez
14 Dic
2014 - 12:12pm
Entre los
proyectos de mayores perspectivas para captar nuevas inversiones extranjeras en
Cuba se encuentran los vinculados a la industria biotecnológica y
médico-farmacéutica, así como los proyectos mineros asociados al níquel.
En el
primer caso se trata de una industria que comenzó a desarrollarse en la década
de los 80 a partir de investigadores formados básicamente en el Centro Nacional
de Investigaciones Científicas (CNIC) -fundado en 1965-, quienes recibieron una
preparación acelerada en el novedoso campo de la biotecnología y la ingeniería
genética.
En 1981 se
creó el Frente Biológico y en 1986 se fundó el Centro de Ingeniería Genética y
Biotecnología. A esos hitos siguió la creación de un grupo de importantes centros
que operaban sobre la base de desarrollar ciclos completos de
investigación-producción-comercialización, en lo que pasaría a llamarse el Polo
Científico del Oeste de La Habana, establecido en 1991.
Aun en
medio de las carencias del Período especial surgieron centros como el Instituto
Finlay, en 1991, y el Centro de Inmunología Molecular, en 1994, en los que el
Estado cubano invirtió a futuro cientos de millones de dólares durante varios
años.
En
noviembre de 2012, y sin perder las características que les dieron origen,
estos centros pasaron a formar parte de la organización superior de dirección
empresarial BioCubaFarma.
La nueva
entidad cuenta con 38 empresas cubanas y 11 en el exterior trabajando en 33
proyectos contra enfermedades infecciosas, 33 proyectos y producciones
oncológicas, 18 proyectos y producciones cardiovasculares, así como siete para
el tratamiento de la diabetes y otras patologías. BioCubaFarma tiene hoy más de
800 registros sanitarios en el extranjero y más de 1 400 patentes registradas
en 50 países.
Los
resultados no se hicieron esperar. Además de significativos aportes a la
calidad de la medicina cubana, la producción de estos centros se convirtió en
un componente esencial de las exportaciones de productos de alta tecnología,
que hoy cubren el 13,6% del total, y cuyas ventas previstas para 2014 se
estiman en 700 millones de dólares, cifra que deberá aumentar a 1 000 millones
en 2015.
Con esas
favorables perspectivas, los proyectos de asociación con capital extranjero de
la industria biotecnológica y médico-farmacéutica se ubican en la Zona
Económica Especial de Mariel e incluyen inversiones por valor de 860 millones
de dólares en 13 proyectos.
Entre
estas inversiones se destacan una planta para la producción de anticuerpos
monoclonales (90 millones); una para la producción de hemoderivados destinada a
la elaboración de 100 mil litros de plasma anuales (160 millones); una para
producir medicamentos inyectables con capacidad para 20 millones de ampollas,
20 millones de viales y 10 millones de jeringas prellenadas por año (160
millones); una planta para producir vacunas (65 millones) anuales, a lo que se
añade una para producir ingredientes farmacéuticos activos de productos
biofarmacéuticos para combatir el cáncer y otras enfermedades crónicas.
También
resultan significativos los emprendimientos de asociación con el capital
extranjero de la empresa de Servicios Médicos Cubanos, que ha brindado
asistencia a más de 20 000 pacientes de 71 países en Cuba.
La Cartera
de Oportunidades de Negocios cubre también importantes proyectos de inversión
en la minería, especialmente la del níquel.
En este
caso se destacan la promoción de los yacimientos de Cajálbana (Pinar del Río),
con un contenido de 51 millones de toneladas de níquel más cobalto, suficientes
para producir entre 10 y 12 000 toneladas anuales, con una inversión calculada
de entre 500 y 700 millones de dólares. Igualmente destaca el yacimiento de San
Felipe (Camagüey), que contiene unos 300 millones de toneladas del mineral, con
una producción anual estimada de 50 a 60 000 toneladas y una inversión total de
4 000 a 4 500 millones de dólares.
Finalmente,
vale la pena destacar la importancia de dos proyectos para construir dos
fábricas de cemento en Nuevitas y Gibara, con una producción anual de 1,1
millones de toneladas de clinker cada una e inversiones de 410 y 430 millones
de dólares, respectivamente, que deben posibilitar la venta de cemento por unos
225 millones de dólares anuales.
La
presentación de este amplio catálogo de posibilidades de inversión sienta las
bases para un despegue de la inversión extranjera en el país, que será esencial
para aumentar los ritmos de crecimiento de la economía cubana en los próximos
años. Cumplir con las normas establecidas en la Ley 118 y su Reglamento resulta
indispensable para que estos ambiciosos proyectos puedan materializarse.
*El autor
es asesor del Centro de Investigaciones de la Economía Mundial (CIEM).
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