Fonte: El Nuevo herald
Cuba
JULIO 25, 2015
El Congreso pone en marcha
la maquinaria para desmontar el embargo
Vista de la última bandera que ondeó en la embajada cubana en Estados
Unidos el 3 de enero de 1961, antes de la ruptura de las relaciones
diplomáticas entre los dos países, y que decora la que será la nueva embajada
de cubana de Washington, Estados Unidos hoy 20 de julio de 2015. | ANDREW HARNIK. EFE
EFE
WASHINGTON
Nada más reanudarse las relaciones diplomáticas con
Cuba, el Congreso puso en marcha esta semana la complicada maquinaria para
desmontar el embargo económico contra la isla, un proceso que los más
optimistas consideran que puede tardar años.
Apenas tres días después de la reapertura de la
embajada de Cuba en la capital estadounidense, este jueves un comité del Senado
estadounidense aprobó una iniciativa legal que mantenía desde enero en el cajón
de propuestas pendientes, al parecer a la espera solo de que se confirmara la
noticia de la reanudación de relaciones.
La medida, presentada como una enmienda dentro de un
proyecto de ley más amplio de financiación del Gobierno, fue aprobada por el
Comité de Gastos del Senado con el apoyo de varios legisladores de la oposición
republicana, que goza de la mayoría en las dos cámaras del Capitolio federal.
Tras la aprobación de la iniciativa, uno de sus
impulsores, el senador republicano por Kansas Jerry Moran, se refirió a la
ironía de que debido a las sanciones comerciales impuestas desde 1962, Cuba sea
el único país del mundo al que los estadounidenses tienen prohibido viajar, un
veto que parte de su propio gobierno.
“No tiene sentido que los estadounidenses puedan
viajar a países hostiles como Irán o Siria y no a Cuba”, dijo por su lado el
senador demócrata Patrick Leahy, en referencia a algo que la gran mayoría de
los ciudadanos y residentes legales de este país hasta ahora solo podían hacer
de manera clandestina y a través de terceros países.
Moran, como han hecho otros legisladores, también se
refirió a las mayores “probabilidades” de que esta medida permita al pueblo
cubano lograr una mayor libertad, gracias a su contacto con los ciudadanos
estadounidenses y el intercambio de ideas.
La iniciativa, que ahora deberá ser aprobada por el pleno
del Senado, también incluye el levantamiento de la prohibición que impide a
cualquier embarcación que haya llevado mercancías a Cuba tocar puertos
estadounidenses en los seis meses siguientes.
Asimismo, aumenta el nivel de crédito privado al
Gobierno cubano para la compra de productos agrícolas estadounidenses.
El senador republicano por Arizona Jeff Flake, que el
lunes asistió al izado de la bandera cubana en la nueva embajada del país
caribeño en Washington, vaticinó la aprobación de la medida en el pleno del
Senado porque cuenta con suficiente apoyo para ello.
Según él, la iniciativa tiene ya asegurado el voto de
46 de los 100 senadores de la cámara “y va a conseguir más respaldos”.
Pero donde esta propuesta puede toparse con mayor
oposición es en la Cámara de Representantes, también controlada por los
republicanos y donde un mayor número de legisladores de la oposición se
muestran escépticos con la apertura a Cuba.
Entre ellos está el presidente de la Cámara, el
republicano John Boehner, que se ha mostrado crítico con el acercamiento a Cuba
desde que el 17 de diciembre el presidente Barack Obama y su colega cubano,
Raúl Castro, anunciaron un proceso de normalización de relaciones que debe
incluir el levantamiento del embargo.
Los defensores de levantar el embargo, que depende
exclusivamente del Congreso, consideran que es algo que a la larga ayudará a un
cambio de Cuba hacia la apertura y el respeto de los derechos humanos, y su
incorporación a las sociedades democráticas.
“No necesariamente hay que estar de acuerdo con la
política del gobierno (de Cuba) o su ideología para entender que tanto el
pueblo cubano como el estadounidense se van a beneficiar con esto”, declaró a
los periodistas el representante demócrata Raúl Grijalva, en relación a la
normalización de relaciones.
Consciente de la resistencia que hay en el Congreso al
levantamiento del embargo, un grupo de legisladores que impulsan el aperturismo
hacia Cuba, encabezados en el Senado por Leahy y Flake, estableció una
estrategia gradual empezando con la supresión de la prohibición de viajes, una
medida que cuenta con más apoyos.
En enero fue la Administración de Obama la que tomó la
iniciativa con una serie de medidas para suavizar algunas restricciones a los
viajes a Cuba, principalmente con el fin de facilitar a las empresas de
telecomunicaciones y financieras hacer negocios en la isla, pero el margen de
maniobra del Gobierno parece haberse agotado.
Ahora le toca el turno al Congreso, y en ambas cámaras
ya hay presentadas sendas iniciativas para el levantamiento total del embargo,
pero su futuro y el plazo para lograrlo es incierto.
“El pueblo estadounidense va a estar cada vez más a
favor de la normalización (…). Creo que
la opinión pública va a cambiar de modo que nos persuada (al Congreso) para que
el embargo se pueda levantar en los próximos dos o tres años”,
aseguró esta semana Grijalva.
El Congreso tiene fama de lento, pero el plazo dado
por el legislador no parece muy apremiante.
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