Cierre Embajada de Italia en Santo Domingo: motivos oscuros
Santo Domingo.- El Ministerio de
Asuntos Exteriores de Italia anunció el cierre de su Embajada en Santo Domingo,
previsto para el 31 de diciembre de este año.
Esto afectará “no sólo a los
miles de ciudadanos italianos que viven en el país, sino también al flujo de
turistas, el intercambio comercial y las relaciones que ambos países han
mantenido por más de cien años”, escribe el Listín Diario, principal matutino
del país caribeño, en un artículo publicado el pasado 2 de junio, Fiesta
Nacional de Italia.
Sin embargo, a partir del anuncio
del cierre la fila para acceder a las oficinas consolares italianas en Santo
Domingo ha crecido considerablemente y ya desde el amanecer acurren decenas de
personas para conquistar su turno entre las 40/50 personas que los funcionarios
consolares logran atender diariamente.
En diciembre, será mucho peor:
según plantean las autoridades italianas, las oficinas consolares competentes
serán las de Panamá (una sede diplomática mucho menor que la de Santo Domingo,
a unos 1,400 km de la isla caribeña y tres horas de avión). Igual destino les
tocará a los italianos residentes en las otras islas del Caribe (Haití, Antigua
y Barbuda, Jamaica y San Kitts y Nevis) que hoy dependen de Santo Domingo.
El director del Listín Diario,
Miguel Franjul, recibió una delegación de empresarios italianos, encabezada por
Renzo Serravalle, presidente de Casa de Italia, y compuesta por Roberto Casoni,
Enzo Bonarelli, Guillermo Rodríguez Vicini, Fernando Rainieri Marranzini y
Diego Fernández, quienes definieron el planeado cierre como un “error
histórico”.
Los motivos del cierre sin duda
aún resultan poco claros. Oficialmente el Ministerio de Asuntos Exteriores
alega tratarse de una disposición de revisión del gasto público. Pero…
Según datos recopilados por Casa
de Italia, la Embajada de Italia en Santo Domingo -instalada desde hace más de
cien años, en 1894- ocupa el vigésimo lugar (por número de ciudadanos
inscritos) entre las 116 embajadas italianas en el mundo y es la mayor de todas
las sedes diplomáticas de Italia en Centroamérica y el Caribe. Además, la
comunidad de italianos residentes en Dominicana registra un tangible
crecimiento, ya que en 2012 se registraron 6,375 inscritos en las listas de la
Embajada en Santo Domingo, los cuales en 2013 aumentaron a 8,314.
Las oficinas consolares de Santo
Domingo atienden también las eventuales necesidades de alrededor de 150,000
turistas italianos que cada año llegan al país (por vía aérea o marítima), así
como la Embajada tendría que fomentar el desarrollo y comercio de las
numerosísimas empresas de capital italiano que aquí operan y se encuentran en
una fase de plena expansión.
Frente a esta realidad, la
delegación de empresarios italianos releva que el cierre de la Embajada de “la
colonia más grande de italianos en el Caribe” no logrará algún significativo
ahorro en la nómina consular, “pues el personal que labora en Santo Domingo
tendrá que ser reasignado a otras sedes, lo cual podría implicar más gastos”
(dependiendo de la magnitud de la nueva sede), reporta el Listín.
Además, “el Estado italiano
incurrirá en gastos para trasladar y reubicar los extensos archivos de más de
cien años y deberá incurrir en la ampliación de cualquier otra sede del área
para poder alojar los nuevos servicios”.
El alegato ahorro definitivamente
es contradicho por la circunstancia singular (única en Centroamérica) que la
prestigiosa residencia del Embajador en Santo Domingo (en un área de unos
12,000 m2), así como la sede de las oficinas consolares (además de otro terreno
edificable), todos en el centro comercial de la ciudad, son propiedad del
Estado Italiano (valor estimado: unos 10 millones de euro). Esto gracias a una
donación recibida por una de las más ilustres y antiguas familias de origen
italiano en Dominicana, los Vicini, declaró Serravalle en una video-entrevista
por Leonardo Metalli, redactor de TG1 (principal programa de noticias de la TV
italiana).
Así, además de traicionar a un
donativo expresamente concebido por el uso de la misión diplomática italiana en
Santo Domingo, el Gobierno de Italia opina economizar trasladándose a otra sede
en alquiler, también exponiéndose al riesgo de perder estas propiedades
valiosas por las acciones legales que muy probablemente instaurarían los
donantes.
¿Cuáles, entonces, los reales
motivos de este cierre inesperado e incomprensible? Un cierre que obligaría a
la mayor comunidad italiana del Caribe a viajar hasta Panamá para los actos
presenciales (como matrimonios, declaraciones de hijos y actos de defunción).
Un cierre que tendrá implicaciones hasta en las relaciones bilaterales entre
Italia y República Dominicana (principal economía de Centroamérica y el
Caribe).
Serravalle, en la sobredicha
video-entrevista, habló también de unas “irregularidades” que el Ministerio de
Relaciones Exteriores italiano habría averiguado en la gestión de algunos
servicios consulares (las visas, específicamente) por parte de “algunos
funcionarios” de la Embajada. De hecho, el Consulado Italiano en Santo Domingo
desde algunos meses ha suspendido la concesión de visas de plazo breve. Otro
hecho que vale reportar es que hoy la Embajada de Italia en Santo Domingo no
tiene su embajador ya desde algunos meses.
Casa de Italia invita a los
italianos (residentes y turistas) a manifestar su apoyo a la campaña “No al
cierre de la embajada de Italia en Santo Domingo” registrándose en la página
web www.casadeitaliard.org.
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